Nación
Ratifican condena contra ‘el tutelante’, quien con maniobras legales les garantizaba traslados de prisión a peligrosos criminales
Ya había sido condenado en primera instancia por un juez y la decisión fue confirmada por el Tribunal Superior de Cali.
La misma Justicia a la que apeló muchas veces para, a través de un contubernio ilegal, lograr mejores condiciones penitenciarias para delincuentes de alto perfil, como traslados a prisiones de menor seguridad o ubicadas en pequeños municipios, acaba de ratificar la condena contra Gabriel Alberto Arce Sepúlveda, cabeza de una banda conocida como ‘los Tutelantes’.
El alias de Arce tiene que ver directamente con su forma de operar ante los tribunales, a los que, vía tutela, les hacía reclamaciones. Un acuerdo previo con el juez le permitía lograr sus objetivos. El principal, lograr el traslado de sus clientes.
Según informaron desde la Fiscalía, “la decisión resalta que el sentenciado deberá cumplir una pena de ocho años y seis meses de prisión por los delitos de concierto para delinquir agravado y prevaricato por acción por 30 eventos distintos. La pena deberá hacerse efectiva en establecimiento carcelario”.
La investigación demostró que, entre 2015 y 2017, Arce Sepúlveda contactó a internos de alto perfil criminal en diferentes centros penitenciarios del país y, a cambio de altas sumas de dinero, presentó por lo menos ocho tutelas con las que garantizó que fueran enviados a cárceles de Florida, Yotoco y Vijes (Valle del Cauca), y Miranda y Guapi (Cauca).
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Pero el asunto es más de fondo. El abogado Gabriel Alberto Arce Sepúlveda se habría aliado con operadores judiciales en Cali, incluso un juez, quienes le garantizaban que las acciones de tutela que presentaba tuvieran resultados exitosos y así los más peligrosos delincuentes del país obtenían los traslados a penales de menor nivel.
“Para concretar su propósito ilegal, cooptó a un juez penal municipal de Cali, y se concertó con varios dependientes judiciales, directores de las cárceles municipales de Florida y Miranda, y funcionarios de diferentes entidades que le suministraron certificaciones, entre otros documentos”, informaron desde la Fiscalía.
Uno de los factores que generó la caída de Arce Sepúlveda fue que, pese a que en un momento se encontraba ya en prisión y el código disciplinario del abogado señala que no se puede ejercer la profesión estando detenido, él seguía haciendo de las suyas en los mismos centros de reclusión.
Así, señala la Fiscalía: “Los beneficiados con las decisiones permanecieron en condiciones menos restrictivas, se fugaron o cumplieron las penas en medio de beneficios y comodidades”.