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Pronósticos para 2019

¿Cómo será el nuevo año? SEMANA analiza los escenarios más probables de los próximos doce meses.

6 de enero de 2019

  • No Duque: subirá en las encuentas

Nunca antes un mandatario se había desgastado tan rápidamente como el presidente Iván Duque. Cayó de 54 a 27 por ciento de imagen positiva en los primeros cien días. Eso obedeció en gran parte a su intento de ampliar el IVA a la canasta familiar y a las protestas estudiantiles. Pero eso ya pasó y de ahí en adelante ha habido buenas noticias: la muerte de Guacho, el acuerdo sobre un aumento del 6 por ciento del salario mínimo y el pacto con los estudiantes.

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Eso no le permitirá regresar a las cifras superiores al 50 por ciento con las que llegó a la casa de Nariño en agosto del año pasado, pero habrá un Iván Duque con cifras de 30 y 40 de imagen favorable en el futuro cercano. El gobierno seguirá recibiendo palo por falta de rumbo y parálisis en el Legislativo. Pero al presidente lo perciben como una persona inteligente, trabajadora, responsable y bienintencionada. Y esa imagen no ha cambiado por los tropiezos que ha enfrentado. Mientras los colombianos lo sigan viendo así y después de haber caído tan pronto y tan profundamente, todo será mejoría.

  • Uribe: en la corte no le pasará nada

El expresidente tiene la obsesión de que la Corte Suprema de Justicia lo va a meter a la cárcel. Eso no va a pasar. Para comenzar, saldrá del escenario la persona que él consideraba su principal enemigo: el magistrado Barceló, quien termina su periodo de 8 años. Su investigación, además, ya no está en manos de la Sala Penal de la corte, sino de la nueva Sala de Instrucción creada para garantizar la doble instancia. Allí tiene su expediente la magistrada Cristina Lombana, quien viene de la Justicia Penal Militar y no del sector judicial que Uribe critica. Además, todos descartan que tenga animadversión personal contra el expresidente.

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El tratamiento del tema requerirá mucho cuidado y tomará mucho tiempo. Cualquier decisión que adopte antes de las elecciones regionales de octubre sería interpretada como una actitud política y por lo tanto se puede anticipar que de aquí a final de año no habrá definiciones en ese proceso. Para que la corte asuma una decisión de esa magnitud requeriría primero escuchar todos los testigos y al propio expresidente. Además, la reforma hecha a la corte implica que primero tendrá que investigarlo la Sala de Instrucción y luego, si lo acusa, tendría que asumir el proceso la nueva Sala de Juzgamiento. Eso tardará años.

  •  Odebrecht: no habrá grandes revelaciones

Con la llegada del fiscal ‘ad hoc’ y las inminentes declaraciones de los funcionarios brasileños de Odebrecht, hay gran expectativa sobre la verdad definitiva acerca de ese complicado escándalo. En realidad es muy poco probable que aparezca alguna información importante de ahora en adelante. El suspenso sobre este asunto se basaba en dos premisas. 1) Que la Fiscalía de Néstor Humberto Martínez no podía tener independencia para investigar ese caso. 2) Que por cuenta de ese conflicto de intereses nunca llegó al fondo del asunto. La primera premisa es válida, la segunda no tanto. Las investigaciones sobre Odebrecht estuvieron en manos de los fiscales del caso que, si bien son nombrados por Martínez, no se prestarían para un tapen tapen. Lo mismo pasará con el fiscal ad hoc, Leonardo Espinosa.

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Como algunos lo han presentado como un títere de Martínez, tendrá la prioridad de demostrar lo contrario. Eso no quiere decir que pueda encontrar fácilmente elementos de fondo que le den un giro radical a ese proceso. Por otro, los brasileños ya han dicho lo que querían decir y no es de esperar que agreguen nuevos elementos. Lo que está ya sobre la mesa es básicamente lo que hay. El pronóstico, por lo tanto, es que no va a haber nada muy emocionante. Todo seguirá en las grabaciones de Jorge Enrique Pizano, en el contrato de transacción firmado entre el Grupo Aval y Odebrecht, en las denuncias de los brasileños contra José Elías Melo y en el fiscal firme en su cargo mientras se defiende de sus críticos. Prueba reina no va a haber.

  •  Andrés Felipe Arias: no lo extraditarán 

El caso del exministro de agricultura se ha convertido en el símbolo para el Centro Democrático de lo que ellos consideran una persecución judicial ar-bitraria de la Corte Suprema contra el uribismo. Por eso, es poco probable que en un gobierno del Centro Democrático, traigan a Arias al país para encerrarlo en una cárcel a cumplir lo que le falta de sus 17 años de condena. Hasta ahora el gobierno ha tratado el problema con mucha cautela para no desafiar a la Corte Suprema de Justicia en Colombia. Por eso las intervenciones oficiales en el país se han limitado a hacer gestiones de buena voluntad como la carta de Francisco Santos al Departamento de Estado. Pero el exministro tiene una situación judicial muy vulnerable, pues Estados Unidos puede extraditarlo por decisión propia en cualquier momento.

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Eso hace pensar que el gobierno de Iván Duque tendrá que tomar decisiones más concretas para impedir esa extradición. Una de estas podría ser retirar la solicitud. La opinión pública no necesariamente lo vería bien, pero teniendo en cuenta que para Álvaro Uribe y para el sector que él representa es una cuestión de honor, seguramente el presidente elegido por esa colectividad tendrá que hacer algo. Si Andrés Felipe Arias llega al país esposado y con uniforme naranja para entrar directamente a la cárcel, el fuego amigo que él tiene dentro de su partido pasaría de los dardos a la bomba atómica.

  • Luis Fernando Andrade: No regresa a Colombia 

El exdirector de la ANI ha sido ambiguo sobre el tema pero todo indica que se quedará en Estados Unidos. Sus declaraciones oficiales condicionan su regreso a su seguridad. Y para él, ese tema está lejos de estar asegurado. Ha dejado saber que no confiaría en escoltas asignados por el gobierno colombiano. Y como prueba de esto se presentó a la última citación con chaleco antibalas y escoltas norteamericanos. Las preocupaciones sobre su vida podría parecer exageradas, pero cada uno es dueño de sus miedos y los hechos que rodean el caso de Odebrecht asustan a cualquiera.

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Otra consideración es que al tener 11 cargos en su contra, lo pueden exonerar de la mayoría, pero hay una alta posibilidad de que lo condenen por alguno y se vaya a la cárcel. Por otra parte, la ventaja de ser ciudadano norteamericano le ha brindado el apoyo de ese gobierno y seguramente en poco tiempo sus abogados notificarán que está dispuesto a seguir respondiendo ante la justicia, pero desde Estados Unidos. Eso significaría que si finalmente lo exoneran, volvería al país. Si no, enfrentaría una situación judicial comparable a la de Andrés Felipe Arias, pero con la simpatía de las autoridades norteamericanas podría permanecer en ese país.

  • Santrich: no será extraditado

La extradición del líder de la Farc es el mayor chicharrón que ha tenido la JEP en su corta historia. De hecho, ya generó una fuerte controversia con la Fiscalía y la Procuraduría cuando el nuevo organismo decidió solicitar las pruebas sobre los hechos. La JEP está ante un callejón sin salida porque si aprueba extraditar a Santrich podría afectar la credibilidad del sistema frente a los desmovilizados. Pero si no lo hace, se arriesga a una arremetida de muchos sectores políticos y sociales.

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Sea cual fuere la decisión de la JEP, finalmente este año no saldrá extraditado porque la decisión final recae en la Corte Suprema de Justicia. Este organismo, consciente de las implicaciones que tendría en el proceso de paz, ha dejado saber que no está de acuerdo con enviarlo a Estados Unidos. En todo caso, este año se producirá una titánica batalla judicial que comenzará en la propia JEP, pues contra esta determinación podrían presentarse recursos y acciones de tutela que llegarían a la Corte Constitucional, lo cual alargaría el trámite muchos meses más. Así llegará al final de 2019 sin que haya una decisión definitiva.

  • Alcaldesa de Bogotá: Claudia López 

La capital podría tener este año, por primera vez en su historia, una alcaldesa elegida por voto popular. La exsenadora Claudia López está posicionada para obtener esa victoria. Bogotá ha demostrado ser un terreno fértil para los candidatos alternativos, y la personalidad vehemente y contestataria de la posible candidata encaja con ese perfil. Su principal obstáculo es su compañero de partido Antonio Navarro. Este aspira también a ser alcalde de Bogotá y es tan buen candidato como ella y un poco más moderado. Sin embargo, en una eventual consulta interna entre los verdes, Claudia, por ser más mediática, llevaría ventaja. Una vez escogida como abanderada podrá buscar una convergencia con el Polo Democrático y con el petrismo, todavía fuertes en Bogotá.

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Con ese esquema se fortalecerá como favorita para derrotar a los representantes de los partidos tradicionales que podrían incluir a David Luna, Miguel Uribe, Carlos Fernando Galán y Samuel Hoyos. Algunos de ellos conocen la problemática del Distrito más que Claudia López, pero la alcaldía de Bogotá históricamente acaba en manos de figuras nacionales y no distritales. Seguramente se formará una coalición de centro-derecha para frentear a la de centro-izquierda. Sin embargo, en estas épocas de escepticismo y falta de credibilidad en las instituciones, tiene las de ganar el voto indignado de la posible candidata de los verdes.

  • Reforma tributaria: se salvará 

Tras los múltiples errores y vicios de procedimiento que habrían cometido los congresistas durante el trámite de la ley de financiamiento, muchos expertos tributarios consideran que no pasaría el examen de la Corte Constitucional. La encrucijada actual haría imposible para la corte aprobarla con tantos vicios de forma, pero al mismo tiempo, si la tumbara, dejaría desfinanciado al país para 2019.

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Cualquier reforma hecha este año solo entraría en vigencia en 2020. La corte es consciente de esta realidad y tendrá que buscar fórmulas. Es tan delicado el tema que finalmente podría pensarse en que en lugar de hundir la reforma, la corte se la podría devolver al Congreso para que subsane los vicios y la vuelva a presentar. Ese es el escenario más probable, pues de lo contrario el gobierno se quedaría sin chequera para funcionar.

  • La economía: el crecimiento superará el 3 por ciento

La economía continuará en recuperación y, según el promedio de los analistas consultados por SEMANA, su crecimiento estará alrededor del 3,26 por ciento en 2019. Esto representa un leve repunte frente al 2,6 por ciento que habría crecido en 2018. Lo bueno es que el crecimiento de este año será más homogéneo, pues todos los sectores suben en algún porcentaje y no habrá contracciones.

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Lo malo es que el repunte será modesto y la dinámica económica seguirá por debajo de su potencial. Ningún analista espera un gran despegue. Pero el gobierno proyecta un crecimiento en 2019 de entre el 3,5 y el 4 por ciento, ante las expectativas de que continúe la recuperación del consumo de los hogares y la inversión total por cuenta de la Ley de Financiamiento. No obstante, para esto tendrá que generar un clima de mayor confianza para evitar que el pesimismo se apodere de los consumidores.

  • Inflación: va a aumentar 

La inflación en 2018 estuvo bajo control y se volvió A ubicar en el rango meta del Banco de la República, para finalizar el año alrededor del 3,3 por ciento. No obstante, para 2019 los analistas esperan un repunte en el nivel general de precios de la economía ante factores como la devaluación del peso, factores climáticos y el incremento del 6 por ciento en el salario mínimo. Un dólar alrededor de 3.400 impactaría los precios de los bienes importados y también de los servicios públicos y los alimentos, que se verán también afectados por el fenómeno de El Niño que llegará en la primera parte del año.

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Para algunos analistas, el aumento del salario mínimo también incrementa las expectativas inflacionarias para 2019 y habrá que esperar cómo se siguen comportando los precios de los combustibles. Sin embargo, también es claro que nadie ve la inflación desbordada y que todas las proyecciones la ubican al final del año dentro del rango meta del emisor.

  • Dólar: llegará a 3.400 pesos 

La tasa de cambio finalizó el año en 3.250 pesos por dólar, lo cual representó una devaluación del 8,9 por ciento en 2018. Esto se debió al cambio en las condiciones financieras globales representado en un aumento en las tasas de la FED, la salida de capitales hacia Estados Unidos y, en general, un fortalecimiento del dólar a nivel mundial.

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Dado que estos factores se mantendrían este año, el peso seguirá experimentando grandes presiones en 2019 e incluso no se descarta que alcance niveles de 3.400 pesos por dólar, sus máximos alcanzados a principios de 2016. No hay que olvidar que la tasa de cambio es bastante estacional y que durante la primera parte del año se revalúa ante el pago de impuestos de grandes contribuyentes y las monetizaciones de los dividendos de Ecopetrol. Por esto, quienes la ven en esos niveles históricos consideran que podría llegar hacia la segunda parte del año y en la medida que haya un mayor deterioro del panorama económico global. 

  • Trump: no se va a caer


Pesar de las voces que llaman a un impeachment contra el presidente de Estados Unidos, es muy poco probable que el Congreso revoque el mandato de Donald Trump. La propia Nancy Pelosi, la demócrata que acaba de regresar a la presidencia de la Cámara de Representantes, aseguró la semana pasada que “esa sería una estrategia muy divisoria en este momento y no debemos emprenderla sin conocer los hechos”. Por los hechos se refiere a las conclusiones que arroje el informe que en este momento adelanta el fiscal especial Robert Mueller sobre la intervención de los rusos en las pasadas elecciones y el papel del presidente en ese esquema.

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Pero incluso si ese informe encuentra que Trump quebró la ley, proceder con su destitución no sería una tarea fácil. En efecto, aunque los demócratas tienen la mayoría en la Cámara Baja, los republicanos seguramente bloquearían la iniciativa en el Senado. Además, un proceso de impeachment a un año de comenzar la contienda electoral puede darle a Trump el pretexto para alegar una persecución demócrata con miras a las presidenciales de 2020.

  • Maduro: firme 

A pesar de su aislamiento en la región, de que el Grupo de Lima desconoció el nuevo mandato que empezará esta semana y de las sanciones que Estados Unidos y la Unión Europea podrían intensificar, varios factores atornillan a Nicolás Maduro en la presidencia de Venezuela. A nivel doméstico, tiene un amplio respaldo de sectores del Ejército, pues Maduro les permite gobernar de facto con una fachada seudocivilista y democrática, mientras la oposición está muy debilitada tras años de luchas infructuosas sin que surja un líder claro.

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La idea de una intervención militar directa de Estados Unidos, o a través de Brasil, su nuevo mejor amigo, es poco probable a pesar de los discursos agresivos de Donald Trump y de Jair Bolsonaro, pues en Venezuela hay intereses internacionales muy poderosos. Maduro tiene el respaldo de potencias como China, quien tiene inversiones multimillonarias en el país y no quiere que la inestabilidad afecte sus negocios, y Rusia, que usa a Venezuela para mostrarle los dientes a Estados Unidos en la zona. Al parecer, el dictador está blindado.

Petroleo: ovlverá a subir

Durante los últimos dos meses, el precio del petróleo de referencia Brent ha caído desde niveles de 85 dólares por barril que alcanzó en octubre hasta 54 dólares con los que finalizó el año, ante el incremento de la producción en Estados Unidos y las crecientes preocupaciones de una desaceleración de la economía mundial.

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Pero a pesar de esta fuerte reducción en pocos meses, los grandes bancos del mundo esperan un repunte de los precios del petróleo en 2019 y que este se ubique en promedio alrededor de 70 dólares por barril. Es decir, un nivel similar al promedio de 2018 (72 dpb). Este escenario requiere la ausencia de una fuerte recesión económica a nivel mundial y que los grandes países productores agrupados en la OPEP tengan éxito en la estrategia de recorte de suministros.

  • Partidos tradicionales: perderán en las capitales

En general, las elecciones de octubre –para alcaldes, gobernadores, concejos y asambleas departamentales- van a seguir el mismo rumbo de los últimos años. A la hora de escoger mandatarios locales, los colombianos no se comportan como en los comicios para escoger Congreso o presidente de la República.

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Cada cita con las urnas es diferente. En 2019 los partidos tradicionales volverán a ser grandes protagonistas, si se asume como criterio de éxito político la elección del mayor número de alcaldes y gobernadores. Liberales, conservadores, La U y Cambio Radical conservarán su hegemonía regional en los lugares en los que han sido históricamente fuertes. Sin embargo, en las grandes capitales y en varios departamentos se consolidará la fuerza de candidatos independientes.

  • Iván Márquez no volverá

La falta de comunicación de Iván Márquez con la Jurisdicción Especial de Paz es insostenible. A punta de cartas, el exjefe guerrillero no podrá demostrar su compromiso con la verdad y cumplir con los actos de reparación que tiene pendientes con las víctimas. Si se mantiene esa desconexión, rápidamente empezará el mismo proceso que tiene a el Paisa con un pie fuera de los beneficios del acuerdo.

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Si bien el futuro de Jesús Santrich es un factor determinante, pocos creen que aunque no se materialice la extradición, el exjefe del equipo negociador volverá. Varios factores le dan vuelo a esa teoría. Primero, la maltrecha relación con los compañeros de su antiguo partido. Y segundo, los retrasos, desajustes y problemas que presenta la implementación del acuerdo, que cada día se desprende del pie de la letra que muchos pensaron que conservaría desde La Habana. El retorno no se verá en 2019.

  • ELN: Posible rompimiento definitivo 

La negociación con el ELN lleva más de 150 días. Pero después de haber estado a punto de firmar un cese al fuego bilateral, las partes no se ponen de acuerdo para reactivar la mesa en La Habana. Mientras el gobierno condicionó la discusión a la renuncia al secuestro y aplazó la reanudación hasta cuando terminen las liberaciones, la guerrilla responde a cuentagotas. Ninguna de las partes quiere dar la espalda al apoyo de la comunidad internacional y, además, pagar el precio por dejar morir otra oportunidad.

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Sin embargo, cada día se reducen más las posibilidades de que arranque la paz con los elenos y llegue a feliz término. No hay reglas claras ni se ve un interés político. Las liberaciones del ELN pasan inadvertidas sin un pronunciamiento del gobierno, que ni ha nombrado a sus voceros y ni siquiera ha participado de una sola reunión. Han reducido los acercamientos a llamadas y a uno que otro comunicado. Así las cosas, los movimientos en el gobierno apuntan más a asfixiar la mesa, que a buscar una salida negociada como la de las Farc.

  • Cultivos de drogas: no habrá grandes resultados 

Hay pocas expectativas alrededor del plan que presentó Iván Duque para encarar su cruzada contra las drogas. El paquete estratégico no incluye nada nuevo, sino más de lo mismo que han aplicado otros gobiernos para tratar de reducir las 171.000 hectáreas de coca reportadas el año pasado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito.

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Si bien el presidente se comprometió a mostrarle a Trump reducciones graduales, los expertos no creen que los resultados sean sostenibles y temen por el costo que de nuevo pagará el país bajo el esquema del garrote y la zanahoria. El impulso que toman los equipos de erradicación forzada y los incumplimientos a quienes firmaron acuerdos de sustitución voluntaria, combinados con un eventual regreso de la aspersión aérea, tienen la-tente la posibilidad de un paro cocalero semejante al que ocurrió en 1996.

  • Copa América: Colombia peleará el campeonato 

La Copa América en Brasil planteará el principal reto para la Selección Colombia y la última oportunidad para que una brillante generación de futbolistas pueda tener su consagración internacional. Aunque el equipo colombiano aparece en el póker de cuatro favoritos para levantar el trofeo (junto a Brasil, Argentina y Uruguay), las circunstancias previas al torneo no le favorecen. Tras la salida de José Néstor Pékerman, la Selección comenzará un nuevo proceso bajo un nuevo director que impondrá un nuevo estilo, para lo cual tendrá muy poco tiempo. La Federación tiene previsto designar al nuevo seleccionador a finales de enero y entre las opciones estarían el portugués Carlos Queiroz, el brasileño Luis Felipe Scolari, campeón del mundo con Brasil en 2002, o el colombiano Arturo Reyes, quien asumió en forma interina la selección de mayores en los amistosos del año pasado. El principal objetivo de esta nueva era será clasificar al Mundial de Catar 2022, por lo que la Copa América de Brasil podría ser una escala de preparación de cara a las eliminatorias.

  •  Nairo: el año de la revancha

Nairo Quintana tiene 28 años y a la luz de sus proezas en las carreteras europeas es el mejor ciclista colombiano de la historia. Ganador del Giro de Italia (2014) y la Vuelta a España (2016), tiene su asignatura pendiente en el Tour de Francia, aunque este año tiene una nueva oportunidad para aprobarla. Vestirse de amarillo en París es su principal reto del año, más aún porque su equipo, el español Movistar, decidió excluirlo del Giro de Italia para que se concentre en la vuelta gala.

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El colombiano no está entre los favoritos, encabezados por los británicos Chris Froome, que busca su quinto Tour, y Geraint Thomas, actual campeón, así como el holandés Tom Dumoulin y los franceses Thibaut Pinot y Romain Bardet. Nairo buscará revancha de las últimas dos ediciones en las que no superó el décimo lugar.