NACIÓN
“Cualquier reforma tributaria produce angustia, a nadie le gusta pagar impuestos”
Rosario Córdoba, presidenta del Consejo Privado de Competitividad, evalúa el proyecto de reforma tributaria que el Gobierno presentó ante el Congreso.
La presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Rosario Córdoba, hizo parte de la comisión de expertos que presentó sus recomendaciones sobre los contenidos que debería incluir la reforma estructural que requiere el país. Habló con Semana.com sobre el proyecto que finalmente radicó el gobierno esta semana en el Congreso.
Semana.com: ¿Qué tantas de las recomendaciones de la comisión de expertos recoge la reforma?
Rosario Córdoba: En una mirada general, en un 70 o 75% lo que recomendó al comisión queda incorporado en esa propuesta del Gobierno. En el informe final de la comisión se miraban los impuestos directos, los impuestos indirectos, las entidades sin ánimo de lucro, y también todo lo que tiene que ver con la administración tributaria. Cuando uno ve todos los pilares de lo que hizo la comisión, hay muchísimo en esta propuesta.
Semana.com: Tal como quedó planteada, ¿la reforma es realmente estructural?
R.C.: Si la reforma se aprueba tal y como fue presentada, la propuesta sí es de una reforma totalmente estructurada, y estructural en el sentido de que logra lo propósitos que se buscaban, que eran la simplificación, la equidad, la progresividad y algo que es importantísimo para la competitividad: la eficiencia económica. Y adicionalmente logra aumentar el recaudo.
La propuesta tal y como está sí cumple esos propósitos, que incluso están en la Constitución del país.
Semana.com: En general, ¿mejora la competitividad de Colombia?
R.C.: Considerablemente. En ese sentido la propuesta es muy buena.
Semana.com: ¿Qué le gustó de la reforma?
R.C.: Que mejora la competitividad e incentiva la inversión porque reduce la tarifa de renta de las empresas del 43 % que va a llegar en el año 2018, a un 32% a partir del año 2019. Claramente del 43 al 32 % hay un abismo, y eso es positivo para atraer nueva inversión, pero también para evitar que la inversión que existe se vaya del país.
Semana.com: ¿Qué más es importante desde la perspectiva de la competitividad?
R.C.: Que permite la deducción del IVA de los bienes de capital. Eso también es importante para la inversión porque Colombia es uno de los poquísimos países que hay en el mundo en los que no se puede ni descontar el IVA, ni deducir el IVA pagado en bienes de capital. Otra cosa que también es importante es que se elimina el impuesto a la riqueza. Algo que siempre hemos criticado muchísimo, sobre todo desde el consejo, es que uno no puede gravar el capital porque entonces nadie termina ni acumulando capital, ni invirtiendo. Desde esa perspectiva es muy positiva.
La parte de personas naturales es muy parecida a lo que propuso la comisión, en el tema del monotributo es también una manera muy buena de formalizar la economía, dando facilidades para que más personas y negocios se incorporen a la economía formal. Eso genera empleo.
Semana.com: ¿Qué no le gustó?
R.C.: El IVA a la vivienda residencial. Eso fue quizás una sorpresa. La penalización para los evasores tampoco estaba en la comisión y es nuevo, aunque se retoma de una propuesta que se hizo en el 2014. La gradualidad tampoco me gusta pero de golpe es importante hacerlo.
También me hizo falta darle un poco más de dientes a la DIAN, que es la entidad que necesariamente debe fiscalizar y administrar. La comisión fue un poco más ambiciosa en la propuesta de fortalecer la DIAN.
Semana.com: ¿Cómo quedó planteado el combate a la evasión es suficiente?
R.C.: Combatir la evasión pasa primero por recursos para la DIAN, que requiere tener tecnológica, necesita contar con gente suficiente y con gente capacitada. Requiere volverse una entidad moderna, eficiente, con competencias adecuadas. Uno podría decir que la DIAN es la empresa más importante que tiene el país y a la que más atención habría que ponerle. Finalmente es la encargada de recaudar, y si fuera más eficiente no tendríamos tantas necesidades, pues en evasión hay como 50 billones de pesos. Ahí hay una tarea importante, aunque en la propuesta se dice que la DIAN tiene que presentarle al Conpes una propuesta de modernización.
Semana.com: Muchos temen que la reforma afecte el consumo ¿Cuál cree que va a ser el impacto en la economía?
R.C.: Cualquier reforma tributaria produce una angustia terrible pues la realidad es que a nadie le gusta pagar impuestos. Colombia es un país donde menos del 50 % de los bienes y servicios de la economía están grabados con IVA, eso es bajito, y en esta propuesta se deja por fuera la canasta básica y muchas cosas que son de consumo básicos. No tiene por qué haber ningún tipo de impacto. Entonces, si uno logra una reforma que estimula la inversión, que estimula el empleo, que verdaderamente hace que haya una mayor actividad económica, pues no tiene que temer por el otro lado que el IVA aumente uno o dos puntos.
Lo que se requiere es generar competitividad y atraer inversión y crecimiento económico, y eso compensa con creces cualquier punto que uno le mueva a un producto en IVA.
Semana.com: Hay la sensación de que a las empresas se les van a disminuir los impuestos mientras a las personas se les van a aumentar. ¿Le parece justa esa sensación?
R.C.: Ningún sistema tributario es sostenible como el que tenemos en Colombia. Ningún sistema se puede sostener con la tributación de 3.400 empresas. En Colombia ese número de empresas paga el 68 % del impuesto de renta, eso es inconcebible y cuando se compara con los estándares internacionales es absurdo. Eso está mal. Las personas naturales en Colombia solo contribuyen con el 14 % del impuesto de renta, entonces de partida hay algo que está totalmente desequilibrado. Hay que partir de eso.
Entonces, ¿cómo genera uno verdadero crecimiento económico sin seguir recargándose en esas mismas empresas? Pues tiene que ampliar la base. Más empresas tienen que tributar, más personas tienen que tributar. En Colombia la realidad es que de ese 14 % de personas naturales que pagan impuestos, el 55% son asalariados y el resto paga muy poquito.
Siempre va a haber opositores, y ojalá esta propuesta pueda hacer el trámite que debe hacer porque es una buena propuesta. Ojalá como país tengamos la madurez para sacar adelante la reforma.
Semana.com: ¿Por qué se queda el 4 por mil que es un impuesto antitécnico?
R.C.: Esa es una batalla perdida en el sentido de que es absolutamente cierto. Genera unas distorsiones enormes en la economía. Es un impuesto antitécnico, lo que pasa es que en un país donde hay tanta evasión ese impuesto, a pesar de todas las distorsiones que provoca, hace que haya un recaudo que sería difícil de reemplazar vía otro tipo de impuestos. En la comisión sugerimos que se eliminara.