Antioquia le puso el 18% de la votación a Iván Duque

Los resultados en Antioquia estaban más que cantados. Bastaba con darse una vuelta por la ciduad y ver la publicidad de Iván Duque Márquez: su cara en grandes pancartas, en los vidrios de las camionetas, en las camisetas de las señoras, en los grupos de chats de Whatsapp. Sus casi 1.400.000 votos en el departamento le dieron el 18 por ciento de la votación.

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Duque Contó con todo el apoyo del electorado uribista. Como sucedió en la primera vuelta de Juan Manuel Santos, cuando el ahora presidente era el elegido de Uribe Vélez, esta vez el respaldo se lo llevó en gran mayoría el candidato del Centro Democrático, sacándole casi el 50 por ciento de diferencia al exgobernador Sergio Fajardo, quien sacó poco más de 728.000 votos.

Antioquia, donde reposa la quinta parte de la votación del país, ha sido un bastión fiel al expresidente y senador Álvaro Uribe Vélez. Basta mirar las elecciones de 2014 cuando el Centro Democrática apenas nacía; entonces Antioquia puso 4 senadores, 6 representantes a la cámara, 7 diputados y 6 concejales en Medellín y ocuparon el segundo puesto para la Gobernación de Antioquia de 2015.

Ni siquiera Sergio Fajardo, con su aplaudida Alcaldía de Medellín entre 2004 y 2007, y su Gobernación entre 2012 y 2015, puso acercársele al desconocido Duque, que para los paisas no es más que un nombre que representa las ideas conservadoras del expresidente Uribe Vélez.

Según el politólogo Gilberto Tobón Sanín, "el inconsciente antioqueño es uribista, aquí hay Uribe para rato. Hay que mirar que el ex presidente Uribe no tuvo sino un interregno, y fue con el segundo gobierno de Santos, y eso porque Santos lo traicionó, pero en la primera vuelta salió por Uribe y en la segunda por la paz, que es una paz que naufraga en un mar de babas. Con eso embaucó al mundo entero. No ha habido paz ni va a haber paz".

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Para Tobón Sanín, quien se ha hecho famoso entre los paisas por sus certeros análisis políticos en los que critica la corrupción, el próximo presidente es de Uribe: "Vuelve Uribe al poder y que Santos que se tenga fino, porque como decía Dovstoieski: ´los seres humanos llamamos justicia a nuestras propias venganzas´. Germán Vargas Lleras salió siendo un chasco, no le sirvió la maquinaria; De la Calle vio que este es un país de desagradecidos y Sergio Fajardo subió mucho la votación pero no le alcanzó. Creo que toda la clase media sale a votar todavía con más fuerza en la segunda vuelta. Al final, la segunda vuelta va a ser como escoger entre la peste y el cólera".

Finalmente, los electores antioqueños mostraron sus predilecciones, que según el decano de la Escuela de Humanidades de la Universidad Eafit, Jorge Giraldo, se diferenciaban por dos segmentos poblacionales: "el más educado o académico, que claramente está con Fajardo, y el segmento de los mayores de edad que están con Uribe por tradición política". Se entiende entonces que la tradición sigue siendo importante en tierras antioqueñas.

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