ENTREVISTA
“Las noticias falsas son hoy un grave riesgo electoral”: Juan Carlos Galindo
El registrador habla de los desafíos en las elecciones regionales ante el aumento de la violencia y la desinformación en redes sociales.
SEMANA: El 27 de octubre usted vivirá sus últimas elecciones como registrador. ¿Cuántas ha hecho en estos cuatro años?
Juan Carlos Galindo: Muchas más de las que se podrían imaginar. Comencé con las elecciones regionales en 2007 cuando fui registrador por primera vez, luego vinieron el plebiscito, las elecciones de Congreso, las consultas interpartidistas, las dos vueltas de la elección presidencial, la consulta anticorrupción. A eso, hay que sumarle las elecciones atípicas, que han sido 43 en estos 4 años, y que tienen que ver con la elección de mandatarios cuando se produce vacante absoluta de cargos de alcalde y gobernador, por destitución o renuncia. Han sido más de medio centenar de procesos electorales y el 5 de diciembre culmina mi periodo.
SEMANA: ¿Cuál es la magnitud de lo que se vive en esas elecciones regionales?
J.C.G.: Estas son las elecciones más complejas, desde el punto de vista logístico. Son 3.306 elecciones un mismo día: 32 de gobernadores, 32 de asambleas, 1.101 de alcaldes, 1.101 de concejos y 1.040 de JAL. Son complejas porque cada una de estas elecciones tiene sus propios tarjetones, sus propios formularios E14, así como la infraestructura de sistemas necesaria para el preconteo, el escrutinio y la digitalización de los documentos. En octubre habrá 117.830 candidatos, el mayor número de mesas de votación hasta el momento 108.300 y 11.590 puestos de votación. Vamos a imprimir cerca de 179 millones de tarjetas electorales.
"La gente comparte las noticias falsas un 70 por ciento más que las reales".
SEMANA: Tristemente en el país persisten riesgos muy grandes para estas elecciones. La Misión de Observación Electoral registró 53 candidatos víctimas de violencia política: 39 amenazados, 2 secuestrados, 5 víctimas de atentados y 7 asesinados. ¿Cómo enfrentar esto?
J.C.G.: Sí, es muy triste constatar los problemas de violencia que estamos viviendo. Las elecciones son un proceso de Estado, en el que participan todas las autoridades públicas. La labor de la Registraduría es logística: disponer los medios para que los ciudadanos puedan sufragar, para que los votos puedan consolidarse, y para divulgar los resultados. Pero la Policía Nacional y las Fuerzas Militares deben atender la seguridad y la protección de las personas. El presidente ha dado las instrucciones a todas las autoridades gubernamentales y a los organismos de seguridad para que permanentemente estén atentos y protejan a candidatos, campañas e infraestructura electoral. De otro lado, obviamente un proceso electoral de autoridades territoriales genera mucha discusión política,pero hago un llamado para que aceptemos esta invitación electoral y participemos con todo respeto y consideración.
SEMANA: Cada elección debe implicar enormes desafíos. ¿Cómo siente que ha cambiado la política en estos años?
J.C.G.: No quisiera hablar de la política, pero sí le puedo contar cómo han cambiado los procesos electorales, porque trabajo en estos temas desde mucho antes de ser registrador. En las elecciones de 2002, yo era procurador delegado ante el Consejo de Estado y presentamos una demanda de nulidad de la elección de Senado de la República, y se anularon miles de votos. Lo cuento para explicarle que desde esa época y hasta hoy ha habido un giro total. Antes las elecciones no se controlaban porque no existía ni la conciencia sobre la importancia del control por parte de las autoridades, ni tampoco la tecnología para combatir los carruseles, los votos cantados y todas esas maniobras para alterar fraudulentamente los resultados. Eso ya no pasa. Hoy hay muchísimos ojos en el proceso, muchos mecanismos de control y una gran cantidad de información en manos de las campañas y de los ciudadanos.
SEMANA: ¿Qué ha permitido este giro?
J.C.G.: El verdadero cambio lo trajo la tecnología. Hoy existen sistemas que permiten reportar en tiempo real cómo se desarrollan las jornadas. Se digitalizan todos los documentos electorales. Para octubre vamos a tener una mejora muy sustancial. Por primera vez, vamos a digitalizar el formulario E-14 de claveros, el que se utiliza en los escrutinios. Se podrán confrontar las imágenes de los dos ejemplares, el de delegados y el de claveros. Los partidos y movimientos políticos contarán, en tiempo real, con la información del desarrollo de los escrutinios, con la información del mesa a mesa. Antes este proceso se hacía proyectando un video beam con los representantes de los partidos, y esto va a facilitar mucho el trabajo de los escrutadores y del control ciudadano.
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SEMANA: La tecnología es un arma de doble filo. Por un lado, son entendibles esas mejoras en el proceso, por el otro las redes sociales hoy también impactan de manera negativa la democracia. ¿Lo siente así?
J.C.G.: Sí, desde este punto de vista el cambio ha sido muy grande. Hoy la desinformación y las noticias falsas constituyen un verdadero riesgo electoral. Una información errada puede poner en riesgo el proceso, porque en muchos casos lo que se busca es crear pánico y desconfianza en las instituciones. Entonces, una alerta falsa en redes sociales puede conducir a que en la vida real exista el riesgo de que, por ejemplo, la gente termine quemando los tarjetones, las mesas de votaciones, los tarjetones, que no vote, etcétera. Nosotros nos tomamos muy en serio esas noticias falsas, por eso tenemos un programa #verdadelecciones2019, que entre otras cosas utiliza un sistema de inteligencia artificial para monitorear las conversaciones de redes que pueden tener este tipo de desinformación, y que nos permitirá corregir los falsos contenidos y difundirlos nuevamente por las redes. En la propia página web de la Registraduría se podrán verificar las noticias falsas y la información verdadera del proceso electoral.
"En octubre habrá 117.830 candidatos y 108.300 mesas, el mayor número hasta el momento".
SEMANA: ¿Ese riesgo está medido hoy?
J.C.G.: Es muy difícil de medir con anticipación. Esos mensajes pueden crecer como espuma y crear dificultades de gobernanza. Este año, un estudio de MIT comprobó que la gente comparte las noticias falsas un 70 por ciento más que las reales y que viajan seis veces más rápido. Nosotros eso lo hemos vivido. En el plebiscito, por ejemplo, comenzó a circular una información falsa sobre unos supuestos esferos borrables que se iban a utilizar para alterar los resultados. Salía un señor mostrando que con un secador se podía correr la tinta en los tarjetones. Eso era no solo falso, sino absurdo porque habría implicado que en cada puesto de votación hubiera un secador, pero en su momento hizo mucho daño. Por eso,impulsamos la firma de un Pacto Ético por la Información, que fue suscrito por los directores de todos los partidos y movimientos políticos, en el cual se comprometieron a la lealtad informativa.
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SEMANA: Las autoridades y en especial la justicia tiene hoy cómo identificar a quienes promueven este tipo de información para afectar las elecciones de manera fraudulenta?
J.C.G.: Combatir esa amenaza no es un trabajo solo de las autoridades electorales. También es una responsabilidad de los mismos protagonistas de la política, de cómo desde las campañas se lucha contra la manipulación fraudulenta de los electores. Nosotros, a su vez, trabajamos de manera coordinada con la Fiscalía y la Policía para alertar sobre estos hechos, y para que en forma inmediata se adelanten las pesquisas respectivas y se castigue a los responsables. Y tenemos un trabajo muy sólido para atacar los riesgos de ciberataques. La registraduría tiene sus propios sistemas de seguridad y defensa, pero también coordinamos un Puesto de Mando Unificado con las autoridades de inteligencia y de seguridad del Estado, para neutralizar cualquier amenaza en este frente.
SEMANA: Las plataformas tecnológicas, Facebook y Twitter, han anunciado que también hacen acciones para proteger el proceso. ¿De qué se tratan?
J.C.G.: Logramos la firma de unos memorandos de entendimiento para este proceso con las plataformas de redes sociales. Facebook, Twitter y Google firmaron un código de buenas prácticas con la Comisión Europea que busca evitar que esas plataformas terminen siendo vehículos para diseminar falsedades, en especial en elecciones. A propósito de esa experiencia tendremos un trabajo coordinado con ellas para combatir este flagelo, que hoy constituye un verdadero riesgo electoral.
SEMANA: Algunas voces de la política suelen decir siempre antes de elecciones que se cierne un fraude. ¿Usted está tranquilo con eso?
J.C.G.: Sí. la Registraduría Nacional del Estado Civil ha venido fortaleciendo el proceso electoral en sus diferentes fases y acciones, lo que ha permitido brindar escenarios democráticos. En las pasadas elecciones, algunos partidos y grupos de ciudadanos pidieron que existiera una auditoría internacional de los software que utiliza la Registraduría. Recordemos que no es un software, que son 15 software y aplicativos que se usan. Para estas elecciones territoriales trabajamos con el Instituto Interamericano de Derechos Humanos con sede en Costa Rica y su Centro de Asesoría y Promoción Electoral IIDH/Capel. Ellos conformaron un equipo de ingenieros de sistemas de las principales autoridades electorales de América Latina, que están evaluando la funcionalidad y seguridad de los sistemas. Han venido dos veces al país, para examinar el desarrollo de los programas, sus pruebas, asistirán a los simulacros preparatorios y estarán presentes en las votaciones. Se reunirán con la MOE, con los auditores de los partidos y movimientos políticos. Por otro lado, voy a cerrar mi paso por la Registraduría dejando las certificaciones de calidad de los procesos electorales, respecto de la norma de calidad ISO 9001/2015 y la TS 54001/2019, con Icontec y con el Organismo Internacional de Acreditación Electoral (IAB).
SEMANA: Ya que hablamos del fin de su periodo, cuéntenos qué sabe de su reemplazo?
J.C.G.: Yo respeto el proceso que están llevando a cabo las altas cortes para esta designación y por esa misma razón, no me pronuncio ni participo en ese procedimiento. Espero que elijan a la persona más apropiada, que siga liderando los destinos de la Registraduría Nacional del Estado Civil y fortaleciendo la institución que es pilar de la democracia en Colombia.