Nación
¿Qué respondió Rappi luego de las manifestaciones de sus domiciliarios?
La plataforma señala que el repartido, afiliado como trabajador independiente, recibe el 100 % de la propina pagada por el usuario final.
Este miércoles 2 de marzo cientos de repartidores de Rappi salieron a las calles de Bogotá y Cali a manifestarse en contra de las condiciones laborales, bajo las cuales la plataforma los contrata.
Específicamente, los domiciliarios argumentan que ellos se quedan con una parte muy pequeña del valor del domicilio que cobra la plataforma a sus usuarios. Argumentan que a ellos solo les dan entre $ 1.000 y $ 2.000 por hacer hacer una entrega que la plataforma cobra a $ 5.000 o $ 6.000.
A estas quejas, la compañía respondió diciendo en un comunicado que “el repartidor independiente recibe el 100 % de la propina pagada por el usuario/consumidor, entendiéndose que Rappi no recibe ningún porcentaje de la misma”.
Asimismo, la plataforma aseguró que el costo del servicio de domicilio es determinado por el algoritmo de la plataforma a partir de diferentes variables. “El repartidor independiente puede visualizar el valor del domicilio de la gestión encomendada por el usuario/consumidor en el momento en el que visualiza la orden en la aplicación Soy Rappi, y de manera libre y voluntaria puede escoger aceptar o no”, concluye la comunicación.
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Adicionalmente, frente a los reclamos por las condiciones precarias de trabajo y la falta de baños, Rappi contestó que, “en cumplimiento del Decreto 082 de 2021 crearon los Pit Stops, en los que los repartidores independientes pueden parquear sus vehículos, impactando positivamente la movilidad, cargar sus dispositivos móviles, lavarse las manos, limpiar su equipamiento, hidratarse y esperar cortos períodos de tiempo (...) Cuentan con sanitarios industriales, los cuales pueden ser ubicados por medio de la aplicación Soy Rappi en un mapa virtual”.
Las manifestaciones
En la tarde de este 2 de marzo, los llamados rappitenderos (empleados de la empresa de domicilios y mensajería Rappi) salieron a las calles de algunas de las principales ciudades del país para quejarse en contra de la compañía contratista, rechazando las pésimas condiciones de trabajo que, según ellos, experimentan cada día.
Las protestas fueron convocadas por Unidapp, organización que se identifica como el sindicato de trabajadores de las aplicaciones de domicilios en el país.
De acuerdo con Jhoniell Colina, presidente de Unidapp, “la empresa (Rappi) hace uso y disfrute del espacio público obteniendo ganancias con el trabajo de los repartidores, pero no proporciona espacios de parqueo gratuito, ni baterías sanitarias, ni zonas de recarga de celulares ni de alimentos o hidratación”.
Así, en Bogotá se presentó un grupo de más de 100 personas que protestaban en contra de los contratos ofrecidos por Rappi. En motos y bicicletas, los rappitenderos exigieron, además de lo expuesto por Colina, garantías en contra de la violencia de género que se suscita alrededor del servicio ofrecido.
En la capital colombiana, los domiciliarios iniciaron su marcha en la carrera 15 con calle 85, al noroccidente de la ciudad, y se dirigían hacia la calle 100 con destino al Ministerio del Trabajo. Al llegar allí la idea era presentar ante la cartera del Gobierno nacional un pliego con las quejas y necesidades que dicen tener en relación con su trabajo.
📹 #EnVideo | Domiciliarios afiliados a la firma Rappi (@RappiColombia) protestan sobre la calle 99 con carrera 14 de Bogotá. Exigen mejores condiciones laborales para la prestación de su servicio. pic.twitter.com/DaUZnj2cb4
— El Konuco&Chagras (@ElKonuco) March 2, 2022
Movilizaciones en otras ciudades
Aparte de Bogotá, los rappitenderos decidieron salir también en la ciudad de Bucaramanga, tomándose algunas zonas importantes de la capital de Santander como la calle 56, carrera 33, carrera 27 y la autopista Floridablanca-Girón.
Allí se presentaron al menos 200 domiciliarios que exigían, además de mejores condiciones de trabajo, una reducción en las comisiones que deben dar a la empresa, con el fin de mejorar también sus ingresos.
Asimismo, los rappitenderos barranquilleros salieron en gran cantidad a las calles del norte de la capital del Atlántico, exigiendo, tal como sus colegas en Bogotá y Bucaramanga, fortalecer el contrato laboral con Rappi, en términos de pagos y condiciones sociales durante el ejercicio de sus actividades en esta ciudad de la costa caribe colombiana.