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¿Quién es el caleño que espera que la EPS le ampute el brazo?
El joven pide que le amputen su brazo derecho. Asegura que su calidad de vida mejoraría.
El pedido del deportista caleño Juan Carlos Torres es fuerte y claro: quiere que le amputen el brazo derecho. Al escucharlo, suena contraproducente, pero no lo es.
Un accidente sufrido en septiembre de 2020 cuando montaba bicicleta en una carretera de la zona rural de Jamundí, Valle del Cauca, lo cambió todo. El joven se lanzó hacia un costado de la carretera cuando vio que una moto se acercaba a él a gran velocidad y en contravía. El choque contra unos bolardos terminó causándole una lesión irreparable en el hombro del brazo derecho.
“Lo que me explicaron es que, como recibí el impacto directamente en el hombro, los nervios se separaron. El impactó los estiró y los reventó”, contó Torres. El diagnóstico médico es que sufrió una lesión en el plexo braquial.
Es por eso que desde ese momento viene pidiendo al sistema de salud la amputación de esta extremidad, pues alega que le representa una carga y le dificulta la realización de sus actividades diarias. “El brazo es, por así llamarlo, un estorbo. Está ahí, pero no hace nada, no funciona”, explicó el deportista.
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Asegura que continuar con este brazo adherido a su cuerpo le ha traído más problemas que beneficios, ya que se ha convertido en una carga: “El peso (del brazo) es aburridor porque yo me paro normal y al rato estoy de lado porque el mismo peso genera eso”.
“Con una prótesis podría recuperar ciertas funciones y actividades, y eso facilitaría un poco más mi estilo de vida en muchos aspectos”, reflexionó. Es por eso que Torres, de 25 años, insiste en que lo que más desea es que le retiren el brazo derecho.
“En este momento el brazo representa a ese vecino cansón que hace bulla todo el día y no aporta nada”, aseveró.
Antes del accidente, el joven se dedicaba a la fotorreportería; sin embargo, la lesión lo arrastró a abandonar la que hasta ese momento era su pasión. Ahora está enfocado en el ciclismo y, de hecho, para facilitar sus entrenamientos arriba de la bicicleta, decidió amarrarse el brazo hacia atrás para que, como él mismo dice, no le estorbe.
“Llegar a ese punto de tener el brazo colgado en la parte de atrás fue lo más cómodo, porque cuando entrenaba con el brazo suelto me terminaba pelando la pantorrilla con el roce. El brazo quedaba como un péndulo, entonces me desequilibraba”, expuso.
Afirma que durante la lucha contra el sistema de salud para lograr la amputación del brazo le han puesto muchas trabas, pero ve cerca el momento en que ya no tendrá que batallar más contra su propio cuerpo. Sueña, ya sin el brazo derecho, entrenar duro para llegar a unos Juegos Paralímpicos.