Francisco Palmieri, encargado de la embajada de EE. UU. en Colombia tras salida del embajador Goldberg
Francisco Palmieri, encargado de la embajada de EE. UU. en Colombia. | Foto: Tom Williams / Getty Images

NACIÓN

“Que se materialicen los derechos de las víctimas”: Embajada de EE. UU. tras informe de la Comisión de la Verdad

De acuerdo con el gobierno de Joe Biden, es necesario un proceso de reflexión sobre el pasado y futuro de Colombia.

28 de junio de 2022

La Embajada de Estados Unidos en Colombia reaccionó al informe final de la Comisión de la Verdad, al indicar que en Colombia se deben materializar los derechos de las víctimas y una reconciliación genuina.

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Por medio de su cuenta de Twitter, el gobierno del presidente Joe Biden indicó que el último informe de la Comisión se debe transformar de un proceso de escucha a una etapa de reflexión sobre el pasado y futuro de Colombia.

“El informe de la @ComisionVerdadC simboliza el final de un proceso de escucha y el inicio de una etapa de reflexión sobre el pasado y el futuro. Esperamos que en la pluralidad de voces presentes en este relato se materialicen los derechos de las víctimas y la reconciliación”, trinó la embajada de EE. UU.

Sin embargo, el presidente de la República, Iván Duque, hizo un fuerte pronunciamiento frente al contenido del informe final de la Comisión de la Verdad al señalar que lo que esperan él y el Gobierno nacional es que no esté cargado de “posverdad”.

El mandatario colombiano fue más allá y aseguró, en medio de la agenda de trabajo que está desarrollando en Lisboa, Portugal, que en el país no existen asesinatos de derecha ni de izquierda.

“La verdad no puede tener sesgos ni ideologías, no puede tener prejuicios. Es objetiva. La verdad tiene que ser incontrovertible y la realidad de nuestra historia es muy clara”, indicó en una entrevista con la agencia EFE.

Manifestó el jefe de Estado que “en Colombia hemos tenido unas fuerzas legales y del orden que defienden la Constitución y la ley, y hemos tenido terrorismo que ha pretendido acallar y silenciar la voz de un pueblo en democracia”.

“Nada puede justificar un asesinato, un secuestro, una extorsión o un ataque terrorista”, subrayó el mandatario.

El que pretenda hacerlo por razones ideológicas, sencillamente está tratando de justificar la violencia. Espero que un enfoque sobre la verdad tenga absolutamente claro que en Colombia nunca han existido revolucionarios, porque un revolucionario no tiene licencia para asesinar a nadie, ni para secuestrar ni para doblegar la institucionalidad”, dejó claro el jefe de Estado.

El informe

El presidente de la Comisión de la Verdad, padre Francisco de Roux, dio a conocer el martes de esta semana las recomendaciones que le realizó la entidad al Gobierno para cerrar las heridas del conflicto armado y responder las múltiples preguntas que presentaron las víctimas para entender el horror.

En la lista, el padre De Roux indicó que es necesaria la aplicación total e inmediata del Acuerdo Final de Paz que se firmó en octubre de 2016, entre el Gobierno y la guerrilla de las Farc.

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De la misma manera, les pidió a todos los estamentos sociales y políticos “profundizar la democracia” mediante la exclusión definitiva de las armas “y la participación incluyente, deliberativa y respeto a la movilización como expresión de derechos”.

Pedimos a los estamentos de justicia frenar la impunidad, reconstruir la confianza en el Estado, garantizar la imparcialidad e independencia de los entes de investigación y juzgamiento, y proteger a las víctimas y jueces que participan en estos procesos de verdad y justicia”, dijo el presidente de la Comisión de la Verdad.

Con el fin de que no se repitan prácticas como los “falsos positivos”, la Comisión insistió en la necesidad de hacer cambios en las Fuerzas Militares y de Policía. “Al Estado y a la sociedad les pedimos tomar una nueva visión de la seguridad para la construcción de la paz, centrada en las personas y la protección de los seres humanos, la naturaleza, sobre la base de confiar en el pueblo, para un Ejército que ponga el honor en la paz y una Policía ciudadana al lado de los ciudadanos, donde las medallas de orden público no sean por entregar cadáveres, sino personas vivas, culpables o inocentes, a la justicia restaurativa”.