¿Qué significaría el triunfo de Gustavo Petro?

Petro tiene segura su victoria este domingo en la consulta del Pacto Histórico que lo escogerá como su candidato presidencial para ir a primera vuelta. Y también las encuestas desde ahora le auguran su paso a segunda vuelta. Es el único entre casi 20 aspirantes a la Presidencia que tiene esa favorabilidad. A Petro le quedan dos apuestas muy importantes en las urnas: ganar la Presidencia y asegurar las mayorías en el Congreso. Estos dos premios mayores todavía están marcados por la incertidumbre y por el desempeño que puedan tener sus competidores que son todos los demás.

Algunas encuestas dicen que Petro también les ganaría en la segunda vuelta presidencial a la mayoría de los candidatos que compiten con él, pero la campaña presidencial comenzará en firme apenas el próximo lunes y todavía pueden ocurrir muchas cosas. La primera vuelta será el 29 de mayo y la segunda a mediados de junio. El propio Petro y algunos de sus más incondicionales seguidores aseguran, inclusive, que podría ganar la Presidencia en la primera vuelta, para lo que necesitaría la mitad más uno de los votos depositados en las urnas. Más de 10 millones de votos.

Ninguna encuesta ni los analistas del tema electoral dan como seguro que Petro gane la Presidencia en primera vuelta. Lo más seguro es que habrá segunda vuelta. Lo que va a ocurrir a partir de este lunes es que Petro intentará llevar a sus filas a diversos sectores no petristas radicales que legitimen sus aspiraciones, que les quiten el susto a los que tienen miedo de un mandato suyo y que amplíen su caudal electoral.

Pero la capacidad de Petro de convocar a sectores más independientes dependerá mucho de su caudal electoral de este domingo en las urnas. Será muy diferente la capacidad de convocatoria de Petro para primera vuelta si gana la consulta interpartidista con más de 6 millones de votos o si apenas consigue 4 millones.

Algunos potenciales aliados de Petro para primera vuelta, como es el caso del Partido Liberal, están pendientes de ese caudal de votación para definir su posición. Aunque las huestes liberales se dispersaron por no tener candidato presidencial propio y han adherido a otras propuestas políticas, César Gaviria, el jefe del partido, tiene el reto de reunir a su colectividad para proponerle apoyar a un aspirante con posibilidades de ganar. De ahí la importancia del caudal electoral que Petro obtenga este domingo.

En 2018 Petro obtuvo 4.851.254 votos en primera vuelta y 8.034.189 en segunda vuelta. El reto de Petro de superar las cifras de 2018 lo tienen buscando socios con votos por fuera del petrismo. El candidato del Pacto Histórico emprenderá este lunes la construcción de un “Frente Amplio”, que consiste en sumar fuerzas más allá de la izquierda, pero ese hecho también le ha significado costos políticos dentro de la coalición, pues ha tenido que incumplir compromisos a sus aliados.

Francia Márquez, la precandidata afro vinculada al Pacto y quien sería la segunda más votada en esa consulta, no ha podido negar su inconformidad porque Petro cambió de opinión y posiblemente le ofrezca la fórmula vicepresidencial a alguien de fuera que le traiga más votos. Márquez ya dijo que tan pronto se conozcan los resultados de las elecciones del domingo se reunirá con sus seguidores para resolver el camino a seguir.

Y aunque no es muy probable que se vaya del Pacto, sus críticas en público sí han incomodado a Petro. En el reciente debate de los precandidatos del Pacto Histórico con SEMANA y EL TIEMPO, Petro defendió la llegada de César Gaviria a ese proyecto político y Márquez, con todo el carácter, dijo que el ex presidente liberal representa la corrupción y que con él “no debe haber encuentro”.

En su carrera hacia la Presidencia Petro tiene hoy mucho más que ganar que perder, pero los errores políticos también cuestan. Sobre todo cuando se acercan las elecciones. Una de muchas razones por las que Petro ha ido en solitario adelante en la intención de voto es porque sus competidores han estado muy dispersos. Pero a partir de este lunes el candidato del Pacto va a estar enfrentado a bloques más sólidos con candidatos competidores más centrados.

La lucha por el Congreso

El fenómeno relativamente nuevo de las tres consultas interpartidistas que escogerán sus candidatos presidenciales ha opacado, de alguna manera, la campaña para Congreso.

Mientras la campaña para las consultas es más movida por el voto libre de opinión, la mayoría de las listas para Congreso son empujadas por las estructuras partidistas. O por las “maquinarias”, como las llama Ingrid Betancourt.

Así como Petro tiene una de las mejores campañas para la Presidencia desde el punto de vista estratégico, también la tiene para al Congreso.

La lista del Pacto a Senado es cerrada, nadie vota por una persona sino por el nombre del proyecto político y está conformada por hombres y mujeres, tipo cremallera: intercalados.

Las listas del Pacto para Cámara del Pacto han tenido muchos problemas. De hecho, Petro ha tenido que desautorizar algunas. ¿Cuántas curules va a sacar Petro para el Senado? Esa es la pregunta que solo se podrá responder este domingo en la noche.

Si bien es cierto que el nombre de Gustavo Petro puede obtener más de 4 millones de votos para la consulta, no está claro cuántas personas de las que votan por consulta votan por Congreso. Y si necesariamente votan por la lista del Pacto.

Hay una permanente discusión sobre la “capacidad de endoso” de Petro a las listas para Senado y Cámara.

Los estimativos más optimistas, como el de Gustavo Bolívar, cabeza de la lista para el Senado, sería de 30 curules en Senado. Los pesimistas le conceden la posibilidad de que Petro alcance mínimo 10 curules en Senado. Muy pocas personas hablan de lo que significaría que Petro y sus aliados logren las mayorías en el Capitolio. Si eso ocurre se vendría una ola de reformas guiadas por su línea ideológica.

Cambios

Si Petro es elegido Presidente y logra una mayoría en el Congreso con sus aliados, Colombia entraría por la senda de una mayor estatización con gran sacrificio para el mercado.

Petro tiene en la mira cambios en el sistema bancario, en las Empresas Prestadoras de Salud (EPS), en los fondos de pensiones, en la producción petrolera y minera, limitaría la importación de alimentos e impulsaría una agresiva política de subsidios.