ECONOMÍA
¿Qué significa para los gremios que Colombia continúe en aislamiento selectivo?
El presidente Iván Duque extendió por un mes más esta fase para hacer frente al coronavirus en el país. Este es el panorama de los gremios y sectores productivos frente a la pandemia.
El decreto 1168 que implementó el aislamiento selectivo y el distanciamiento individual responsable termina su vigencia el próximo 1 de octubre, motivo por el cual el presidente Iván Duque se adelantó a la incógnita de cómo se manejará la pandemia a partir de esa fecha.
Según explicó en su programa televisivo,"se mantienen las mismas reglas que hasta ahora hemos llevado en este mes de septiembre para el mes de octubre". En otras palabras, continúa el uso de tapabocas para salir al espacio público, el distanciamiento social y los demás protocolos de bioseguridad al momento de ingresar a un recinto comercial como son el lavado de manos, el uso de desinfectante y la toma de temperatura.
De ese modo, todavía persisten restricciones para la ciudadanía en aras de evitar un repunte de contagios del virus que de un modo u otro afectan a los sectores productivos del país. SEMANA recogió las impresiones de algunos gremios respecto a lo que enfrentarán de cara a la permanencia de la pandemia.
Salud
Samuel Barbosa, secretario del Colegio Médico Colombiano, reconoce que el país logró contener el ascenso de la curva de contagios para no padecer el panorama dantesco de Italia, España o Ecuador y que esto, a su vez, derivó en preparación del sector salud para mejorar la atención. No obstante, ese mérito no lo salva por completo.
“Nuestro país no tiene el desarrollo de políticas sociales como un sistema de salud público, donde no se paga. Aquí dependemos del empleo y mantener las empresas completamente cerradas, sin gestionar el empleo, sería muy grave hasta para el mismo sistema de salud en la recaudación de recursos porque si no hay gente que pague su seguro no va haber dinero que entre al sistema”, afirma.
Barbosa añade que al tener una infraestructura hospitalaria mayoritariamente privada es necesario que exista la facturación de servicios para seguir adelante. Posibilidad que permite el modelo de aislamiento selectivo que confina a los casos sospechosos o positivos del virus, pero permite al resto de la población laborar.
“En Bogotá el 95 por ciento de las IPS son privadas y a nivel nacional, casi el 80 por ciento. Ellos dependen de la facturación en la contratación con las aseguradoras, pero si no hay facturación de servicios entonces no hay ingresos y de ahí se deriva una afectación en la forma de pago para los profesionales y la viabilidad del sector salud”, dice.
Como dato alentador, recuerda, que gracias a la reapertura gradual del ámbito productivo se pudo reincorporar al personal de ciertas especialidades que durante el confinamiento estricto vieron reducidos sus ingresos casi en un ciento por ciento, como el caso de los profesionales de odontología y el gremio de los procedimientos estéticos.
Otro aspecto positivo para Barbosa es que el sector salud fortaleció la telemedicina. “Ahora con la reapertura se permitió que se desarrollara el proceso de atención por teleconsulta que está generando récords de datos, incluso a nivel mundial, que antes no teníamos en el país”.
Gastronomía y bares
Guillermo Gómez, presidente de la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres) menciona que prolongar el aislamiento selectivo es una buena noticia para el sector, considerando que la restricción completa del servicio a la mesa en restaurantes y gastrobares -durante cinco meses de aislamiento obligatorio- dejó a cientos de colombianos en la quiebra.
“Nosotros creemos que los protocolos son suficientes para ayudarle al país a no desbordarse en contagios y a recuperar la confianza del consumidor porque claramente la reapertura no es garantía de supervivencia de la economía. Con las cuarentenas quienes han pagado los platos rotos han sido el empleo formal y los establecimiento que pagan impuestos”, explica.
De igual forma, Gómez expresa que la ventaja del sector gastronómico es que ya tenían conocimiento sobre protocolos de bioseguridad desde antes de que llegara el virus al país, por lo que no entiende el retraso en la reapertura de algunas ciudades.
“14 por ciento de los empresarios reportaron un aumento en su volumen de ventas, otro 21 por ciento dijo que fueron iguales y el 65 por ciento señaló que tuvo una disminución de ingresos en agosto”: Fenalco.
“Han habido ciudades muy lentas para abrir, con Bogotá fue una lucha. Afortunadamente aceptó (el Distrito) dejarnos trabajar siete días porque la limitación de cuatro días no hacía llamativo la reapertura de establecimientos. Cartagena también ha sido muy lento, Santa Marta y San Andrés”, dice.
Por su parte, la Asociación de Bares de Colombia (Asobares) entregó un balance el pasado jueves sobre los primeros quince días de pilotos para el consumo de alcohol en el país y dicho documento muestra una cara amable para el gremio.
“Ciudades como Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena, Pasto, Manizales y Neiva además de municipios como Envigado, Buga y La Estrella ya tienen la autorización del Gobierno nacional. En promedio, los establecimientos han llamado de nuevo al 40 por ciento de sus equipos de trabajo; cerca de 65.000 personas ya laboran en más de 8000 gastrobares y bares autorizados, un 16 por ciento de los establecimientos que existían antes de la pandemia”, menciona Asobares.
Comercio
Fenalco reveló los resultados de la encuesta a comerciantes de todo el país respecto al volumen de ventas del mes de agosto de 2019 en comparación con el mismo mes de este año. Y, pese a continuar en un “terreno negativo”, la federación ve que es posible un mejoramiento si se mantiene “la tónica de reapertura de la actividad económica”.
Al menos 14 por ciento de los empresarios reportaron un aumento en su volumen de ventas, otro 21 por ciento dijo que fueron iguales y el 65 por ciento señaló que tuvo una disminución de ingresos en agosto.
Para Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, el punto de discusión no está en el aislamiento selectivo, sino en la cantidad de restricciones adicionales que han instaurado los mandatarios locales.
“La prolongación del aislamiento selectivo es una medida preventiva que compartimos a pesar de esa baja de la epidemia, pero lo que no compartimos es el exceso de restricciones que muchos alcaldes y gobernadores han puesto al comercio, restaurantes, bares y hoteles”, menciona.
En línea seguida Cabal explica que la ley seca, el plan candado para visitar municipios durante los puentes festivos y los toque de queda no permiten una recuperación plena del sector comercial. Con por ejemplo en ciudades como Valledupar donde hay toque de queda hasta las cinco de la tarde todos los días o en Bogotá donde hace pocas semanas se permitió que el comercio abriera sin restricción de días.
Cabal afirma que “persiste la incertidumbre” puesto que los indicadores no levantan cabeza. “La caída de la economía y la alta tasa de desempleo que otra vez superó el 20 por ciento, especialmente en las ciudades donde se concentra gran parte del PIB como es Bogotá (25,1 por ciento), Medellín (24, 7 por ciento) y Cali (28,3 por ciento)”, son aspectos que preocupan al gremio.
A su modo de ver, los protocolos de bioseguridad deberían bastar para “convivir con el coronavirus” en los próximos meses.
Finalmente, Sandra Forero, dirigente de Camacol y presidenta del Consejo Gremial envía un mensaje para que continuar con el retorno a la vida productiva sin dejar del lado la lucha contra el coronavirus. “La nueva fase de aislamiento selectivo que se inició desde el 1 de septiembre, ha sido un importante paso para el país con efectos muy positivos sobre la reactivación de puestos de trabajo y la economía, lo que evidencia que el proceso está siendo acertado, responsable y efectivo. Desde Camacol hacemos un permanente llamado a fortalecer el control y la cultura de la autoprotección para garantizar la salud pública de todos los colombianos y continuar avanzando en el retorno a la vida productiva que requiere el país”.