CARTAGENA
¿Reemplazar las carrozas de tracción animal en Cartagena? El duro rifirrafe entre Alejandro Riaño y cocheros
El humorista atacó fuertemente el trabajo al cual son sometidos los caballos; cocheros responden con que su propuesta de cambiar las carrozas es “de una gran ignorancia”.
El rifirrafe entre los cocheros de Cartagena, defensores de animales y diferentes personalidades, como el comediante Alejandro Riaño, ha escalado desde la semana pasada cuando este último propuso el reemplazo de los vehículos de tracción animal por unos coches mecánicos. Incluso, el humorista creó una ‘Vaki’ (plataforma de financiamiento colectivo) y en menos de 24 horas recogió 90 millones de pesos para comprar el primer vehículo.
Sin embargo, y pese a las buenas intenciones, los cocheros de Cartagena le contestaron que se trata de una “idea absurda que tiene de fondo un profundo desconocimiento”. La propuesta de Riaño, aplaudida por un sector y criticada ferozmente por otro, se da luego de compartir en sus redes sociales un video de uno de los caballos en el piso, presuntamente descompensados por las extenuantes jornadas de trabajo.
“Búsquenle una solución a todas las personas que durante años trabajan de manera digna manejando estas carrozas, pero el animal no tiene por qué sufrir este tipo de trabajos, menos mala alimentación, y maltrato por algunos de ellos”, escribió Riaño en sus redes sociales.
Pero la cosa no paró ahí, en otra publicación el comediante dijo: “Provoca bajarlos del pelo”, haciendo alusión a los turistas que aún hacen uso de este atractivo histórico. “Llevo denunciando por 4 años y la gente sigue utilizando este tipo de medios para transportarse y vivir una experiencia “romántica”. No es romántico estar encima de un animal que ha estado expuesto a muchas horas de sol, sin hidratación y buena alimentación”, escribió Riaño.
Tendencias
Animalistas de diferentes partes del país apoyaron la iniciativa y aportaron a la recolecta propuesta por el humorista. No obstante, para Julio Martínez, vocero de los cocheros de Cartagena, lo expuesto por Riaño se trata de una estrategia mediática para lograr visibilidad a través de “cosas que no son ciertas”.
“Hay una campaña de desprestigio contra esta actividad que existe hace más de 400 años. Personas elitistas, clasistas y del interior que nunca han aceptado que esta actividad esté en manos de cocheros negros cartageneros están detrás de esto”, señaló Martínez.
Ciertamente, sus palabras son dirigidas contra Riaño, a quien acusó de mentirle a la opinión pública, porque en el caso de los cuatro caballos supuestamente afectados por el trabajo, hay “una serie de incidentes”.
“En los cuatro casos fueron verificados por las autoridades competentes el estado de salud de los caballos, lo que pasó fue que ocurrieron caídas. Nunca hubo maltrato animal. Los caballos se resbalaron, pero inmediatamente se levantaron. Comparten un video donde el caballo está en el suelo con el objetivo de buscar sentimentalismo, pero no presentan cuando se levantan”, aseveró Julio Martínez.
Sostuvo, además, que por esta actividad estar regulada por el Ministerio de Transporte, a los caballos les exigen un control estricto de verificación de salud con exámenes de laboratorio, avalados por autoridades veterinarias competentes. Así como dos equinos por coches.
Martínez le mandó un duro mensaje a Riaño: “Duramos ocho meses encerrados por la pandemia, donde alimentamos a los caballos y a nuestras familias (...) personas que se dicen defensoras de los derechos animales, pero en ese momento ahí sí no hubo ni una voz para preguntar ¿Cómo están haciendo para alimentar un animal de más de 400 kilos?”
Finalmente, expresó que por esta actividad se benefician directamente 200 personas y más de 400 familias de manera indirecta.
¿Qué dicen las autoridades?
En diciembre del 2020, la Fiscalía alertó a la Alcaldía de Cartagena por la muerte de 12 caballos cocheros que presentaron cuadros de cólicos severos.
“La Fiscalía allanó un potrero en Marbella y nos dimos cuenta de que los animales no cuentan con las condiciones adecuadas (...) En las pesebreras encontramos 30 animales, de los cuales, ninguno cumple con criterios de bienestar. Al ver esto, retiramos lo seis animales que estaban en peores condiciones”, dijo en su momento Alejandro Gaviria Henao, fiscal coordinador del Grupo Especial para la lucha contra el maltrato animal.
Ocho meses después, la Procuraduría tomó cartas en el asunto y citó a audiencia pública a la directora del Departamento Administrativo Distrital de Salud de Cartagena (Dadis), Johana Bueno Álvarez, por presunta omisión en su función de vigilancia y control sobre las condiciones de higiene y salubridad de las pesebreras de Cartagena.
De acuerdo con el órgano de control, aparentemente Bueno Álvarez, como directora del Dadis, no habría adelantado los procedimientos sancionatorios respectivos, “ni ejercido una adecuada vigilancia sobre el estado de las pesebreras” luego de las visitas técnicas realizadas por funcionarios de esa misma entidad que indicaron que los dos lugares registraban malas condiciones sanitarias y locativas para el cuidado de los animales.
Frente a esta nueva polémica, la Alcaldía de Cartagena aún no se ha pronunciado. SEMANA trató de comunicarse con el alcalde William Dau para conocer su postura, pero no fue posible.