VACUNAS
¿Qué tan preparados estamos en Colombia para producir vacunas? Esto dice Asinfar
El presidente Iván Duque hizo una invitación a las farmacéuticas. El gremio pone sobre la mesa lo que requieren para empezar el camino que fue suspendido en los años 90.
Hace un par de días, el presidente Iván Duque, en presencia de los empresarios de Procaps, lanzó la idea como un sueño para los próximos años: poder volver a producir vacunas en Colombia.
La propuesta fue como una especie de reto, pues en el país el esquema colombiano incluye 21 vacunas que protegen contra 26 enfermedades, pero ninguna se produce localmente.
José Luis Méndez, presidente del gremio de la industria farmacéutica, Asinfar, recordó que desde los años 90 se suspendió la producción de biológicos.
Era toda una línea de producción industrial que, según citó en una columna de opinión el profesor Moisés Wasserman, bioquímico exrector de la Universidad Nacional, la última vez que se hicieron vacunas en el país, en 1998, hubo una producción de 2,5 millones de frascos para la fiebre amarilla, 11 millones de la vacuna para el tétanos y 6 millones para la tuberculosis, entre otras.
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No obstante, una decisión gubernamental detuvo la tarea. Según Méndez, la orden surgió tras el cambio de reglas globales sobre las plantas de producción de vacunas, lo que llevó al Gobierno a preferir importar y no gastar para invertir en las adecuaciones que requerían las nuevas normas internacionales. Para Wasserman, el tema se dio porque “las transiciones entre gobiernos suelen ser ásperas, pero ninguna como la de ese año, cuando se pasó del gobierno de Ernesto Samper al de Andrés Pastrana”. Fue así como el ministro de Hacienda de ese entonces pidió congelar todos los programas de inversión.
Faltan varios eslabones
Ahora, con cierto entusiasmo recibieron las farmacéuticas la idea de volver a producir vacunas en el país. Méndez, sin embargo, dijo que no es algo tan rápido como todos quisieran, pues nadie está listo para desarrollar vacunas: “No es un tema que se pueda hacer de la noche a la mañana”.
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Lo que sí subrayó el gremio es que estarían listos para hacer adecuaciones de las plantas que se tienen, como una opción para participar en una parte del proceso de producción de los biológicos. “Sería algo similar a lo que está haciendo Argentina. Participa en la parte final del proceso, en el llenado, en el etiquetado. Con ello, ese país ayuda a las plantas de otros países”.
Pero, al decir del presidente de Asinfar, para cumplir ese sueño que lanzó Duque, uno de los caminos es que, en el llamado ‘Pacto por el crecimiento’, lanzado en 2019, se incluyan de inmediato las mesas de trabajo para explorar y potenciar las posibilidades de recuperar la capacidad de producir vacunas en Colombia.
El tema demandaría como mínimo unos 6 meses, contando “con la ayuda del Gobierno y las inversiones de las empresas en las plantas; este tiempo sería solo para participar en la parte final de la producción de vacunas”.
¿Cuál sería la ayuda del Gobierno?
Si bien el dirigente gremial dice que no es fácil que las compañías salgan de un momento a otro a invertir 20, 30, 50 millones de dólares, se puede pensar en formar un colectivo para que se junten esfuerzos financieros.
De parte del Gobierno, se requiere que se facilite el camino regulatorio. Méndez pone sobre el tapete algunos ejemplos, como el establecimiento de guías específicas, de manera que, si se van a adecuar plantas de producción y se requiere traer equipos, el Gobierno permita una agilidad en esos trámites. Si se requiere construir áreas de producción, que las autoridades hagan rápidamente las visitas. Es decir, “se requiere una plataforma de estabilidad jurídica”, que sería lo único que animaría a los inversionistas a apostarle a la estrategia.
¿Para qué serviría?
El principal valor agregado de producir vacunas en una nación es la independencia, pues según expresa Méndez, no hay certeza aún de si tendría un efecto sobre el costo (entre comprar y producir). “Probablemente, en lo que llaman el escalamiento de los lotes de la producción industrial habría ahorros. Pero la ganancia más cierta está en no depender de otros”.
Una vez avanzado en ese escalón de participación, el país podría estar preparado –a largo plazo– para el desarrollo de nuevas vacunas. “Eso ya sería en alianza con las universidades”.
Según el vocero de Asinfar, desde 2018 la industria de producción local ha venido insistiendo en la necesidad de una Política Industrial Farmacéutica que permita mejorar capacidades para la producción. Por eso, ahora “las empresas afiliadas a este gremio están listas para participar en los escenarios en que sean convocadas para empezar con acciones colectivas y reales”.