Nación
¿Quién es alias Otoniel, máximo cabecilla del Clan del Golfo?
El hombre que estaba en el primer lugar de la lista de los más buscados en el país tendrá que responder por sus crímenes en una Corte de Estados Unidos. Su cacería tardó años.
Como un triunfo de la institucionalidad de Colombia, aseguran expertos en seguridad, es la extradición de Dairo Antonio Úsuga, alias Otoniel. Pero, ¿quién es este peligroso delincuente con más de siete sentencias condenatorias en su contra y cabecilla de la organización criminal conocida como el Clan del Golfo?
Alias Otoniel arrancó su carrera criminal al lado de grupos de guerrilla; luego, sin explicación, terminó en los paramilitares y tras varios procesos de desmovilización terminó fundando su propia organización criminal que demagógicamente bautizó como las Autodefensas Gaitanistas, que no era otra cosa que el Clan del Golfo.
Al frente de esa organización fue responsable del envío de toneladas de cocaína desde Colombia a Estados Unidos, México y Europa. Con los años y el proceso de paz entre el Gobierno nacional y las Farc, logró ubicarse como la empresa criminal y narcotraficante más peligrosa de todo Colombia.
Alias Otoniel, de 48 años de edad, estuvo más de 30 en la criminalidad. Su nombre se empezó a escribir en los informes de inteligencia cuando se sumó a las autodefensas campesinas de Córdoba y Urabá al mando de alias Don Mario, que también fue extraditado a Estados Unidos, el destino que ahora comparte el máximo cabecilla del Clan del Golfo.
En su prontuario, Dairo Antonio Úsuga también incluye su paso por el Ejército de Liberación Popular (EPL) y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) al lado de Carlos Castaño. Estuvo vinculado al crimen desde todos los escenarios, lo que descarta una idea política o social. Su objetivo era el narcotráfico y en ese propósito asesinó, extorsionó y se enfrentó a otros narcotraficantes.
Nació en Necoclí (Antioquia) y a los 16 años ya estaba al lado de grupos criminales. En 2012 su hermano, Juan de Dios Úsuga David, alias Giovanny, murió, por lo que asumió el control total de la organización criminal y asimismo las decisiones que en adelante se convirtieron en los crímenes.
Alias Otoniel tiene en su contra 160 órdenes de captura por los delitos de homicidio, secuestro, extorsión, narcotráfico, extorsión, terrorismo, concierto para delinquir, reclutamiento forzado de menores, abuso sexual, fabricación, tráfico y porte ilegal de armas, entre otros delitos. Lo acusan de cometer masacres y tiene notificaciones azul y roja de Interpol.
Justamente por la peligrosidad de sus crímenes es que el Gobierno lanzó un operativo que tenía el único objetivo de neutralizar a alias Otoniel, la misma estrategia que permitió su captura en un procedimiento impecable para la Fuerza Pública y que dejó al cabecilla reducido en el suelo, clamando por su vida mientras les advertía a los uniformados que era Otoniel.
Más de 3.000 hombres de las Fuerzas Militares y de la Policía integraron ese operativo que permitió la captura de Otoniel. Advierten las autoridades que es un número significativamente superior a los uniformados que participaron en el llamado Bloque de Búsqueda que logró dar de baja al capo Pablo Escobar.
El prontuario de alias Otoniel también incluye casos de abuso sexual en contra de menores de edad. Niñas que la organización criminal ubicaba y dejaba a merced de las garras del cabecilla. Son delitos sumados a las condenas que en Colombia corren en su historial criminal.
Luego de su captura y notificar la orden de extradición, la Corte Suprema de Justicia avaló el pedido de Estados Unidos, a pesar de que muchos sectores se opusieron a la extradición, bajo pretexto de que en ese país no contaría la verdad. El presidente Iván Duque autorizó la extradición y solo quedaba por resolverse un recurso ante el Consejo de Estado. Los magistrados negaron la medida provisional que tenía en vilo la extradición.
Este miércoles se cumplió con la extradición. Alias Otoniel estaba recluido en las celdas de la Dijín de la Policía y en un robusto operativo se cumplió con el traslado y posterior entrega a agentes de la DEA que harán los trámites ante las autoridades de Estados Unidos.