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“Quieren formar una tenaza que abarque a Venezuela, Ecuador y Colombia”: Lenín Moreno

El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, habló sobre los archivos del computador de alias Uriel que reveló SEMANA, la presencia del ELN y las Farc en su territorio, las elecciones que se avecinan en su país, el papel de Rafael Correa, entre otros.

2 de febrero de 2021
“Quieren formar una tenaza que abarque a Venezuela, Ecuador y Colombia”: Lenín Moreno
“Quieren formar una tenaza que abarque a Venezuela, Ecuador y Colombia”: Lenín Moreno | Foto: Collage Semana

SEMANA: ¿Cuál es la primera impresión que tiene usted con esta publicación?

Lenín Moreno: Para mí no es ninguna noticia nueva. La verdad es que antes no hubiera creído que esto estuviera ocurriendo porque el lenguaje que se utilizaba por parte de un presidente que aprendió a mentirle a Ecuador, aprendió a mentirle a Latinoamérica y al mundo, era un lenguaje que parecía destinado al progreso, a la libertad, a la tolerancia, al respeto y totalmente a las personas más desprotegidas de la sociedad; pero esto realmente no ocurrió.

Estos archivos de este supuesto personaje llamado Uriel... Y qué paradójico, precisamente Uriel era el ángel que protegía la luz, que protegía el sol, que conducía, que comandaba la luz que siempre significa conocimiento, significa verdad. Es paradójico que hayan sido utilizados para fines tan perversos como los de este sujeto.

SEMANA: Uno de los puntos que contenían estos archivos tiene que ver con la campaña presidencial en Ecuador. Allí se menciona a Andrés Arauz, que es el candidato del expresidente Rafael Correa, ¿qué opinión tiene sobre esto?

L. M.: Mire, estamos prácticamente a una semana de las elecciones y yo prefiero ser extremadamente cauto en mi apreciación con respecto a los candidatos. Yo no sé cómo afecte o no al candidato que usted ha mencionado. Son temas que corresponden a la tarea de la función electoral, en primera instancia, o a la Fiscalía y a la justicia, en segunda instancia. Ellos serán los que tendrán que verificar acerca de la veracidad y acerca del seguimiento. Entiendo que habrá un proceso para hacer seguimiento de esta denuncia que se ha hecho.

SEMANA: Ante la gravedad de estos hechos que ya están judicializados aquí, en Colombia, ¿están siendo materia de investigación por parte de las autoridades allá en su país, Ecuador? ¿Van a investigar esto?

L. M.: Pero claro. No olvide que ahora en Ecuador, desde el periodo en que yo soy presidente, se institucionalizó al país. Se determinó que cada institución –Contraloría, Fiscalía, Justicia, etc.– tenían la calidad de independencia y son autónomas. No es como sucedió en el periodo anterior, en el cual el expresidente Correa dictaba justicia desde sus sabatinas y dictaba sentencias también desde sus sabatinas. Esto ya no ocurre en el país. Ahora cada institución tiene la libertad de poder ejercer en autonomía sus capacidades y sus potestades.

SEMANA: ¿Qué información tiene usted de la injerencia del ELN hoy en Ecuador?

L. M.: A raíz del asesinato de los periodistas por parte del grupo llamado Oliver Sinisterra, que los dirigía el terrorista Guacho, el Ecuador, la Policía y el Ejército ecuatoriano, más la Policía y el Ejército colombiano, han detectado aproximadamente a 70 personas, las cuales están encarceladas ya. Identificarlas en el grupo terrorista o narcotraficante al cual pertenecen se me hace un tanto difícil y es cuestión de la justicia, pero hay 70 personas encarceladas.

La presencia del ELN y de los grupos terroristas de Colombia se hizo evidente en el momento en el que hubo un levantamiento en el mes de octubre. Usted se acordará, del año 19, en el cual correístas, más gente que sabía perfectamente acerca de guerrilla urbana –y quiénes más podían ser sino aquellos– más algunas personas un tanto despistadas, se aprovecharon de un legítimo levantamiento por parte de los indígenas. Se aprovecharon de esa situación y crearon caos bajo la pretensión de que el Gobierno fuera destituido. Ese era el objetivo.

Fueron inclusive encontrados dineros que se les repartían a los manifestantes y con los cuales se adquiría los insumos para poder continuar con esta tarea de supuesto derrocamiento del presidente de la república. Pasaron en esa ocasión pero no han dejado de hacerlo en ningún momento de mi mandato.

SEMANA: Se entiende la prudencia que usted debe mantener en medio de las elecciones que ya están por cumplirse en Ecuador, en su país. Sin embargo, presidente Lenín, ¿le parecieron graves estas denuncias? Volviendo al caso del candidato Andrés Arauz, ¿son delicadas estas denuncias?, ¿dejan inquieto al Gobierno, a las autoridades?

L. M.: Bueno, la denuncia es extremadamente delicada. Extremadamente delicada porque eso tiene implicaciones legales, pero claro está y vuelvo a repetir que he manifestado que voy a tener total independencia con respecto a las elecciones. No tengo candidato, no he participado como candidato y he sabido respetar el derecho y el deber que tiene un presidente de mantener su imparcialidad en un proceso electoral.

SEMANA: El expresidente Rafael Correa asegura que todo esto es una patraña. ¿Qué piensa?

L. M: Él suele utilizar ese lenguaje de alcantarilla, no es el lenguaje que utilizo yo. Como usted puede ver, yo generalmente me refiero a él como “expresidente Correa”. No soy yo el que le ha calificado de delincuente, no soy yo el que le ha calificado de secuestrador, no soy yo el que le ha calificado de corrupto y de ladrón. Lo ha hecho la justicia y la gente que ha hecho las acusaciones respectivas.

SEMANA: Dijo algo que llamó mucho la atención y es que venía el triunfo de Arauz y que usted, Lenín Moreno, no tendría dónde esconderse...

L. M.: Ah, ya lo escuché. Ya lo escuché en una entrevista que hizo al diario El País de España. Yo sé que no tendré dónde esconderme porque no tuvo dónde esconderse la gente que ha sido asesinada como el general Jorge Gabela, como Bosco Wisuma, como el capitán Ortega, como Quinto Pasmiño, como su esposa, como su suegra, como el periodista Valdivieso... Más un montón de etcéteras. Entre esos, lo que hizo con la justicia con respecto al exdiputado, exasambleísta, Galo Lara, y con respecto a su pareja, a la cual le patearon en el estómago hasta provocarle el aborto. Así eran las venganzas que tenía el anterior expresidente, Correa.

SEMANA: En las revelaciones que hace SEMANA sobre estos archivos de Uriel hay un archivo que dice lo siguiente: “Se trata de mantener y afianzar nuestra estrategia de reconocimiento que en su momento se esperaba fortalecer con nuestro amigo del cinturón”. ¿Según los informes de inteligencia, se estarían refiriendo al expresidente Rafael Correa? ¿Qué piensa usted de este episodio?

L. M.: Hay una parte de la Biblia que dice: “El que tenga entendimiento, que entienda, que comprenda”. La verdad es que es fácil deducir, pero prefiero no hacerlo yo. Ya lo han hecho ustedes en la revista y lo ha hecho la ciudadanía y lo interpretan así. Así como interpretan también el tema de la mariposa, que casualmente es el emblema de aquello que también estuvo mencionado en el artículo. Entonces ya pueden ustedes deducir, no lo voy a hacer yo. Lo han hecho ustedes y lo ha hecho ya también el pueblo ecuatoriano.

SEMANA: Presidente Lenín, quisiéramos preguntarle también por lo que usted cree o piensa que puede ocurrir en el Ecuador en un eventual triunfo de Andrés Arauz. Usted, evidentemente, ha tratado de mantener la independencia, de dar todas las garantías, pero, ¿teme usted, presidente, que una presidencia de Andrés Arauz signifique un retroceso contra la guerrilla colombiana en el Ecuador?

L. M.: Lo fue el periodo del expresidente Correa. Le voy a comentar algo. Después del triunfo de Rafael Correa, sospechosamente se formó una franja virtual, similar a la que tienen en Colombia, en la que transitan con bastante liberalidad las personas que trafican la droga. Es por eso que en ese periodo, en el periodo del expresidente Correa resolvieron que se daba el encuentro en las playas en las costas ecuatorianas, se daba el encuentro de paquetes de cocaína que en más de una ocasión los pescadores, los campesinos, los entregaban a las autoridades.

Esto no podía sino provenir de barcas llenas de droga que naufragaban o barcas que eran detectadas y que seguramente arrojaban el contenido de droga hacia el mar, tratando de librarse de ellos, de librarse de la persecución de las autoridades.

Esa franja yo la detecté apenas asumí la presidencia y me di cuenta de la cantidad de mentiras y patrañas entre muchas otras que había montado el expresidente Correa. Ordené que no se trafique un solo gramo de cocaína más por nuestro territorio. Ni un solo gramo pedí y eso, claramente, es bastante imposible de cumplir en su totalidad; pero lo pedí porque entendía yo que, independientemente de que esa cocaína no fuera a nuestro país, iba a otros países: iba a Estados unidos, iba a Europa, iba a Asia a cercenar el futuro de niños y jóvenes. Y eso no se puede permitir. No se puede permitir.

Jugar con el destino de nuestros niños, de nuestros jóvenes, es un crimen de lesa humanidad y no podíamos permitirlo. Es por eso que, inmediatamente, como ya no tenían aliados, en ese momento vino la reacción del criminal llamado Guacho. Asesinó a tres periodistas y puso bombas en estancamientos policiales en Esmeraldas, en San Lorenzo, y empezó ese ataque que únicamente con el apoyo del hermano país de Colombia y de su presidente Iván Duque, con el cual trabajamos permanentemente y de la mano, les hemos podido contrarrestar.

SEMANA: ¿El entonces presidente Rafael Correa permitía todo esto que usted nos está diciendo? ¿Él era cómplice de todo esto?

L. M.: Nosotros creíamos que era verdad el momento en el que él se quejaba de la intromisión, supuestamente, de los aviones que habían bombardeado Angostura. No lo justifico, le reclamamos en su momento determinado al presidente Álvaro Uribe por esta intromisión en nuestro territorio, pero luego investigamos y averiguamos que perfectamente conocía acerca de la presencia de estos grupos y que se apoyaban en ellos para empezar a formar grupos insurgentes en nuestro país. Hemos detectado nosotros tres de ellos que han sido neutralizados por parte del Ejército ecuatoriano.

SEMANA: ¿Rafael Correa permitía el narcotráfico por parte de grupos armados ilegales colombianos en el Ecuador? ¿Él permitía estas actividades de narcotráfico?

L. M.: Mire, deduzca usted, señor periodista, deduzca usted. Había una franja en la cual transitaban con total libertad, además fueron inutilizados completamente los radares y no se compró ningún tipo de armamento para poder dotar a nuestra Policía y a nuestro Ejército para que realicen un combate. Por favor, si después de esas tres premisas usted no puede deducir la conclusión, yo creo que habrá mucho que hablar.

SEMANA: ¿Usted teme que con Andrés Arauz volvamos a este escenario en Ecuador? ¿Teme usted que el presidente eventual Arauz vuelva a actuar como usted dice, como posiblemente actuó Correa?

L. M.: No lo sé, no lo sé. Yo lo único que he escuchado por parte del candidato Arauz es que va, al principio decían, a liberar de culpa y por poco a indultar al presidente Correa de los crímenes de lesa humanidad cometidos por él.

De lo que sí estoy seguro es que el dólar ha significado para el Ecuador estabilidad económica. El intento, claramente, de estabilizar las cuentas públicas, va a dejar de funcionar en el país porque ha ofrecido inclusive tomar el dinero de las reservas que tiene el Banco Central y que corresponden al encaje bancario que los bancos depositan en el Banco Central y que pertenecen al ahorro de los cuentacorrentistas. Ese dinero, supuestamente, lo iba a utilizar para que no esté ocioso, como dice él. No, no es un dinero ocioso, es un dinero que sirve para respaldar a la gente que tiene sus ahorros.

SEMANA: Le preguntamos también al expresidente Correa eso que se decía en Ecuador que, de repente, si Arauz llega, lo va a indultar. Él decía que no estaba buscando un indulto. ¿Usted cree que si gana Arauz van a indultar a Correa?

L. M: No tengo conocimiento. Lo que sí es verdad es que en el tiempo de Correa la justicia se hacía desde Palacio porque era dirigiendo las principales instituciones de control. Estaban exsecretarios y amigos del expresidente Correa y ellos eran los que hacían la justicia, una justicia bastante a la deriva, de la que lastimosamente fallecieron muchísimos políticos, empresarios, periodistas y el pueblo ecuatoriano. No se olvide que era un tiempo en el cual se persiguió a periodistas, se persiguieron empresarios, se trató de corruptos a periodistas, se trató de corruptos a empresarios, se trató de corruptos a ecologistas, se trató de corruptos a mujeres, a indígenas, a maestros, a enfermeras, a médicos, etc. Es decir, todo el mundo era corrupto menos el que realmente lo había sido.

SEMANA: ¿Usted siente temor de que esa justicia, así como usted la llama, que se ejercía desde Palacio, regrese si gana Arauz, que además está punteando en las encuestas? Lo decimos por usted y por lo que dijo aquí el expresidente Correa, que usted no tendría dónde esconderse, ¿cree que lo van a perseguir, que lo están amenazando?

L. M.: No, si ya me han perseguido. No se olvide que tienen mucho poder, el poder del dinero que se fueron llevando, el poder del dinero del narcotráfico y el poder, por supuesto, del temor que causan en redes, o ese gran poder económico que tienen. ¿Que no tendré dónde esconderme? Vuelvo a recalcar, el general Gabela, que fue asesinado por denunciar un negociado del Gobierno, está fallecido. Quinto Pasmiño que denunció un negociado del Gobierno, también falleció; su esposa la cual seguramente él habrá comunicado lo que conocía, también fue asesinada. Es decir, Julián Jiménez, Bosco Wisuma, es que son incontables.

Si es que en algún momento usted me lo permite, porque entiendo que este medio no da para tanto ni la memoria me alcanza para tanto, le voy a pasar el listado de todas las operaciones flagrantes, asesinatos, secuestros y crímenes de todo tipo que se cometieron por orden del presidente Rafael Correa.

No se olvide usted de que en Colombia hay un juicio por el secuestro del activista político ecuatoriano Fernando Balda y las dos personas que actuaron en ese secuestro, que eran Raúl Chicaiza y una agente (Diana) Falcón, ellos siempre se referían al expresidente Rafael Correa como Carlitos, era el seudónimo que utilizaban y que en más de una ocasión les llamó a decir que “estaban protegidos, que no se preocupen”, así lo declaró Raúl Chicaiza que guardó un tiempo de prisión al igual que la agente Falcón. Pero no ha guardado prisión aquella persona que fue la gestora, la promotora del secuestro, que está huido como generalmente lo hacen todos los delincuentes cuando una justicia realmente autónoma ejerce su tarea.

SEMANA: Presidente, con toda la información que usted tiene desde su gobierno, desde todas las autoridades de su país en todo este tiempo, ¿usted cree que el expresidente Rafael Correa tiene o tendría vínculos con la guerrilla del ELN y de las Farc?

L. M.: No lo dudo, bajo ninguna circunstancia. Lo que propició siempre, supuestamente la paz que estaba pregonando, por ejemplo, las Farc. Recuerde usted que inclusive se llamó al ELN para que hagan las negociaciones de paz aquí en el Ecuador y se lo digo con toda sinceridad: yo creo en la paz. Yo creo en la paz, yo soy un fiel creyente en la paz, es por eso que acepté a los guerrilleros del ELN, a la dirigencia guerrillera que venga a negociar acá el proceso de paz, pero me pareció sui géneris su comportamiento, porque en un momento determinado continuó con sus secuestros, continuó con sus asesinatos, continuó con sus explosiones y en ese momento dije que tienen que salir del país. Que cuando deseen hablar de paz, practiquen primero la paz.

SEMANA: Eso fue con el gobierno Santos precisamente aquí, en Colombia. ¿Ese Gobierno sabía?

L. M.: El Gobierno de Santos o de…

SEMANA: Sí, el gobierno de Santos.

L. M.: ¿Acerca de qué?

SEMANA: Acerca de los posibles nexos que usted está diciendo del ELN y de las Farc con Rafael Correa.

L. M.: Muy difícil decirlo, muy difícil decirlo. Esas cosas no se hacen a la luz del día, generalmente se hacen en las tinieblas.

SEMANA: Con todo esto que usted nos señala de Rafael Correa, afirmaciones graves sobre las cuales usted dice que no tiene ninguna duda... ¿por qué el candidato de Rafael Correa es el favorito de las encuestas? ¿Qué pasa en Ecuador, qué pasa con los ecuatorianos, por qué cree usted que entonces él va punteando en las encuestas?

L. M.: Yo no sé si él vaya punteando en las encuestas. Hay encuestas que dan favoritos a unos, hay encuestas que dan favoritos a otros. Usted sabe, previo a las elecciones siempre hay una guerra de encuestas, una guerra de encuestas en las cuales cada quien presume ganar en más encuestas que el otro. Para mí se me hace un poco difícil determinar la verdad y por ética no debería hacerlo.

No se olvide usted que nuestros países tienen algo que podríamos denominar, tal vez, algo similar al síndrome de Estocolmo: suelen enamorarse de quienes les hacen daño. Ahí hay varias personas que tienen ese tipo de comportamiento, no me asombraría que haya algo de ese comportamiento de esa voluntad de comportarse en el próximo evento electoral.

SEMANA: ¿Ha hablado usted con el presidente Iván Duque sobre estos hechos revelados por SEMANA? ¿Están pidiendo una colaboración a las autoridades? ¿Qué están haciendo ustedes en materia diplomática a raíz de estas revelaciones de SEMANA?

L. M.: Estamos a la expectativa de que el presidente Iván Duque y el gobierno colombiano tengan la gentileza de proporcionarnos toda la información que además nos interesa y compromete al país en este tema. Estamos a la expectativa de que esa información fluya, de acuerdo a la información que dan ustedes de la última revista que tuvo usted la gentileza de enviarme. Todavía no están abiertos todos los archivos, entiendo que hay miles, millones de archivos que faltan todavía desencriptar, entiendo que en el momento en el que estos sean desencriptados, en ese momento podremos conocer no solamente esa realidad sino muchas otras realidades que lesionan realmente la democracia y la paz de nuestros países.

SEMANA: Quitemos el nombre Arauz. El hecho de que el nombre del ELN hoy esté rondando en una campaña política o en la campaña política en Ecuador, ¿le parece grave, le parece que puede traer consecuencias graves?

L. M.: Independientemente de cualquiera sea la persona que apoyaría un grupo guerrillero y terrorista, no deja de estremecerme. No deja de estremecerme al igual que, entiendo, ha estremecido a todos los ecuatorianos una situación así. Los ecuatorianos somos gente de paz. Los ecuatorianos somos gente que apreciamos vivir en esta paz que nos la hemos ganado un poco difícilmente, no ha sido fácil conseguir la paz pero debemos conservarla. Queremos vivir así, queremos vivir en paz.

SEMANA: Presidente Lenín, ¿cuándo se desilusionó usted de Correa? Ya usted está a punto de terminar su mandato y esto ha sido una pugnacidad casi que permanente. ¿Cuándo se desilusionó, cambió su opinión sobre él?

L. M.: El escritor Tolkien en sus libros de El señor de los anillos marca una pauta cuando se refiere a este genio del mal Sauron y dice “Sauron, como todos los genios del mal, comenzó siendo gente buena”. Eso es lo que pasa cuando la gente se ensordece, cuando la gente se enamora exageradamente del poder y cree que no debe haber alternatividad y que son las únicas personas destinadas a gobernar.

Comenzó nuestro gobierno bien, comenzó bien. Comenzamos trabajando mucho, yo de forma particular en el tema de la discapacidad llegamos hasta los últimos confines de la patria a atender a la última persona con discapacidad. A tal punto que el programa “Manuela Espejo, vamos adelante”, es un programa que causa reacciones como esta. Cuando se menciona en los foros internacionales de discapacidad la Misión Manuela Espejo, la gente aplaude de pie, de pie porque fue un éxito grande e incluso me valió ser nominado al Premio Nobel de la Paz. Después de mi periodo, empecé a observar ciertas cosas extrañas, ciertas actitudes negativas que no me gustaron. Es por eso que me negué a volver a ser reelecto vicepresidente de la república, a pesar de la inmensa aceptación que tenía.

Acepté la nominación que me hizo el doctor Ban Ki-moon, secretario general de las Naciones Unidas, para ir a representar a las discapacidades como su enviado especial en Ginebra y me fui a trabajar, a alejarme un poco de la política y manifesté mi deseo de separarme definitivamente de la política.

Solo cuando fue el presidente Correa –en el cual algo de confianza tenía todavía– a rogarme, se lo digo con toda sinceridad, a rogarme a Ginebra, para eso fue a Ginebra, a rogarme que sea su candidato porque él sabía que a pesar de haber provocado que la Asamblea reconozca la posibilidad de reelegirse, la Constitución que aprobó el pueblo no lo dictaba así. No consultó al pueblo, consultó a una Asamblea obsecuente para poder reelegirse y él sabía que no podía reelegirse y que por la aceptación popular que tenía, el único que podía garantizar la victoria era yo y me dijo, con palabras casi llorosas –él es un poco propenso a llorar– me dijo que yo era el único que podía salvarlo. Yo dije de repente: “Sí”. Porque había mandado una carta previamente a él y al movimiento político en la cual les decía que es necesario refrescar nuestras relaciones internacionales.

Está mal esa relación con países que no valen la pena, países dictatoriales como Venezuela. Refresquemos nuestras relaciones internacionales y volvamos a dialogar, a conversar, inclusive con los oponentes políticos, que era importante lograr y trabajar sobre grandes consensos nacionales. Así se lo planteé, que había que reconciliarse con indígenas, que había que reconciliarse con mujeres, con ecologistas, con ambientalistas, con médicos, con profesores, etc. Que había que reconciliarse con ellos, que quería un país de reconciliación, yo se lo planteé así y le dije: “Si tú quieres que yo sea presidente, ¿me vas a dejar gobernar?”. Y él me dijo estas palabras, y lo tengo a Dios como testigo: “Lenín, yo me voy a ir a Bélgica porque le debo a mi familia mucha atención de la que le he privado durante diez años. Tú vas a poder gobernar con tranquilidad”. Mentira, mentiroso, mentiroso, porque el primer día, mientras manifestaba mi discurso ante la Asamblea Nacional, ya se fue y desde ahí empezó a lapidarme, empezó a insultarme, empezó a lapidar mi Gobierno y todo aquello que supuestamente iba a respetar, pues rompió su compromiso como ha roto tantos y tantos compromisos, tantos y tantos juramentos.

Mentiroso, eso es lo que fue. Y después me topé, además me dijo y aquí debo hacer un mea culpa. Yo estaba trabajando en el sector social, jamás me preocupé de revisar cuentas, pensé que realmente todos estábamos trabajando honestamente el próximo objetivo. No sabía la cantidad de corrupción que había. En el momento en el que me topé con la corrupción, en el momento en el que me topé con las cuentas falsas, en el momento en que me topé con aquella deuda que él decía que era de 24, 25.000 millones de dólares, que era casi tres veces esa cantidad, en ese momento me di cuenta de la clase de gente que había gobernado al país.

Le comento que el presidente dice que lo he perseguido, nunca lo he perseguido, nunca. Lo único que hice fue dejar a las instituciones que funcionen de forma autónoma, de forma independiente, y el resultado lo tenemos allí. Las investigaciones determinaron que no era sino el líder de una organización corrupta que tenía como propósito recaudar mucho dinero para tratar de perpetuarse en el poder.

Mucho cuidado con eso sí. Mucho cuidado con eso debemos tener no solamente los ecuatorianos sino en Colombia porque no se olviden que Ecuador es el próximo objetivo, el siguiente objetivo que ellos quieren conseguir es Colombia. Quieren formar una tenaza, una pinza, que abarque Venezuela, que avance Ecuador y poder presionar a la hermana República de Colombia. Por eso, colombianos, mucho, mucho cuidado con estos grupos que siempre se disfrazan, jamás lucen a la luz del día. Generalmente se esconden en las tinieblas para hacer sus macabros planes.

SEMANA: ¿Por qué finalmente usted termina rompiendo relaciones con Rafael Correa? ¿Qué provocó eso en usted para estar en orillas tan distantes?

L. M.: La mentira, la mentira, la mentira. Siempre negaron todo acto de corrupción, siempre negaron que las cuentas estaban falseadas, ocultas y encriptadas. Siempre lo negaron, la mentira. Le dije mentiroso, “eres un mentiroso, has dejado un país en la quiebra, en la ruina”. Bastante trabajo ha costado volver a poner al Ecuador en plan de recuperación y peor todavía después de esta crisis de pandemia por la cual hemos atravesado.

SEMANA: Usted durante su Gobierno tuvo que lidiar con una fuerte presión ciudadana, muchas protestas a lo largo de su mandato. Luego de las investigaciones, ¿usted pudo comprobar injerencia del ELN y de las Farc detrás de estos movimientos de protesta social que afrontó en su Gobierno?

L. M.: Eso se está investigando, de todas formas nosotros sabemos el tipo de actuación que tienen estos grupos. La guerrilla urbana para la cual estaban preparados fue puesta en práctica en el momento que se fabricaban armas de tipo casero que en el Ecuador no se les conocía. Nunca se les había utilizado y que, por cierto, no eran armas de fuego, aparentemente, pero eran esos tubos que se convertían en una verdadera arma de fuego y que causaban tantas lesiones en policías y en ciudadanos. Allí estuvieron ellos, sin duda alguna, allí estuvieron ellos.

SEMANA: ¿No estaba comprobada entonces la presencia del ELN y de las Farc en esas protestas?

L. M.: Muy difícil saberlo. Está muy difícil saberlo pero un poco por los síntomas se puede dar la enfermedad. ¿O es que la enfermedad viene como un rótulo en la frente afiebrada del enfermo?

SEMANA: Quisiera leerle el comunicado que llegó del ELN sobre lo que se ha publicado en SEMANA. Dice el ELN: “Rechazamos la manipulación de información contra Ecuador. En la última semana, las agencias de inteligencia del Estado colombiano han difundido versiones falsas, en las que presentan al Ejército de Liberación Nacional como si estuviera injiriendo en asuntos internos de Ecuador; han sido vehículos de estas noticias falsas, primero la revista SEMANA, de la ultraderecha colombiana, y hoy en una cuenta de redes sociales del ciudadano ecuatoriano Michael Bliemsrieder”. Además dicen que rechazan que “el Gobierno de Duque anime esta guerra de información para injerir en el proceso de elecciones en curso en el vecino Ecuador. Repudiamos esta injerencia, al igual que la que ejecuta contra la República Bolivariana de Venezuela. Ambas constituyen una violación flagrante al principio de la autodeterminación nacional consagrado en la Constitución Política de Colombia”. ¿Usted siente que el presidente Duque y su Gobierno están injiriendo en las elecciones, en los asuntos internos de Ecuador, presidente Lenín?

L. M.: Mire, qué hermosa es la libertad. Qué hermosa es la libertad de la que gozamos los países realmente libres. Inclusive hay el derecho a negar cosas que se presentan como evidentes. Eso lo determinará la justicia, pero creo que hay bastantes pruebas para poder afirmar lo contrario. Es como las negadas de Rafael Correa. Rafael Correa también niega. Si usted va a una cárcel, y pregunta cuántos culpables hay, tráigame por favor el resultado.

SEMANA: ¿Usted cree que el Gobierno Duque está tratando de interferir en las elecciones de Ecuador?

L. M.: No, Iván Duque es una persona extremadamente transparente y libre como para poder manifestar una opinión. No, no lo está haciendo. Entiendo que él, al igual que todos nosotros, podemos tener unas ciertas preferencias, pero eso bajo ninguna circunstancia puede provocar una injerencia. Ni él lo haría ni nosotros lo permitiríamos.

SEMANA: Las elecciones serán el domingo y el expresidente Correa empezó a denunciar el pasado domingo en sus redes sociales y además lo dijo aquí en la entrevista con SEMANA que usted quería que se aplazaran las elecciones, ¿se van a aplazar las elecciones de Ecuador?

L. M.: No es verdad, bajo ninguna circunstancia, a pesar de la terrible pandemia por la que estamos pasando. Alguna vez hubo sugerencias de que se aplacen las elecciones y yo, en mis redes sociales, manifesté con toda claridad que bajo ninguna circunstancia permitiremos que se aplace las elecciones en el Ecuador. Otra vez, mentir.

SEMANA: Ya hemos escuchado en varias voces allí, desde Ecuador, que dicen lo siguiente: que si el señor Andrés Arauz llega a la Presidencia, el verdadero presidente sería Rafael Correa, ¿usted qué opina de eso que se está diciendo?

L. M.: Yo creo que por ética presidencial no debo opinar al respecto. Lo que sí es verdad es que aquí, el que triunfe en las elecciones, a cualquiera de los ciudadanos que estén de candidatos y que gane las elecciones, yo impondré la banda presidencial y felicitaré a su tiempo y le desearé el mejor destino, no únicamente para él sino para mi querido Ecuador.

SEMANA: Frente al los archivos de alias Uriel, este abatido comandante del ELN, ¿su Gobierno le va a pedir qué tipo de cooperación al Gobierno de Colombia? ¿Han solicitado ya formalmente el envío de esta documentación a las autoridades colombianas?

L. M.: Yo he estado ausente esta semana, estimado periodista. He estado ausente y recibí la información mientras me encontraba abordando un avión que, no sé si usted conoce, pero por poco se accidenta. Allí fue un poco tortuoso el encontrar otro avión para poder trasladarnos porque fue muy dura la situación en Washington y no he tenido tiempo de trabajarlo. Ahora tenía que hacer un trabajo a nivel rural. Yo estoy regresando dentro de unos minutos a Quito. Ahí me enteraré de cuáles son las gestiones que están haciendo las debidas instituciones con respecto a esta terrible denuncia que ha hecho la revista SEMANA.

SEMANA: No lo quiero dejar ir sin preguntarle por el susto que pasó en el avión este fin de semana cuando salía desde Washington hacia Quito, ¿qué fue lo que sucedió, presidente?

L. M.: Las personas que me acompañaron podrán decirlo. Yo no me asusto mucho, con mucha frecuencia. Le digo la verdad, no le tengo miedo a la muerte. Yo, hace 22 años que me dispararon, ahí aprendí a no tenerle miedo a la muerte. Hay otro tipo de muertes a las cuales uno sí tiene que tenerle temor, que son las muertes de las mentiras, que son las muertes de la falsedad, que son las muertes de la corrupción, esas muertes sí matan al ser humano.

SEMANA: ¿Se va a ir de Ecuador cuando termine su mandato?

L. M.: No creo. Yo amo mi país y me gusta vivir allí, me gusta vivir en mi país. Si es que el autoritarismo regresa, si es que la imposición regresa, si la falta de autonomía, independencia, repulsiones regresa, si el comportamiento dictatorial y hasta criminal y corrupto regresa, pues estaré ahí en la lucha, como lo estarán todos los ecuatorianos.

SEMANA: Entre otras cosas que dijo el expresidente Correa, acabo de recordar que habló de unas supuestas cuentas suyas en Panamá, a nombre de sus hijas y a nombre de su familia.

L. M.: La gente generalmente traslada su tipo de comportamiento en otras personas. Dígame usted, en verdad, ¿cree que existe una persona que envía dinero sucio abriría cuenta con el nombre de las hijas? ¿Se le ocurre a usted? Seguramente eso lo haría Correa, no lo haría yo, bajo ninguna circunstancia. Lo que sucede es que ese fue el nombre escogido para poder cancelarle una cuenta no mayor a un hermano mío por parte de una persona que tenía una cuenta en Panamá, nada más.

Todo lo demás son cosas domésticas, domésticas sin ninguna importancia, de las cuales se vale… Mire, el primer recurso que tiene un ladrón es acusar a otro del mismo crimen que le acusan a él. Eso es lo que ha ocurrido con el presidente Correa.

Dijeron que las cuentas que yo tenía en Suiza había trasladado 500 y un millón de dólares y que tenían dos y tres millones de dólares. Yo las presenté a la Fiscalía, Fiscalía las pidió a Suiza y Suiza, muy delicadamente, manifestó que no podía entregárselas. Yo, personalmente, pedí las cuentas y también he pedido, personalmente, la cuenta de Panamá, que ya allegó la información básica a la Fiscalía, de lo que tengo entendido. De todas formas yo no puedo ordenar que se abra esa cuenta, tiene que ordenarla la justicia porque no es una cuenta que me pertenece.

SEMANA: Presidente Lenín, ¿les quiere decir algo a los ecuatorianos desde aquí, desde esta entrevista que usted, muy amablemente, nos ha concedido?

L. M.: Únicamente lo de siempre. Los ecuatorianos saben que toda la vida, toda esta vida, he estado dedicado al país y más aún en esta presidencia. Independientemente que hay decisiones que uno toma y que en más de una ocasión no siempre satisfacen a la gente, siempre estaré a la expectativa de que cosas maravillosas ocurran. Únicamente, lo único que he hecho es poner los pies en la realidad y decirles a los ecuatorianos que ellos también pongan los pies en la realidad, que necesitamos vivir de verdad, vivir en la verdad, no vivir de la mentira y que crean las palabras de quienes les digan la verdad, no de quienes están acostumbrados a la mentira. Y que los quiero mucho, los ecuatorianos saben que los quiero mucho.

SEMANA: ¿Quiere decirle algo al expresidente Correa o pasa?

L. M.: Como le dije, yo siempre lo trato de expresidente Correa, independientemente de los epítetos de alcantarilla que él utiliza no solamente conmigo sino con muchísima gente más. Yo en algún momento quisiera encontrarme, realmente, con aquel líder que aspirábamos sea un ejemplo no solamente para Ecuador sino para el mundo y que de un momento al menos pensado, desapareció.

SEMANA: Un saludo para todos los ecuatorianos y les deseamos lo mejor en estas elecciones, que elijan al mejor.

L. M.: Así tiene que ser. Si usted me permite, con respecto a las investigaciones de narcotráfico en el Ecuador y de las relaciones con la guerrilla internacional, me permito recomendar si usted es tan amable de hablar con la secretaria de comunicaciones, ella tiene los nombres de las personas que pueden ayudarle a lo mejor con entrevistas, entre esas pueden ser Arturo Torres, Santiago Azarre, Juan Carlos Calderón, Carlos Larreátegui, de repente Diego Núñez. Ellos podrían ayudarle con información bastante más detallada. Yo no soy investigador periodístico, ellos sí han hecho investigación profunda y a lo mejor podrían ayudarle con mayor y más precisa información.