La reforma tributaria quedaría poco estructural

Ahora si llegó la hora de la verdad para el proyecto de reforma tributaria. El gobierno y los parlamentarios que acompañan la iniciativa, acordaron un texto de ponencia que será radicado hoy mismo para que comience mañana su discusión y votación en las comisiones terceras de Senado y Cámara.

Aunque hay dos ponencias alternativas, una del Centro Democrático y otra presentada por el Senador Antonio Navarro, se da por hecho que serán derrotadas y que la del Gobierno es la mayoritaria y la que será acogida para su votación.

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Esta ponencia contempla grandes cambios, frente al proyecto que el gobierno radicó en el mes de octubre, pues al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, le tocó ceder en varios puntos, para poder ganar la batalla del aumento del IVA del 16 al 19 %, lo considerado verdaderamente grueso de la reforma, pues le da el mayor recaudo.

En el fondo, la reforma tributaria quedará poco estructural. Para empezar, no se aceptó bajar el umbral a partir del cual los asalariados deben declarar renta. El Gobierno había propuesto reducir dicho umbral a 2.749.000 pesos, a partir de 2018, con la idea de que la Dian tuviera a su disposición un mayor número de contribuyentes. Sin embargo, la propuesta no tuvo acogida y se quedaría como viene operando actualmente, es decir, a partir de 3.471.183.

También cambiaría el tope a las rentas exentas de asalariados. Inicialmente el gobierno había propuesto un tope de 35 %, con un máximo valor de 104 millones de pesos, pero esta idea encontró mucho rechazo, por lo que en la ponencia mayoritaria subiría a 40 % con un máximo valor de 150 millones de pesos.

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Otra modificación tiene que ver con los dividendos. En este punto el debate fue entorno a la tarifa. El gobierno había propuesto que quienes reciban dividendos pagarían un impuesto del 10 por ciento para montos superiores a los 29,7 millones al año, y una del 15 %, para ingresos más altos. En la nueva propuesta, las tarifas bajarían a 5 y 10 por ciento.  En el caso de los extranjeros, bajaría de 10 %, como era la idea inicial, al 5 %.

En el impuesto de renta para las empresas la nueva propuesta incluye aterrizar la tarifa al 33 % al año 2019, escalonada en los años 2017 y 2018, con una tarifa del 40 % y 37 % respectivamente.

La renta para las zonas francas quedaría en el 20 %, y ya no 23 %, como se había propuesto inicialmente. Sin embargo, este punto seguía debatido a última hora.

Otro tema en el que el gobierno tuvo que ceder es en la exención del impuesto de renta para la construcción de vivienda de interés social. En este asunto, el pulso lo ganó el vicepresidente German Vargas Lleras, quien libró una dura batalla con el ministerio de Hacienda.

La pelea más dura que dio el gobierno, pero que finalmente perdió, es la que tiene que ver con las bebidas azucaradas. No fue posible convencer a los parlamentarios de esta propuesta que le dejaría al salud cerca de un billón de pesos.

Para tratar de compensar un poco esta pérdida, se estudiaba incluir en la ponencia, un aumento del IVA al azúcar, que está en el 5 %, a la tarifa general del 19 %, lo que dejaría un recaudo importante, pero no del tamaño del propuesto inicialmente para las bebidas azucaradas.

La nueva propuesta tributaria incluye muchos más cambios en otros temas, pero, sin lugar a dudas el gobierno lograría aumentar la tarifa del IVA del 16 al 19 %. Esta es la médula de la reforma tributaria, pues es lo que mayor recaudo dejará.

Para pasar esta modificación al IVA, los parlamentarios pidieron que uno de los tres puntos se destine a salud y educación. En todo caso, lo importante para el gobierno es sacar este incremento que le deja más de 7 billones de pesos.

En IVA se retiró de la nueva ponencia la propuesta de gravar con un 5 % las revistas y periódicos. También hay cambios en varios productos, por ejemplo los langostinos y el salmón quedarían con una tarifa del 19 %; y el aceite de cocina bajaría al 5 %.

Propuestas como el monotributo y el impuesto a los combustibles serían acogidos en la nueva ponencia, tal como los presentó el gobierno en octubre. Se acepta gravar los cigarrillos, pero sería gradual en dos años y se acogería la nueva idea de ponerle un impuesto a las bolsas plásticas, para ayudar al medio ambiente.

En las próximas horas el gobierno radicará la nueva ponencia con la expectativa de que mañana y el miércoles se vote en las comisiones terceras. De ser así, se esperaría que hacia el 16 de diciembre tenga votación en las plenarias de Senado y Cámara, para ser aprobada en sesiones extras del Congreso. Los días siguientes serán duros, pues el presidente del Congreso, Mauricio Lizcano, en carta que le dirigió al ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, notificó que ellos se tomaran su tiempo para discutir la reforma. Lo cierto es que le llegó la hora al proyecto y habrá que esperar que sale aprobado de esta nueva propuesta tributaria.