Renuncia de Karen Abudinen: así se movió el Partido Liberal para promover la salida de la funcionaria

No alcanzó ni siquiera a llegar a la votación del debate de moción de censura, programada para este 13 de septiembre, y Karen Abudinen, la ministra de las TIC, se fue quedando sin fuerza política que la respaldara en el Legislativo.

Aunque intentó sostenerse, capotear la moción y salir en hombros por amplias mayorías, su sostenimiento en el cargo se hizo imposible en la última semana. Y más cuando el Partido Liberal decidió a última hora bajarse del bus de los apoyos y sumarse a los opositores a la continuidad de la funcionaria en su cargo.

SEMANA conoció que los liberales actuaron en silencio, sin advertirle al gobierno las decisiones que tomarían. Entre ellos, con sigilo, fueron preguntando vía telefónica y en los pasillos del Congreso cómo votarían la moción, y al confirmar que más del 90 por ciento de la bancada estaba en contra de Abudinen, programaron una bancada exprés este miércoles a las 3:50 p.m.

El secretario general del Partido, Miguel Ángel Sánchez, convocó a los 35 congresistas del Partido Liberal. El encuentro, según estableció esta revista, fue armónico y sin muchas discusiones. “¿Quiénes votarán por la moción y quiénes no lo harán?”, preguntó Sánchez. Y todos empezaron a enviar sus respuestas al chat privado. Conclusión: más del 98 por ciento de los representantes de la tolda roja escogieron la salida de Karen Abudinen.

El expresidente César Gaviria no participó de la bancada, pero algunos estiman que si Miguel Ángel Sánchez actuó fue porque contó con su visto bueno. No obstante, de frente y en público, el expresidente se mantuvo neutro y dejó en manos de sus congresistas la decisión.

La votación no duró ni una hora. Y nadie discutió. Una minoría que quería sostener a la ministra tampoco se pronunció y la decisión quedó tomada: los liberales, en bloque, apoyaron la moción de censura.

En el Ministerio de las TIC la noticia cayó por sorpresa. Nadie sabía cómo se estaban moviendo algunos liberales que actuaron bajo la mesa porque les preocupaba una posible intromisión desde la Casa de Nariño que pudiera torpedear su decisión.

Y ya, con los 35 congresistas liberales en contra, más la mitad de los dirigentes de Cambio Radical, especialmente del ala de Germán Vargas Lleras- uno de los críticos más vehemente contra Abudinen-, más los representantes del Partido Verde, Colombia Justas Libres y gran parte de los conservadores, la ministra se fue quedando sola y no tenía otra salida. Tampoco el presidente Iván Duque, quien ante el complejo escenario, optó por pedirle la renuncia.

Durante la semana varios congresistas de Cambio Radical, que tenían claro que apoyarían a Abudinen, llegaron a pensar que lo mejor era que ella diera un paso al costado. La barranquillera tenía claro que se iría del palacio presidencial cuando el congreso votara a su favor. No obstante, varios le increparon porque si finalmente se iba a ir del ministerio para qué desgastaba al legislativo ad portas de unas elecciones presidenciales.

La decisión del liberalismo no traduce que el partido rojo esté alejado o en oposición al Gobierno. Al contrario, tuvieron claro que apoyar el sostenimiento de la MinTic era contraproducente en época electoral. Y más cuando durante la semana se fueron conociendo nuevas noticias que enredaban aún más a Abudinen, en medio del escándalo por los 70.000 millones de pesos de anticipo enredados en manos de la Unión Temporal Centros Poblados, a la que ella les adjudicó un contrato para expandir internet a la zona rural. El contrato no arrancó y fue caducado.