POLÍTICA

Uribe, Gaviria y Pastrana: sin quererlo, Duque hizo el milagro

Una foto que hasta hace poco parecía imposible. Tres expresidentes que protagonizaron duras confrontaciones, se reconciliaron para apoyar al nuevo presidente.

16 de agosto de 2018
| Foto: Twitter de Andrés Pastrana

Ver a Álvaro Uribe, Andrés Pastrana y César Gaviria compartiendo la misma mesa, era algo que parecía imposible hace unos años. El país aún recuerda cuando Pastrana le renunció a Uribe por nombrar a Ernesto Samper en la embajada de Colombia en Francia, en el año 2006, o cuando Gaviria fue el rostro de la oposición al gobierno de Uribe durante la década pasada.

Pero este jueves, en el céntrico Hotel de La Ópera, en Bogotá, a 500 metros del capitolio y la Casa de Nariño, los tres expresidentes se tomaron la primera foto juntos en mucho tiempo. La reunión fue promovida por Uribe, entre otras cosas para echarle una manito al presidente Iván Duque, que en la primera semana de su gobierno ha tenido algunos inconvenientes para consolidar una coalición de partidos políticos que le de gobernabilidad en el parlamento.

La reunión de expresidentes se produjo en medio de un pulso político crucial. El Congreso anda concentrado en la elección de contralor general, un organismo de control que ha despertado el interés de los jefes de los partidos políticos. Uribe, como jefe de bancada del Centro Democrático y Gaviria, jefe único del Partido Liberal, eran protagonistas tras bambalinas. Y como Pastrana ha vuelto a ser reconocido como el jefe natural de los conservadores, el encuentro cobró mucha relevancia.

Más allá del tema de la Contraloría, que pasó a un segundo plano porque a esa misma hora Cambio Radical y la U sellaban un acuerdo para elegir a Carlos Felipe Córdoba (que prácticamente lo tiene como virtual ganador), los expresidentes fueron más allá para sellar un acuerdo para acompañar al gobierno Duque.

Uribe, que se ha percatado de los aires de independencia de los parlamentarios del Partido Liberal, y de las intenciones de Germán Vargas Lleras (Cambio Radical) y Aurelio Iragorri (presidente de la U) de conformar con los del trapo rojo una poderosa coalición que pudiera poner en aprietos las mayorías del gobierno, apostó por reunirse con el jefe liberal y llegar a acercamientos.

Por eso, la reunión de expresidentes fue interpretada como un paso hacia la reconciliación entre tres dirigentes que durante los ocho años del gobierno de Juan Manuel Santos habían profundizado sus diferencias.

“Hoy estamos diciéndole al país que hemos dado un paso para dejar atrás lo que sucedió en los últimos 8 años: de la confrontación, estamos pasando a la reconciliación”, dijo Andrés Pastrana, que ya estaba en la misma orilla de Uribe desde el plebiscito por la paz de 2016, en el que votaron por el No.

Gaviria, que fue jefe de debate de la campaña por el Sí al acuerdo de paz, se puso del lado de quienes fueron sus contradictores hace dos años. “Nosotros vemos que el país tiene que rodear al presidente Duque. Este es un gobierno que va necesitar mucho apoyo ciudadano, mucha paciencia y un gran esfuerzo político para dejar atrás las confrontaciones, la polarización, porque eso no le sirve hoy al país. Tenemos que hacer un esfuerzo por tomar decisiones que lleven al país a recuperar su capacidad de crecer que es algo que se nos han embolatado y que no se logra si no se toman medidas muy serias en el Congreso la República”, dijo el jefe único del Liberalismo.

Otro expresidente, Ernesto Samper, quien no fue invitado por Uribe, no guardó silencio y puso un tuit con algo de ironía. Se declaró conmovido por la declaración conjunta de los tres expresidentes.


“La política es dinámica”, fue la frase que hizo célebre Sabas Pretelt de la Vega cuando era ministro del Interior de Uribe, y fue acuñada cuando en la política colombiana se producían todo tipo de volteretas.

Uribe, que llegó a la presidencia en buena parte por el fracaso del proceso de paz de Pastrana, y Gaviria, uno de los rostros de la oposición al gobierno Uribe, se sentaran en la misma mesa para definir una agenda conjunta, estaba en las cuentas de pocos. Iván Duque, sin quererlo, terminó por hacer este milagro.