¿Qué tan cierta es la polarización?

En los últimos años, desde que tuvo lugar el plebiscito de 2016, analistas y medios han considerado que Colombia está partida en dos. Las peleas entre el uribismo y los sectores defensores del acuerdo de paz, que desde entonces han aterrizado en Twitter y en el resto de las redes sociales, hacen pensar que en el país existen dos sectores irreconciliables. Alrededor de categorías como uribistas y santistas, uribistas y petristas, derecha e izquierda, duquistas y oposición, los analistas construyen sus diagnósticos y narrativas sobre la política.

Sin embargo, la nueva medición hecha por el Observatorio de la Democracia, del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de los Andes*, a partir del Barómetro de las Américas, una de las muestras más grandes aplicadas en el país, arroja conclusiones que evidencian lo contrario. En otras palabras, la polarización no es un fenómeno generalizado entre los ciudadanos.

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A partir de indicadores como el posicionamiento ideológico, la relación con la política o la pertenencia partidista, los investigadores del observatorio buscaron determinar en qué lugar del espectro político se encuentra la mayoría de colombianos. Llegaron a una conclusión sorprendente. En una escala de 1 a 10, en la que 10 es la derecha y 1 la izquierda, se autocalifican con 5,8. Eso implica que están más cerca al centro que a cualquier extremo.

Fuente: © barómetro de las américas por lapop

Al extrapolar este estudio para años anteriores, también se puede concluir que la posición ideológica de los colombianos desde 2004 –cuando hay datos para comparar– no ha tenido variaciones bruscas. Por el contrario, se ha portado como una espiral que rodea siempre el centro, y se orienta un poco a la izquierda o a la derecha según cambian los Gobiernos. ¿Eso implica que la polarización existe entre los políticos y no entre los ciudadanos? Juan Carlos Rodríguez-Raga, codirector del observatorio, responde que “en los últimos años, la posición ideológica de los colombianos no ha tenido variaciones bruscas. Desde hace 15 años ha permanecido cercana al centro”.

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Por si fuera poco, las variaciones demuestran que la gente tampoco se ha derechizado, según parecía desde que el Centro Democrático como partido y el uribismo como fuerza política consolidaron su protagonismo. Con la misma escala, “La evolución muestra que en 2004-2005 el colombiano promedio estaba un poco más a la derecha (6,6 y 6,7, respectivamente) que en los últimos años 2016 y 2018 (5,4 y 5,8, respectivamente)”. Asimismo, demuestra el estudio, los colombianos son más de centro que la mayoría de países de América Latina. A la izquierda se ubican los costarricenses, paraguayos y mexicanos, y a la derecha, otros, como los venezolanos, los hondureños y los dominicanos.

Fuente: © barómetro de las américas por lapop

Para determinar el grado de polarización, los investigadores compararon la variación de las posiciones ideológicas de los colombianos año tras año frente al promedio y encontraron que es pequeña. Es decir que, aunque en Colombia el péndulo político sí existe y puede moverse entre izquierda y derecha, oscila muy poco. En plata blanca, eso significa que hay muchas posibilidades de construir consensos nacionales alrededor de temas que excluyen los relacionados con el acuerdo de paz, en los que sí se manifiestan de manera contundente dos visiones ideológicas. El Sí y el No generaron polarización, pero restringida a ese tema e insuficiente como para pensar que Colombia es un país dividido.

En el centro del espectro político se ubican en primer lugar los bogotanos (62,1 por ciento), quienes, a su vez, se identifican muy poco con la derecha (22,9 por ciento) y –al contrario de lo que comúnmente se cree– con la izquierda. Con esta última opción solo se sienten asociados el 15 por ciento de los habitantes de la capital. En la primera vuelta presidencial, en Bogotá ganó Sergio Fajardo y en ambas vueltas perdió el uribismo.

En contraste, en la región central, que comprende Antioquia, se identifica con el centro el 51,3 por ciento, mientras que la derecha duplica a la bogotana con el 30,1 por ciento. Un panorama similar aparece en el Caribe, donde el centro político tiene menos fuerza (44,1 por ciento), y la derecha ha ganado respaldo (33,4 por ciento). En esta zona, durante los últimos años, los clanes de la región se han posicionado más que las figuras nacionales. Es el caso de los Char, quienes –de la mano de Cambio Radical– han construido un emporio político en el Atlántico y en otros departamentos.

Fuente: © barómetro de las américas por lapop

En términos de edad, a medida que aumenta crecen también las afinidades con la derecha. No es gratuito que, en términos de imagen, al presidente Iván Duque le vaya mejor entre los mayores y a Petro, entre los más jóvenes. En el centro político se ubican personas que mayoritariamente están entre los 25 y los 45 años (62,6 por ciento). Asimismo, solo uno de cada diez adultos mayores (11 por ciento) se considera de centro al igual que uno de cada cuatro jóvenes (26 por ciento). En el centro se sitúan también las personas con mayor nivel educativo: el 31,3 por ciento tiene educación superior. Mientras tanto, en la izquierda este porcentaje alcanza el 20 por ciento y en la derecha el 19,9 por ciento.

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La definición de centro es rigurosa, y está basada en tener posiciones moderadas entre el estatismo y la privatización, por ejemplo. Pero también es posible medir qué tantas personas se identifican con partidos políticos que tienen ‘posiciones intermedias’. En el estudio de Los Andes, estos serían la Alianza Verde, el Partido Liberal, La U y Cambio Radical, con los cuales se identifica el 46 por ciento de los colombianos. Entre los lugares donde más fuerza tienen los partidos asociados al centro están la Amazonia y el Caribe. En Bogotá, la región central, la oriental y la pacífica hay más personas ‘de centro’ que prefieren que las consideren independientes o sin partido.

Fuente: © barómetro de las américas por lapop

Los de centro son más en todos los países. No es una excepción que eso ocurra en Colombia. “En general, las ideologías adoptan la forma de campana de Gauss, menos gente en los extremos”, anota Rodríguez-Raga. Lo sorprendente del estudio es que en Colombia, excepto en temas de paz, la polarización toca con más fuerza a los políticos que a la ciudadanía. Entre la gente, insisten los investigadores, “la polarización se limita a lo referente al acuerdo de La Habana, y la distancia entre los que apoyan la paz y los que no también fue promovida por las élites”. 

*Estudio hecho por el Observatorio de la Democracia de la Universidad de los Andes y Usaid, a partir del Barómetro de las Américas, que contempla una entrevista a 1.663 habitantes de municipios de todo el país, realizada entre el 18 de septiembre y el 27 de diciembre de 2018.