¿Qué puede pasar con Santrich?

Pocos procesos judiciales en Colombia han adquirido un tinte novelesco semejante al que se adelanta en contra del exguerrillero Jesús Santrich. Desde que fue capturado por primera vez, el 9 de abril de 2018, se supo que su caso se convertiría en un tema sensible para el desarrollo de los acuerdos de paz. Hoy, la situación judicial del excombatiente ya es uno de los temas centrales de la agenda y del debate nacional.

En el año y tres meses que transcurrieron desde que fue privado de la libertad, Santrich ha estado en La Picota; en el hospital El Tunal, luego de una huelga de hambre de 17 días; hospedado en una sede del Episcopado colombiano y, de vuelta en La Picota. Como si eso fuera poco, la decisión posterior de la JEP que ordenaba su libertad inmediata motivó la renuncia del entonces fiscal general, Néstor Humberto Martínez.

Mientras el país digería la noticia de la dimisión de la cabeza del ente acusador, Santrich intentó cortarse las venas, fue puesto en libertad por unos minutos, recapturado y trasladado al búnker de la Fiscalía para enfrentar las nuevas pruebas a partir del testimonio de Marlon Marín, sobrino de Iván Márquez.

Corridos 11 días desde la recaptura, el Consejo de Estado anunció la decisión de conservar la investidura de congresista del exguerrillero y dos días después la Corte Suprema ordenó su libertad. En la semana siguiente, el 4 de junio de 2019, la corte anunció el llamado a indagatoria y al cabo de siete días Santrich se estaba posesionando como representante a la Cámara.

El sábado en la noche, con su decisión de abandonar su esquema de seguridad sin cumplir los protocolos establecidos, Jesús Santrich abrió un nuevo capítulo de esta novela que, hasta ahora, deja más preguntas que respuestas.

En términos estrictos, aunque se le haya volado a los escoltas, Santrich no es aún un prófugo de la justicia. Al no existir una orden de captura en su contra, no está obligado a informar a las autoridades de su paradero y tiene libertad de movilidad. Sin embargo, el llamado a indagatoria de la corte está citado para el próximo 9 de julio y, de no asistir, Santrich le estaría dando una bofetada al proceso de paz.

A la luz de los nuevos acontecimientos, SEMANA hace un recuento de los cinco escenarios posibles en el proceso que se adelanta contra el exguerrillero:

1. Llega a su cita con la justicia:

Aún cuando las circunstancias de su repentina desaparición hacen que este escenario sea poco probable, es posible que Jesús Santrich regrese de donde esté. Si de aquí al 9 de julio se vuelve a tener noticia del paradero del exguerrillero, y este manifiesta su intención de cumplir con lo acordado y asistir oportunamente al llamado a indagatoria de la corte, su proceso seguiría el curso normal.

Si Santrich decide presentarse ante la justicia y las pruebas que se muestren en su contra son contundentes, este podría ser capturado al término de la diligencia para enfrentar un proceso judicial en Colombia. Algunas voces que defienden la tesis de que Santrich se voló definitivamente, han especulado que la contundencia de la pruebas que tiene la justicia puede haber sido la razón de la fuga.

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2. No llega a su cita con la justicia:

Si el próximo 9 de julio las autoridades desconocen el paradero de Jesús Santrich y no se presenta a su cita con la corte, en ese instante se convertiría en un prófugo de la justicia y perdería todos los beneficios comprendidos en el acuerdo de paz. En tal escenario, el Estado tendría que desplegar toda su fuerza para emprender la búsqueda, capturarlo y ponerlo a disposición de las autoridades. Además de la implicaciones penales para la persona de Jesús Santrich, este panorama tendría un efecto profundo para el proceso de paz.

Los defensores de lo pactado en La Habana siempre dijeron que Santrich, como todo colombiano, tenía derecho a un debido proceso y que, además, su compromiso con la paz era de fondo. Sin embargo, si Santrich decide no darle la cara a la justicia ese solo hecho sería visto como una admisión de culpabilidad. Así las cosas, los detractores del acuerdo usarían lo ocurrido para volver a promover cambios de fondo a lo pactado y el caso del exguerrillero sería el centro del debate en la campaña electoral que se viene.

3. La JEP resuelve la apelación de la Procuraduría:

Poco después de que la JEP hiciera pública su decisión de dejar en libertad a Jesús Santrich, la Procuraduría presentó un recurso de apelación ante una sala de ese mismo tribunal. Esa apelación, en un sentido o en otro, será resuelta en los próximos días y de lo que ahí se diga depende en buena medida el futuro del exguerrillero.

Si la JEP le da la razón a la Procuraduría, las autoridades estarían facultadas no solo para capturarlo sino para extraditarlo. Como el proceso que se adelantaba en la JEP tenía fines de extradición, si la apelación prospera Santrich tendría un pie en un avión de la DEA. Cabe aclarar que si la JEP concede la apelación no importaría la fecha o si Santrich volvió o no a aparecer. En este escenario, tendría que ser extraditado de inmediato.

4. ¿Qué pasa con su curul?

Muchos han especulado sobre qué va a pasar con la curul de Jesús Santrich de aquí al 9 de julio. Hay quienes han dicho que podría perderse por cuenta de la nueva situación. Si esto hubiese pasado en otro momento del año, la curul de Santrich se perdería luego de que el parlamentario cumpliera con el límite de inasistencias permitido. Sin embargo, en este caso la figura no aplica pues el Congreso está en receso hasta el 20 de julio. Tanto la decisión de la JEP sobre la apelación, como el llamado a indagatoria, son antes de esa fecha. Así las cosas, Santrich seguirá siendo congresista mientras no incumpla el llamado de la justicia.

5. ¿Volver a la guerra?

Este sería el escenario más grave y menos deseable de todos. Varios analistas consultados por SEMANA, han manifestado su preocupación ante la posibilidad de que la razón de la desaparición de Santrich sea la de encontrarse con Iván Márquez para comandar una disidencia. Aunque hasta ahora no hay certezas y todo se mueve en el terreno de la especulación, es bien sabido que Iván Márquez decidió apartarse del proceso de paz e incluso llegó a decir que fue un error haber dejado las armas. Es por esto que existe una preocupación grande, y no del todo injustificada, de quienes creen que Santrich se voló para volver a las armas de la mano de Márquez.

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