Retiran estatua de Dilan Cruz que fue puesta en donde se encontraba la de Gonzalo Jiménez de Quesada

El pasado viernes 7 de mayo fue un día histórico para los indígenas misak, pues decidieron derrumbar la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada ubicada en la plazoleta de la Universidad del Rosario, en el centro de Bogotá, mientras otros monumentos de personajes icónicos en otras ciudades como Cali también fueron tumbados.

Un grupo de manifestantes y activistas se reunieron el miércoles en horas de la tarde, en medio de una nueva jornada de paro nacional, para remplazar la estatua del conquistador español por una en homenaje al joven Dilan Cruz, quien fue asesinado en noviembre de 2019 en medio de enfrentamientos con el Esmad.

La estatua, que fue puesta en el sitio donde estaba la de Gonzalo Jiménez de Quesada, fue realizada por el artista John Fitzgerald, el reconocido activista que hace algunos meses se cosió la boca en símbolo de lucha y protesta; también hizo una huelga de hambre. Sus actos fueron una manifestación en contra de la violencia en Colombia, las decisiones gubernamentales ante la contingencia de la covid-19 y el presupuesto a la cultura.

“Me tocó coserme la boca para que nos escuchen! 23 horas sin agua ni comida porque los malos gobiernos no escuchan al pueblo”, decía un letrero del artista cuando realizaba su lucha. Ahora, Fitzgerald es el artista que quiso realizar este homenaje a Dilan Cruz.

En un acto conmemorativo, en el que participaron varios manifestantes y Alejandra, la mamá de Dilan, el grupo de artistas y activistas se dispusieron a poner la nueva estatua que iba a acompañar la plazoleta de la Universidad Rosario; sin embargo, horas después la obra de arte fue retirada y la plazoleta amaneció desocupada, sin ninguna estatua.

“No sé si sea digna mi obra de estar acá”, dijo el artista poco antes de colocar la estatua de Dilan Cruz en la plazoleta. Asimismo, señaló: “Esperemos que dure lo que pueda durar como un signo de resistencia, más que un signo de rebeldía, siempre es mostrar algo diferente, que no deben matar a nuestros jóvenes”, dijo en un breve discurso.

También dio gracias “a la lucha” de los jóvenes, pues a través de ella “se han logrado varias cosas”.

“La invitación es a resistir, pero no a dejarnos matar ni matar tampoco (…) Desafortunadamente, de lado y lado hay personas malas y han logrado acabar con algo muy bello que es la vida de nuestros jóvenes, yo nunca estaré de acuerdo con que maten a nuestros jóvenes, porque ustedes son el futuro, vamos a demostrarle al Estado que podemos hacer cosas de manera inteligente, pero sin llevar a la violencia”, agregó.

El artista insistió en hacer un llamado a la paz, a la no violencia, a realizar este tipo de actos simbólicos pero en forma de lucha y resistencia.

Por su parte, la madre de Dilan pidió que este acto simbólico también fuera en homenaje “a otros jóvenes que han sido asesinados durante este paro nacional y que luchan por la verdad”.

Así las cosas, con un lazo, tal y como el grupo de indígenas misak derrumbaron la estatua del conquistador, se subió la nueva obra de Dilan para que pudiera perdurar allí, pero no fue por mucho tiempo.

En su momento, el movimiento indígena explicó en un comunicado por qué decidió tumbar la icónica estatua: “Desde el Movimiento AISO, en memoria de los hijos de Bachué, del pueblo muisca, de los pueblos indígenas de Colombia y la memoria histórica de Nuestro Nu Pirø (América) hemos derribado la estatua de Gonzalo Jiménez de Quesada en la ciudad de Bogotá, seguimos nuestro mandato de desarrollar justicia histórica contra crímenes de lesa humanidad”.