NACIÓN
Reactivación, gratuidad y presencialidad: los logros que destaca la ministra de Educación
En entrevista con SEMANA, María Victoria Angulo habla de los logros del 2021 y de los retos que se vienen para el sector en el 2022.
SEMANA: Este 2021 fue un año lleno de desafíos para la educación, pero quizá el mayor fue el regreso de los estudiantes a la presencialidad en medio de la pandemia. ¿Con qué balance cierra el año, ministra?
MARÍA VICTORIA ANGULO (M.A.): El regreso a clases presenciales avanzó y contamos con la acción decidida de las secretarías de educación que están redoblando esfuerzos para dinamizar el proceso. Con corte al 30 de noviembre, registramos 100% de las secretarías de educación con retorno a la educación presencial y, en el sector oficial, que está bajo la responsabilidad directa de gobernadores, alcaldes y secretarios de educación, 42.388 sedes educativas que representan el 97% del total están abiertas a la comunidad educativa garantizando un servicio presencial con el cumplimiento de condiciones de bioseguridad. A nivel de estudiantes el país alcanzó el 83% en clases presenciales.
En educación superior, el 65% de las IES retornaron a la presencialidad, lo que representa el 61% de la matrícula de educación superior. Se espera un retorno total a la presencialidad al inicio de año 2022 teniendo también en cuenta la importancia de este retorno no solo para el desarrollo de los procesos académicos sino también para el desarrollo de programas de bienestar y acompañamiento emocional de los jóvenes luego de esta pandemia.
Para 2022, la educación tiene el desafío de lograr el total retorno a la presencialidad que es fundamental en el desarrollo integral de niños, niñas, adolescentes y jóvenes, desde la primera infancia hasta la educación superior.
Es importante indicar que en todas las regiones del país se encuentran ya abiertos todos los procesos de matrícula para el 2022. Es clave seguir trabajando de forma articulada para iniciar el año escolar con el 100% de los estudiantes en presencialidad.
SEMANA: En ese sentido, ¿qué se puede esperar para el 2022? ¿Cuáles son las recomendaciones para los directivos, profesores, padres de familia y estudiantes?
M.A.: El 2021 nos permitió confirmar que el retorno a la presencialidad es posible y que es vital para el desarrollo integral de niños y jóvenes. Por eso la primera acción es seguir trabajando por un retorno total a las aulas que permita avanzar en cerrar las brechas en el proceso de aprendizaje de niños y jóvenes. La segunda acción es continuar con el proceso de vacunación contra el covid-19 para que la totalidad de la comunidad educativa este inmunizada al inicio del próximo año escolar.
Sin ninguna duda, los docentes y directivos docentes continuarán con el compromiso con el cual han asumido las etapas de este proceso y a ellos les pedimos concentrar esfuerzos para que el 2022 se enfoque en la recuperación y aceleración de aprendizajes y en los proyectos orientados a fortalecer la calidad educativa.
SEMANA: Ministra, pese a las dificultades que deja la pandemia, ¿se pueden destacar oportunidades para el sector educativo?
M.A.: La pandemia ha hecho de este periodo el más atípico y retador que hayan tenido recientemente el sistema educativo y la sociedad. Así como generó los impactos y retos en materia de aprendizajes, que estamos abordando y donde debemos redoblar esfuerzos, también dejó ver varias oportunidades para el sector. Los procesos educativos se desarrollan con una mayor articulación entre las familias y maestros. Se aceleraron los procesos de innovación educativa, al diversificar las herramientas de apoyo pedagógico físicas y virtuales que promueven el aprendizaje autónomo y fomentan las capacidades de trabajo colaborativo, y el trabajo de los docentes se enfoca en un conjunto de competencias y aprendizajes priorizados.
La situación de emergencia por el covid-19 ha contribuido a que el sector educativo avance de manera significativa en términos de adopción y apropiación digital. Hemos evidenciado un incremento importante en el uso de herramientas digitales, el uso intensivo de recursos educativos, el aprovechamiento de canales y medios como WhatsApp y redes sociales que se pusieron al servicio del aprendizaje de los estudiantes. También hemos evidenciado una aceleración en los procesos de transformación digital y un crecimiento sin igual en el sector de tecnologías educativas en el país. Es preciso mencionar la evolución de Colombia Aprende hacia un ecosistema digital para el aprendizaje, que además de ofrecer más de 88 mil recursos educativos, también brinda diversos servicios y experiencias educativas a la comunidad, dispuestas con el propósito de contribuir a desarrollar las capacidades, competencias y habilidades de maestros, directivos y estudiantes para fortalecer sus aprendizajes.
Por su parte, Co-Lab (Laboratorio de innovación para la educación superior) ha favorecido diversos escenarios de aprendizaje colaborativo entre instituciones de educación superior (IES), que además de ayudar a encontrar respuestas oportunas y eficientes a los retos de la educación en la coyuntura de Covid-19, ha permitido fortalecer las capacidades institucionales de las IES para impulsar procesos sostenibles de innovación educativa y transformación digital. Muestra del impacto que esta estrategia ha tenido, es que hoy cerca del 70% de las IES participan en las diversas líneas de trabajo de Co-Lab. Se destaca también la implementación del Plan Padrino, donde cerca de 130 IES han trabajado de la mano para transferir buenas prácticas, compartir lecciones aprendidas y colaborar en torno a desafíos comunes del sector.
Finalmente, también hay que señalar que la pandemia ha promovido escenarios innovadores de aprendizaje para los maestros donde se evidencian valores como la solidaridad y se promueve el trabajo colaborativo. Estas acciones tienen un énfasis especial en lo rural, para lo cual hemos definido una política específica desde el Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022.
SEMANA: Precisamente, en materia de infraestructura educativa, ¿cuál es el balance, ministra? ¿Esas obras cómo están ayudando al retorno a la presencialidad?
M.A.: En las distintas regiones del país los estudiantes de los colegios oficiales están viendo que la transformación de la infraestructura educativa es una realidad. Con una inversión de más de $4 billones, el Gobierno del presidente Iván Duque, en alianza con alcaldías y gobernaciones, avanza en la construcción de 542 colegios nuevos o ampliados que benefician con espacios dignos y adecuados para el aprendizaje a cerca de 450.000 estudiantes.
Al iniciar el actual gobierno se habían terminado 40 colegios. Hoy el panorama es muy diferente: 221 colegios nuevos o ampliados se han entregado a través del FFIE, de los cuales 181 se han construido y terminado en el Gobierno del presidente Iván Duque. Otros 234 colegios nuevos o ampliados están en construcción y 87 están en etapa de diseño.
Pero la transformación va mucho más allá. Avanzar en materia de infraestructura educativa rural es uno de nuestros principales retos. De esta forma, con una inversión que asciende a los 680.000 millones de pesos se está renovando la infraestructura de 2.975 colegios oficiales en todo el país. A la fecha se han entregado 870, están en obra 241 y en el mes de noviembre fueron adjudicados 1.864 colegios adicionales.
SEMANA: Ministra, uno de los principales logros suyos y del Gobierno Duque es la gratuidad en la matrícula en educación superior. ¿Cómo se llegó a esta política de Estado? ¿Cómo se aplica? ¿En qué consiste? ¿A quiénes beneficia?
M.A.: La iniciativa del avance gradual en la gratuidad en la educación superior pública fue una promesa de campaña del presidente Iván Duque que se materializó con la creación de Generación E. Este programa financia el valor de la matrícula de jóvenes con vulnerabilidad socioeconómica que ingresen a programas de pregrado de las IES públicas y también a los jóvenes de mejor desempeño en Saber 11 en programas acreditados de alta calidad en instituciones públicas y privadas, a la fecha son más de 240 mil beneficiarios. Lo anterior en alianza con el Departamento de Prosperidad Social, con una estrategia orientada a la permanencia y graduación.
Con la llegada de la pandemia y con el objetivo de reducir sus posibles efectos en la deserción estudiantil, el Gobierno Nacional implementó el Fondo Solidario y la línea de auxilios en el Icetex orientados a los jóvenes en condición de vulnerabilidad socioeconómica.
Con estos recursos y los provenientes de Generación E y de aportes de gobernaciones y alcaldías se destinaron más de $2,3 billones para apoyar a estudiantes de educación superior pública del país con el pago de matrícula en el segundo semestre de 2020 y para el primer semestre de 2021. Y luego, gracias a la aprobación del Proyecto de Inversión Social en el Congreso la gratuidad en la Educación Superior ya es política de Estado. Esto implicó un trabajo de escucha y construcción entre el Gobierno, jóvenes, Congreso y múltiples sectores de la sociedad. Esta política permite beneficiar desde este semestre a más de 700 mil estudiantes. A propósito, el 7 de diciembre firmamos el Decreto 1667 con el cual se reglamenta la política de Estado de Gratuidad en la matrícula de IES públicas y que, además, establece estímulos y alivios para usuarios de los créditos educativos del Icetex.
SEMANA: Viene el año del remate del Gobierno. ¿En dónde estarán puestas sus prioridades?
M.A.: La meta más importante es el retorno a la presencialidad del 100% de los estudiantes y el trabajo decidido en torno a cerrar las brechas de aprendizaje, nivelando competencias básicas y desarrollando competencias socioemocionales en todos los niveles educativos.
Tenemos además el desafío de llegar a la meta de 12.000 aulas que promueven las condiciones para el desarrollo de la jornada única, el fortalecimiento en la operación del PAE en las instituciones con criterios de transparencia, calidad e inocuidad, y la implementación de todas las estrategias para promover el reencuentro y reducir la deserción.
En Primera Infancia buscamos llegar con el ICBF a 2 millones de niños atendidos integralmente, a 650.000 jóvenes con doble titulación y a 336 mil jóvenes beneficiarios de Generación E, lo que se complementa con la política de gratuidad para brindar una respuesta concreta en materia de acceso a la educación superior. Todo lo anterior liderado por los maestros y directivos docentes y con una participación importante de las familias, trabajando en equipo para reducir las inequidades existentes.
SEMANA: Ha sido usted una de las ministras más estables del gabinete, ¿cómo han sido estos largos tres años acompañando al presidente Duque?
M.A.: Muy agradecida con el presidente Iván Duque por darme la oportunidad de servir a los colombianos y por la prioridad que la educación ha tenido en su gobierno. Ha sido un periodo con muchos desafíos. Desde el inicio tuvimos que responder a las voces que reclamaban por una mayor inversión en Educación Superior; escuchamos y construimos compromisos que se han honrado.
Encontramos múltiples retos jurídicos y presupuestales en materia de infraestructura educativa. A pesar de los retrasos nos enfocamos en la reactivación de las obras y hoy se ven los resultados.
El diálogo ha sido con todos los actores y en ese sentido se pudo contribuir a cerrar la brecha salarial de los maestros y mejorar sus condiciones. Este diálogo ha permitido la aprobación consecutiva del Congreso del mayor presupuesto para la educación.
A medida que avanzábamos en la ejecución del Plan de Desarrollo llegó la pandemia y tuvimos que destinar nuevos recursos financieros, priorizar los recursos existentes y desarrollar en tiempo récord estrategias que posibilitaran la continuidad de los procesos formativos en todos los niveles educativos. Esta ha sido la etapa más retadora de los últimos 100 años.
Fue imperativo adaptarnos e innovar para poner en marcha la educación en casa, luego prepararnos para retornar a la presencialidad entre los miedos y las realidades del sistema y persistir en que el retorno devolviera al sistema las interacciones que contribuyen a un desarrollo integral.
Sin perder las línea de trabajo del Plan de Desarrollo, avanzamos en la definición de un programa para enfrentar los efectos de la pandemia en aprendizajes, que es hoy el gran desafío, y continuamos escuchando la voz de los jóvenes haciendo realidad la política de gratuidad, lo que constituye un gran legado.
Ha sido un periodo intenso, he estado acompañada por un equipo de trabajo con mucha entrega y mística. Desde lo personal y laboral estas experiencias me han permitido constatar el significado de la resiliencia.