Justicia
Revive el cartel de la toga en la Fiscalía
Tras dos años de investigaciones, el ente investigador llamó a imputación a varias fichas clave del escándalo que sacudió a la cúpula de la justicia. El abogado Gustavo Moreno terminó su judicialización en EE.UU. y fue dejado a disposición de Colombia.
Después de muchos interrogantes por la colaboración del exfiscal Gustavo Moreno en Colombia, la Fiscalía General anunció que a partir de este mes el abogado fue puesto a disposición de los jueces colombianos para que continúe su cooperación. Como se recuerda, Moreno fue extraditado a Estado Unidos y actualmente está detenido en una prisión del estado de Carolina del Norte, desde donde continuará contribuyendo ya que aún le resta poco más de un año para cumplir la sentencia impuesta por la justicia gringa.
La noticia vino acompañada de varias decisiones que el ente de control toma tras dos años de investigaciones por el cártel de la toga. La primera está relacionada con quien fuera la mano derecha del magistrado Gustavo Malo en la Corte Suprema.
Malo actualmente está detenido y deberá responder en juicio penal ante la Corte Suprema. Quien fuera su magistrado auxiliar, Camilo Ruiz, desde la sombra, es señalado de haberle ayudado a su jefe a frenar los procesos contra varios congresistas costeños. En este tiempo buscó sin éxito acercamientos con la justicia hasta que finalmente fuera llamado a imputación por el delito de cohecho propio.
Ruiz pasó de ser una ficha de confianza de Malo a ser sacado de la corte por su propio jefe. Este giro en su carrera fue explicado por Gustavo Malo ante la Comisión de Acusación argumentando que le había perdido la confianza a quien comenzó como judicante de su despacho hasta llegar a magistrado auxiliar. La salida de Ruiz –según Malo– se debió a la cercanía que su magistrado auxiliar tenía con el senador Otto Bula, investigado en este despacho en la corte. Malo señaló que le llegaron comentarios acerca de reuniones entre Ruiz y Bula que le despertaron profundas sospechas.
Uno de los testigos que sembró la duda sobre la gestión de Ruiz fue el exmagistrado auxiliar José Rodriguez Casas, quien llevaba varias investigaciones por parapolítica. El declarante reveló tres hechos ocurridos dentro de la oficina del magistrado Gustavo Malo que lo llevaron a sospechar y a concluir que lo quisieron sacar de la Corte como parte de un plan inteligentemente fraguado para frenar procesos cruciales. Así lo confirmó años después el abogado Gustavo Moreno.
En el relato, Rodriguez Casas sostiene que en los primeros meses del 2015, una vez terminó el estudio del expediente de Musa Besaile, encontró que era inminente una apertura formal de investigación en contra del senador. Al caso le faltaban algunos detalles, sin embargo, su proyección fue comunicada al magistrado Gustavo Malo.
Un primer momento que le despertó inquietudes se dio alrededor del interés de Camilo Ruiz —magistrado auxiliar de toda la confianza de Malo— en el expediente de Besaile.
“Tenía sospechas negativas en esos casos, por lo menos en los de Musa y Manzur. Sobre el segundo semestre del 2014 estaba en mi oficina y recibo llamada de Camilo Ruiz, él trabajaba todo lo que no era parapolítica. Me dice, anda Jose, tenemos el caso de Musa, y eso ¿para qué esta?. Le respondí que no lo sabía”.
Este momento fue recordado por el exauxiliar de la Corte, que sabía de antemano que precisamente Ruiz había proyectado un auto inhibitorio en el 2013, en donde Besaile quedaba libre de sospecha frente al homicidio del exparamilitar Luis Eduardo Urán Lara, un antiguo testigo en contra el senador.
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“Tiempo después llega Cortés (magistrado coordinador de la parapolítica) y me pregunta: Jose, ¿tu tienes el caso de Musa? Pónle cuidado a ese caso. Hay movimiento raro con ese caso. Entonces me dice: una persona de esta oficina vio a Camilo Ruiz comiendo en El Corral Gourmet que queda cerca al Palacio de Justicia con los Ñoños”.
Esta información fue confirmada por la persona que los vio una tarde almorzando en el restaurante.
Finalmente, el tercer hecho que remata la versión de Jose Rodríguez es precisamente lo que rodeó su salida de la Corte. El testigo relata que en junio del 2015, Malo le pide la renuncia a él y a otros tres auxiliares. “El 31 de julio me llama Miller (del despacho), que entregue el puesto a Javier Hurtado. Llamé al jefe, no para preguntarle ¿por qué? le pedí deme un mes más. Me dijo ya bajaron los papeles a Secretaría. Entonces le entrego el puesto”.
Antes de irse, le manifestó a su reemplazo que el caso estaba para abrir investigación. “Lo de Álvaro Ashton y lo del tema de parapolítica me hizo pensar que yo era una piedra en el zapato para varios casos. Sentí que se me sacó para que no se abriera investigación contra Musa Besaile. No se hizo, además”, dijo Rodríguez.
Los otros implicados
Junto con Ruiz también fue citada la exrepresentante a la Cámara Argenis Velásquez, como presunta autora responsable de cohecho por dar u ofrecer. Durante la audiencia de imputación de cargos, que será llevada a cabo el 29 de julio, tendrá que declarar Gustavo Moreno, testigo clave en su contra.
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También fue citado el exrepresentante a la Cámara Julio Eugenio Gallardo, como presunto autor responsable del delito de cohecho por dar u ofrecer. Y el abogado Luis Ignacio Lyons España, como presunto autor responsable del delito de cohecho por dar u ofrecer. Las delaciones de este último ante la justicia llevaron a que el senador Musa Besaile confesara ante la corte que pagó 2.000 millones de pesos al abogado Moreno como parte de una supuesta extorsión.
También deberá responder por el delito de prevaricato por omisión, el exfiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia, Alfredo Bettín. La Fiscalía también citó a interrogatorio el abogado Luis Raúl Acero Pinto como posible responsable de los delitos de lavado de activos y testaferrato.