‘Chucho’ Sarria vuelve a la cárcel

En la mañana de este jueves, después de años de seguirle el rastro, reapareció en un lugar en la frontera con Venezuela, uno de los protagonistas del proceso 8.000: Jesús Amado Sarria.

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El esposo de Elizabet Montoya, la ‘monita retrechera’, huía de la Policía y de la Fiscalía, que lo buscaban con circular roja de Interpol para que respondiera por el delito de intento de homicidio.

Fue condenado a 10 años de prisión como autor intelectual del ataque del que fue víctima su exsocio Elkin Yesid Barajas, el 2 de abril del 2008. Se trata de un comerciante de esmeraldas que fue herido por sicarios luego de una disputa que tenía con Sarria. 

Su recaptura revive la sombra de crimen y mafia que ha rodeado su historia. De cuidar presos en la isla Gorgona y ser un suboficial de la Policía del Cauca, Sarria pasó a ser un poderoso esmeraldero. 

Por cargos de narcotráfico y enriquecimiento ilícito, fue capturado en el año 1995 como parte del cartel del Norte del Valle. Sin embargo, en una polémica decisión fue absuelto. Para ese momento, su fortuna se llegó a calcular en 15.000 millones de pesos, invertidos en criaderos de caballos finos, haciendas y avionetas brasileñas. Era también un pastor evangélico que entre sus aficiones tenía la colección de arte.

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Su esposa, Elizabet Montoya, saltó a los medios de comunicación por los audios en donde el expresidente la llamaba ‘la monita retrechera’. Aunque ella convirtió en testigo del 8.000, fue asesinada en enero de 1996, un mes después de que Jesús Sarria fue arrestado. 

De esta manera, el polémico personaje, quien habría sido uno de los invitados a la posesión de Ernesto Samper, regresa con protagonismo al mundo judicial.