POLÍTICA

¿De qué hablaron Duque y los jefes de partidos en su primera reunión?

Este lunes el presidente citó a los jefes de los partidos de gobierno e independientes para dialogar acerca de lo que se necesita para que el país llegue a un acuerdo nacional con el fin de avanzar en el proceso de paz.

20 de mayo de 2019
Jhon Milton Rodriguez, Álvaro Uribe, Aurelio Iragorri. | Foto: Guillermo Torres

Desde las 7 de la mañana de este lunes el presidente Iván Duque estuvo reuniéndose con los jefes de los partidos para lograr un acuerdo nacional que permita, por un lado, tener gobernabilidad, y por otro que el proceso de paz avance. Los invitados eran los partidos de gobierno y los independientes.

Según Nancy Patricia Gutiérrez, la ministra del Interior, es necesario que este bloque se ponga de acuerdo para después escuchar a la oposición. Cada bancada tuvo su tiempo con el presidente, cerca de hora y media por partido, para poner sobre la mesa cuáles son sus preocupaciones y los puntos que consideran se deben aclarar o modificar para que pueda haber un consenso nacional. Después de la reunión, cada jefe daba su declaración que nunca tomó más de 10 minutos. 

Los primeros en llegar fueron los del Centro Democrático. A eso de las 9 de la mañana, el senador Álvaro Uribe, en compañía de Paloma Valencia y el presidente del Senado, Ernesto Macías. Uribe dijo que su bancada apoya, le parece necesario y útil para el país el acuerdo que Duque está promoviendo “para introducir unas reformas a los acuerdos”.

Esas reformas tienen que ver, según explicó el expresidente, con temas como facilitar la extradición, como un elemento de confianza en la relación con otros países. Otro tema, del que se habló también fue el de las sanciones a “los violadores de niños” y que el narcotráfico no sea un delito conexo a la política. Dijo también que era necesario revisar la forma en que se va a juzgar a los militares.

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Quizás el punto que más polémica generará en la oposición, es que para el Centro Democrático es importante que los responsables de delitos atroces no puedan ser elegidos políticamente, por lo menos “mientras estén cumpliendo las sanciones simbólicas”. Esto significa que algunos senadores y representantes de las FARC no podrían ocupar su curul, cosa que no será fácil pues las FARC no habrían entregado las armas si no hubieran podido hacer política. Por último, Uribe aseguró que su bancada tiene una actitud conciliadora y que están dispuestos a trabajar con diferentes partidos.

El senador John Milton Rodríguez de Colombia Justa Libres fue un poco más duro en sus declaraciones. Aseguró que la JEP en este momento estaba desacreditada y que había que hacerle modificaciones para que no llegue a desconocer el Estado Social de Derecho y para que no se pase por alto a la justicia ordinaria y los acuerdos de extradición que Colombia tenía con otros países.

Reiteró que los delitos cometidos por los guerrilleros en contra de los niños no pueden quedar en la impunidad y que el tratamiento a militares debería ser diferencial, pues “no los pueden tratar como si fueran cualquier delincuente a quienes le han servido a la patria”. En cuanto al Estado de Conmoción aseguró que aunque la idea es llegar a un acuerdo, el presidente no descarta esa opción.

Aurelio Iragorri, de la U, dijo que tenían 4 condiciones para que se logre ese acuerdo nacional. El primero consiste en que que se haga un llamado al respeto por la institucionalidad, al respeto por la separación de poderes y la urgencia para no desacreditar la JEP. El segundo tiene que ver con garantizar la seguridad para los líderes sociales y los desmovilizados. “No puede ser que nos estén matando líderes todos los días después de un proceso de paz”, dijo.

El tercer elemento es que el presidente presente una terna a fiscal con candidatos que sean imparciales. “Si pone a un fiscal que va a querer extraditar a todos los jefes de las Farc para qué dialogar”, explicó. Por último, Iragorri afirmó que es necesario que se hagan esfuerzos para que la implementación de los acuerdos se haga realidad. Para esto considera que es necesaria la voz de todos los partidos pues considera que hay puntos que se pueden revisar y aclarar para que el país avance de una buena vez.

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Uno de los más esperados durante la jornada fue el ex presidente César Gaviria. Sin embargo, evitó a los medios a su entrada y salida. Un rato después publicó un comunicado en el que dijo que, “una eventual modificación a los acuerdos de paz solo puede hacerse con la presencia de todos los partidos y una vez la Corte Constitucional haya decidido sobre las objeciones presidenciales a la Ley Estatutaria de la Jep”.  Además, aseguró que le manifestó al presidente que hay que respetar las decisiones judiciales con respecto a la extradición de Jesús Santrich sin que esto signifique que haya una crisis institucional. Por último, afirmó que el compromiso de los liberales con el proceso de paz es “indeclinable” y que no harían nada que pueda afectar su integridad.

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En el desfile de jefes de partido también estuvo el director del Partido Conservador, Omar Yepes, quien aseguró que su bancada está de acuerdo con que se hagan las reformas necesarias que fortalezcan el mecanismo de extradición, pero respetando las instituciones. También dijo que es necesario que el país sepa que después de todo lo que ha pasado en los últimos días “hay presidente y unos partidos que lo están respaldando y que están dispuestos a trabajar para que la sociedad se tranquilice y el desarrollo nacional se perciba”.

El expresidente Andrés Pastrana también fue a la Casa de Nariño y descartó cualquier posibilidad de acompañar la Asamblea Nacional Constituyente que promueve el Centro Democrático, ni tampoco la declaratoria del Estado de Conmoción interior. Explicó que el gobierno todavía tiene la opción de apelar ante la Procuraduría la decisión de la JEP sobre la extradición de Santrich y aseguró que “con todas estas pruebas creemos que la JEP reconsiderará esa apelación y se pueda extraditar a Santrich como corresponde”. Insistió en que es necesaria la articulación de la JEP con la justicia ordinaria y hablar de puntos como los que mencionaron otros partidos.  

Germán Vargas también estuvo en el lugar pero no se dejó ver de los medios. Después de su salida trinó: “Terminó reunión con el Presidente. Reunión que considero fue útil y constructiva”. Cuando se le preguntó a los jefes de los partidos cómo se harían estas modificaciones algunos dijeron que todavía no está claro el camino sino que hasta ahora se están poniendo las cartas sobre la mesa. Sin embargo, está claro que una constituyente es una opción que no se decarta. Aunque Vargas Lleras, jefe natural de Cambio Radical, no habló en los medios, sí se conoce su posición al respecto gracias a la columna que publicó en El Tiempo: “Una constituyente sería el peor camino, pues comprometería todos los esfuerzos de este gobierno en los próximos tres años y con pocas probabilidades de tener éxito”, escribió el exvicepresidente.

Lo que se percibía es que después de estas reuniones habrá nuevos encuentros, ya no solo del presidente y cada jefe de partido, sino una en la que estén todos, ya que tocaron preocupaciones similares.

Lo difícil será incluir a los partidos de oposición, quienes ven cualquier modificación como un atentado al proceso de paz. Es más, el simple hecho de no haber sido invitados ha sido interpretado como un desaire del presidente y ya se rumora que estos encuentros lo que buscan es demostrar que un acuerdo nacional es imposible porque hay puntos en los que la oposición y el gobierno jamás estarán de acuerdo.

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Al respecto el exministro del Interior, Guillermo Rivera, publicó un trino que podría caldear los ánimos: “Hay quienes dicen que en la reunión que sostuvo el presidente Duque con los partidos de gobierno, excepto la U, se dijo que si no se lograba un acuerdo político se procedería a decretar la conmoción interior. Parece que el acuerdo imposible es la excusa para la conmoción interior y hacer trizas La Paz”.

Una nueva reunión entre todos los partidos, incluida la oposición, podría despejar las dudas no solo sobre los objetivos de estos encuentros, sino sobre lo que implicarían las modificaciones a los acuerdos de paz y a la JEP.