Fiscalía, tras la pista del investigador privado que contrató John Poulos para seguir a Valentina Trespalacios; ¿quién es?

“Su comportamiento raya en lo brutal y en lo enfermizo”, de esta forma, calificó la Fiscalía General el actuar de John Poulos, el principal sospechoso del crimen de la DJ bogotana Valentina Trespalacios. En la diligencia, celebrada en la mañana de este miércoles, se revelaron nuevas pruebas en contra del ciudadano estadounidense quien, tras asesinar a la joven, habría intentado ocultar su cuerpo y escapar del país.

En la narración, y para sustentar su petición, el fiscal manifestó que Poulos tenía comportamientos manipuladores motivados por los celos, hecho por el cual –según las declaraciones de la mamá de la joven y de su mejor amiga– llegó a controlarle sus amigos, revisar frecuentemente sus redes sociales y presionarla para que no asistiera a ciertos eventos o se alejara de otras personas.

Esto lo llevó, incluso, a contratar en Colombia a un investigador privado para que siguiera a la DJ en sus eventos personales y profesionales en la capital de la República. Fue el mismo Poulos quien le confesó lo que había hecho, tras señalarle que vio una fotografía en la que uno de sus amigos le cogía una pierna. Por este tipo de comportamientos, ya Valentina había discutido y alejado del hombre, de 35 años de edad, pero retomó la relación unos meses después.

Ahora bien, la Fiscalía General está tras la pista del investigador privado, con el fin de conocer la forma como fue contactado por Poulos, la información que le envió, el pago por sus servicios y las instrucciones que le dio el estadounidense. Igualmente, si trabajó con él en otras oportunidades.

Parte de esta documentación estaría en los registros del celular que le fue incautado a Poulos. Igualmente, han sido consultadas personas cercanas a la DJ para establecer si durante “los toques” en discotecas o salidas con amigos vieron a algún sujeto extraño.

Con esta información se busca completar el perfil criminal de Poulos, quien ya ha sido calificado como un celópata por parte de los investigadores, quienes tienen suficiente evidencia para determinar que el hombre, motivado por un rumor de infidelidad, habría planeado el crimen de la joven.

Esta hipótesis tomó fuerza tras conocer la declaración del conductor del Uber que recogió a Poulos en el aeropuerto El Dorado, de Bogotá, el 19 de enero. En su testimonio, aseguró que durante el camino al edificio, ubicado en la calle 102 con carrera 21, le mostró una foto de una joven a quien calificó como “su novia”; acto seguido le dijo que “lo estaban utilizando”.

“Lo que se dice es que –dice el testigo– John le mostró una fotografía de su novia e hizo un comentarios, es decir, que la novia lo estaba utilizando a él”, aclaró el fiscal del caso durante la solicitud de medida de aseguramiento en centro carcelario.

Siete mil dólares en efectivo y 15 tarjetas de crédito

Para la Fiscalía General, es evidente que desde el primer momento el plan de Poulos, tras cometer el crimen de la joven, era escaparse del país y así nunca atender a las autoridades. Prueba de esto es que tras lo ocurrido entregó el apartamento y vehículo que había alquilado, apagó sus teléfonos celulares para no ser contactado y borró sus perfiles de las redes sociales.

Posteriormente, arrojó el celular de Valentina en un parque y se dirigió al aeropuerto El Dorado de Bogotá, donde tenía programado un vuelo en Panamá. Ese país era una escala para viajar a Estambul, capital de Turquía. Sin embargo, su plan para evadir a la justicia tenía un ingrediente adicional, pues su viaje tenía como finalidad llegar a Podgorica, capital de Montenegro, país en el oriente de Europa, con el cual no existe un tratado de extradición con Colombia.

Por esto, considera que la medida de aseguramiento en un centro carcelario es la única válida, puesto que no cuenta con arraigo en Colombia y ya intentó escaparse, razón por la cual no cabe la detención domiciliaria o la firma de un compromiso para comparecer.