NACIÓN
Ibes, el líder social al que secuestraron, asesinaron y arrojaron al río
Su liderazgo y activismo duró varios años: creó una empresa comunitaria y uno de los primeros consejos de víctimas del Cauca. Estaba al orden para dialogar siempre con el Ejército y evitar acciones violentas.
Trabajaba la finca Ibes Trujillo con un conocido cuando dos personas –una mujer y un hombre con armas largas- los obligaron a subirse a un carro. Eran las 2 de la tarde del 10 de julio y estaban en zona rural de Buenos Aires, Cauca.
Dieron vueltas durante varias horas, luego los bajaron y continuaron a pie. Una persona cercana a Trujillo dice que los secuestradores consiguieron un caballo porque no podía caminar muy bien debido a una cirugía. Una caída lo había dejado varios días sin poder dar ni un paso, estaba delicado por la intervención. El caballo, más que ser una ayuda, agilizó el paso hacía su muerte.
Los ataron a un árbol, hasta que en la madrugada del día siguiente decidieron dejar libre al conocido de Ibes, una persona ajena a la región que tuvo el infortunio de vivir semejante cosa.
Trujillo estaba en una lista de 380 miembros de Marcha Patriótica en el que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos pedia que se les otorgaran medidas cautelares por su liderazgo en zonas de conflicto
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Ibes se quedó atado. Conversaron y acordaron acercar al liberado a alguna carretera para que pudiera llegar solo al municipio de Suárez, Cauca. No hubo más noticias. Solo se supo lo que lo vio por última el testigo. Hasta el 17 de julio, cuando encontraron el cuerpo de Ibes sobre las riberas del río Marilopez, en avanzado estado de descomposición.
Como ha pasado en los lugares en donde los líderes están siendo asesinados, en Buenos Aires y Suárez el ambiente evapora tensión por doquier. Desde hace meses aparecen panfletos todos los días firmados por grupos armados, algunos de vieja data, otros con nuevos nombres.
Fue por las masacres del Naya que Ibes comenzó con su activismo y su liderazgo. Una serie de hechos sanguinarios que comienzan en 2001 cuando los paramilitares le cortan las manos y cabeza a Gladys Ipia en la vereda los Robles; a Eudilio Rivera lo degüellan y a Jorge Valencia y Evelio Güetia lo torturan.
Trujillo constituyó con otros líderes la Coordinación Nacional Afro (Conapro), donde jugó un papel importante para juntar bases afro en su departamento.
Siguiendo una de las rutas más agreste del tráfico de cocaína, el Camino Real del Naya, los paramilitares fueron dejando cuerpos para imponer el terror.
Ibes, decide acercarse a las víctimas y "recoger el sentir, e intentar hacer algo por lo que estaba pasando", dijo una persona que fue cercana al líder social. Se conformó un comité de derechos humanos y así nació Renacer siglo XXI, una de las primeras organizaciones de víctimas del Cauca.
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Luego constituyó con otros líderes la Coordinación Nacional Afro (Conapro), donde jugó un papel importante para juntar bases afro en su departamento. Los que lo conocieron coinciden en que cada vez que se hacía una movilización social él era el mediador entre militares y comunidades.
En 1984 la construcción de la hidroeléctrica Salvajina agregó a la región tensiones sociales muy complicadas. Con los desplazados por esa obra de ingeniería nació una empresa comunitaria que ayudó a fundar con el nombre de Brisas del Río en Agua Blanca Audacia
"Imagínese: en 2013, fuimos víctimas de una trampa del Ejército con dinero. La idea era que se acercara la gente a tomar un dinero y detonaron explosiones y varias de las personas de la zona que venían con él perdieron sus miembros. Él era nuestra cabeza, el negociador. Luego por represión nos desplazaron a El Descanso en Santander de Quilichao y a pesar de eso hablaba con el ejército para hablar, para dialogar", dijo alguien cercano a Ibes Trujillo, a quien considera como la persona que le hizo florecer la pasión por la lucha de sus derechos.
Y luego termina diciendo que “después seguimos hablando, estamos ocupados esperando a ver qué dice Medicina Legal”. Fabio Rojas, coronel de la Policía en Cauca, fue consultado sobre este caso pero no dio ninguna respuesta. A La FM le dijo que el caso lo conoció hasta el pasado viernes a pesar de que el secuestro ocurrió el martes.
Pero se puede ir más atrás en esta historia. En 1984 la construcción de la hidroeléctrica Salvajina agregó a la región tensiones sociales muy complicadas. Con los desplazados por esa obra de ingeniería nació una empresa comunitaria que ayudó a fundar con el nombre de Brisas del Río en Agua Blanca Audacia.
Fue una finca maderera, le solicitaron esa finca al Incora, y el Incora la adjudicó. Tenía pino y eucalipto, cambiaron el uso, por café caña, plátano, maíz y fríjol y se dedicaron a esos cultivos y se especializaron allá en esa zona.
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Otro activista cercano dice "me acerqué por la lucha de un proyecto del trasvase del rio Oveja, consiste en quitarlo de su curso normal y llevarlo hacia el rio Cauca. Había que organizarse porque ese proyecto habría sido una fatalidad y no queríamos que se repitiera la historia de Salvajina, hasta se veía la dimensión de lo que podía ser. Muchas personas partieron a Cali, otras a Bogotá”.
Y las anécdotas fraternas nunca faltaron. Una vez Trujillo y Francia Márquez viajaron a un Consejo Comunitario del rio Naya en Buenaventura. En la verada San Francisco hacían un reinado popular en octubre con características ancestrales, y de repente les propusieron hacer de jurados. Trujillo desistió: “no me voy a comprometer de jurado", dijo. Las deliberaciones duraron dos días, y cuando la gente escuchó el veredicto de uno de los acompañantes, la comunidad explotó de indignación porque la vereda San Francisco nunca había perdido. Lo primero que hicieron los vecinos fue buscar a Ibes, quien salió en defensa de los jurados para evitar que el problema creciera, y "habló con toda la seriedad para que se calmaran, que no era para tanto, pero yo sabía que por dentro se estaba muriendo de la risa".