JUSTICIA

Las llamadas secretas de Roberto Prieto

SEMANA conoció el expediente que tiene la Fiscalía en contra de Roberto Prieto y que contiene cientos de llamadas reveladoras. Aunque el exgerente de la campaña Santos se muestra precavido, queda en evidencia cómo intentó obstruir la investigación en su contra.

6 de julio de 2018
Muchas de estas llamadas dejan mal parado a Prieto. Pero también otras tantas indicarían que no ha mentido sobre un punto clave del escándalo: el del millón de dólares que supuestamente recibió de manos de Otto Bula, lo que Prieto ha negado una y otra vez.

Durante meses, agentes del CTI monitorearon las líneas telefónicas de Roberto Prieto, a quien la Fiscalía acusa, entre otros delitos, de haberse enriquecido ilícitamente aprovechando su influencia en el gobierno. Como se sabe, se trata del exgerente de la campaña Santos Presidente en 2014, un reconocido lobista en negocios de publicidad e infraestructura.

Prieto fue enviado a prisión, pues el juez consideró que efectivamente estaba tratando de obstruir la investigación en su contra. Para convencer al juez, la Fiscalía presentó un par de interceptaciones en las que aparecía Prieto usando malos términos y averiguando sobre su caso. Para el ente acusador indican que Prieto podría controlar testigos. La defensa lo negó y argumentó que decir groserías y malas palabras no es delito. En los medios hubo gran eco de los audios en los que se oye, por ejemplo, al exgerente hablando de “una prepago que quita todas las dolencias”. Sin embargo, en el expediente reservado hay cientos de interceptaciones que no han salido a la luz pública.

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SEMANA conoció el documento de la Fiscalía que sintetiza las llamadas que los investigadores seleccionaron y consideraron relevantes para la investigación. De este se desprende que decenas de veces Prieto –prevenido– llamaba a sus contactos y les avisaba que inmediatamente telefonearía desde otro número para poder hablar tranquilos. Aún así, centenares de llamadas dejan en evidencia su proceder y el de otras personalidades. El informe recoge lo esencial de cada una de las comunicaciones y la respectiva observación del analista del CTI.

Las llamadas secretas de Prieto revelan sus movidas frente al lío judicial que se le venía encima. Es claro que guardó una relación fluida y discreta con la Presidencia. De otro lado, a través del ingeniero Eduardo Zambrano, cercano a Odebrecht, mantenía interlocución con las directivas de esa multinacional.  

Muchas de estas llamadas dejan mal parado a Prieto. Pero también otras tantas indicarían que no ha mentido sobre un punto clave del escándalo: el del millón de dólares que supuestamente recibió de manos de Otto Bula, lo que Prieto ha negado una y otra vez. En varias interceptaciones habla con desparpajo sobre el asunto y siempre afirma que es mentira, y más bien cree que se trataría de “una conspiración” para hacerle daño al gobierno.

Hasta ahora la Fiscalía no ha usado el grueso de estas evidencias, aunque ya quedaron legalizadas ante un juez. Si bien muchas no tienen implicaciones penales, también es claro que hay varias escuchas mucho más delicadas que las que han sido  divulgadas hasta ahora para argumentar que Prieto debía ir a la cárcel. Estas son algunas de las llamadas secretas que reposan en el expediente:

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Una carta al presidente

Entre el 5 y el 7 de abril de 2017 Prieto estuvo muy preocupado buscando la forma de enviarle una carta privada al presidente de la república. Para lograrlo se comunicó varias veces con su amiga Claudia Castro (en ese momento directora de eventos de la Presidencia). Le pidió entregarle al presidente, en su propia mano, un documento y que luego le trasmitiera la respuesta. Castro aceptó y le dijo a Prieto que haría llegar la carta por medio de la esposa del presidente.

Va a pasar “la Pri”

El 21 de abril de 2017 Prieto fue sorprendido con una llamada a las 9:30 de la mañana. Alguien que se presenta como Lina lo saluda y le dice que le va a pasar a “la Pri”. Pasa al teléfono una mujer que lo saluda con afecto. El analista del CTI señala: “Al parecer se trata de la primera dama de la Nación, con quien charlan sobre los inconvenientes que se han presentado con respecto a su investigación (…). Prieto se refiere a su interlocutora como María Clemencia y le indica que los quieren acabar y que los tienen satanizados por los contratos”. La conversación gira en torno a las dificultades que afronta Prieto por las investigaciones, a lo que la interlocutora le dice que “pronto nos abrazaremos” y le refiere que está “frente al cañón” respecto al tema de su defensa. Para la Fiscalía la llamada revela que Prieto guardaba cierta cercanía con la familia presidencial.

“Habla su procuradora”

El 21 de abril de 2017 una mujer llama al teléfono de Prieto y le deja un breve mensaje de voz. La mujer se presenta como “su procuradora”, y le pide que la llame  de vuelta porque tiene una idea bastante buena. La Fiscalía considera que se trata de la exmagistrada María Mercedes López, quien aspiró, infructuosamente, a la Procuraduría con el respaldo de Prieto. Otras llamadas indican que López, junto a otras personalidades, hizo parte de un grupo de juristas a los que Prieto consultó para preparar una estrategia de defensa frente al lío judicial que se le venía encima.

“El fiscal no puede salir con una huevonada”

En una conversación del 2 de mayo de 2017, Eduardo Zambrano y Roberto Prieto, ambos conocedores como pocos de los intríngulis de Odebrecht en Colombia, comentan lo que puede hacer la Fiscalía con el escándalo de las coimas repartidas por la multinacional. Prieto señala que el ente acusador tiene que presentar “culpables de verdad…”

Eduardo Zambrano: Entonces (la Fiscalía) tiene 6, 5 millones que le dieron a García, y García tiene que decir quién se los dio.

Roberto Prieto: Seguramente ya habrá dicho algunas cosas, lo que pasa es que eso lo tienen bien hermético, y Otto Bula va a tener que decir también. Le voy a decir una cosa: el fiscal no puede salir con un chiste, que ese platal terminó en manos de dos huevones, de Bula y García, o inculpando a Correa.

E.Z.: Entonces por eso tiene a unos senadores, que no es el fiscal es la corte.

R.P.: No, pero el fiscal al final tiene que tener un tamal grande, el fiscal no puede salir con una huevonada al final, es su credibilidad. ¿Usted supo que a José Elías Melo lo sacaron ya del trabajo donde estaba en Alianza Fiduciaria?

E.Z.: Entonces van a meter a José Elías.

R.P.: Pues sí, pero ¿por qué?

E.Z.: Lo meten, a José Elías lo guardan.

R.P.: El fiscal no puede salir el 31 de mayo a decir aquí solo hay dos huevones, García que sacó la hijueputa plata, que ya no la tiene y Bula que también

E.Z.: Y unos senadores, ojo.

R.P.: Unos senadores, no sé. Algo tiene que tener adentro.

E.Z.: Eso tienen que tener una cabeza grande, y la cabeza grande no la tienen, no la van a tocar.

Qué confesaron los brasileños

El 3 de mayo de 2017 Eduardo Zambrano recibe una llamada de Prieto y aquel le informa los detalles de lo que los directivos de Odebrecht le confesaron a la Fiscalía colombiana en territorio brasileño. “El jueves y viernes estuvieron (Luis Antonio) Mameri, Luis Bueno, Martorelli el de operaciones estructuradas y Amilton Sendai con la vicefiscal y la fiscal coordinadora en el consulado…”, le cuenta Zambrano. Con la llamada, Prieto queda enterado de los pormenores de esa diligencia reservada.

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Desde Palacio buscan a Prieto

El 8 de mayo de 2017, Santos concedió una entrevista a RCN Radio en la que aseguró: “Es un tema bastante doloroso el de Roberto Prieto porque me traicionó. Las instrucciones de campaña fueron estrictas, dije que no íbamos a recibir donaciones privadas y eso está escrito”. Esas declaraciones incomodaron profundamente a Prieto quien ese mismo día recibió una llamada de Claudia Castro, de Casa de Nariño, con la misión de concertar un encuentro:

Claudia Castro: Ella quiere hablar con usted mañana.

Roberto Prieto: ¿Quién?

C.C.: Hijueputa, Roberto, hágame la vida fácil.

R.P.: ¿Ella o él?

C.C.: Ella, con un mensaje, está buscando si en la casa de ella o de la mona.

R.P.: Mañana hablamos.

C.C.: No, huevón, está esperando para saber en dónde.

R.P.: Pues dígame dónde quiere, en mi casa no…

C.C.: Yo le escribo y le digo dónde exactamente.

Sobre esta llamada el analista del CTI hace la siguiente observación: “Se puede inferir que la amiga de Prieto, Claudia Castro, está siendo intermediaria entre él y la primera dama para que se encuentren a charlar sobre una entrevista que el presidente dio a RCN Radio y que además ella llevará un mensaje del presidente”.

“Si esto sale mal, volamos en átomos”

En varias llamadas –del 11 de mayo de 2017– Prieto habla con su gran amigo Andrés Giraldo sobre las versiones con que enfrentará las diligencias judiciales. En la conversación Prieto dice que un magistrado del CNE lo está ayudando, al mismo tiempo que admite que las cosas en ese tribunal no están saliendo bien. “Ya abrieron indagación preliminar por el 2010 yo estoy haciendo trámite para que los brasileros digan que el acuerdo económico de ese año lo hicieron con el comité financiero (de la campaña)”.

Más adelante, Prieto admite que tiene una “debilidad” en el tema de las encuestas: “Pero eso lo puedo arreglar porque solo tengo registrados 140 millones de pesos y si preguntan en el CNE me toca cuadrar diciendo que solo hicimos una encuesta de base de 100 millones (…) pero me toca hablar con las personas de allá para que no muestren lo que se hizo porque ahí sí se nos cae toda la estantería”. En otro momento, hablando sobre los topes financieros y la publicidad contratada para la campaña, Prieto manifiesta que tiene la ventaja de que “quien hizo lo mío es exministro de Estado, está en el Fondo Monetario”. Se trataría de una alusión, poco clara, al exministro Tomás González, cuya cuñada Liliana Baena trabajó con Prieto.

Los analistas del CTI consideran que estas interceptaciones revelan, por un lado, que Prieto planeaba maquillar las cuentas que rendiría ante el CNE donde tiene acceso a un magistrado; y, por otra parte, que Prieto podría tener injerencia en los testimonios de los directivos de Odebrecht. La conversación termina con una frase inquietante, Prieto advierte a su amigo: “Si esto sale mal, volamos en átomos”.

Prieto visita al presidente

Según las llamadas del 13 de mayo de 2017, ese día Prieto, a las cinco de la tarde, tiene cita con Juan Manuel Santos. Antes del encuentro Prieto se comunicó con su entonces gran confidente y hoy también detenido por el escándalo Eduardo Zambrano. Este ingeniero, asesor de las directivas de Odebrecht, datea a Prieto sobre las declaraciones que los brasileños han rendido y por eso este le consulta “si considera prudente que le cuente lo que dijeron los brasileros de Sarmiento”. El ingeniero Zambrano pregunta qué tan amigo es el presidente de Sarmiento (el empresario Luis Carlos Sarmiento), y Prieto dice “No, pues total. Es decirle: presidente, yo sé esto, y estos tipos dijeron esto, y como en el medio está Melo”. “Ok, cuéntele”, le responde Zambrano.

Ese mismo día, pasadas las seis de la tarde, Prieto nuevamente se comunica un par de veces con Zambrano para contarle cómo le fue en la reunión con el presidente: “Hice la vuelta suya de los trabajos que le han quitado, le conté lo de Sarmiento y simplemente dijo que él hablaba mal de ellos y que están un poquito distantes”. Prieto reporta que le transmitió al mandatario un mensaje de las directivas de Odebrecht quienes “aceptan que se equivocaron, y metieron la pata, que están dispuestos a reparar, a pagar pero que lo que no soportan es que los maltraten”. “¿Y qué dijo?”, pregunta  Zambrano. “No, él toma nota... Para que les cuente (a los brasileños de Odebrecht) que hice esa vuelta también”, dice Prieto.

En otra llamada, minutos después, Prieto agregó que también habló con el presidente del tema de los italianos (la firma Impregilo, concesionaria de la Ruta del Sol III) y que le advirtió que se quieren ir del país porque los tratan muy mal “Yo sé que él aprieta al guevardo de la ANI”, aseguró.

Papeles sacados de Presidencia

Una serie de comunicaciones que tuvieron lugar el 17 de mayo de 2017 mostrarían que por petición de Prieto, documentos que se hallaban en Presidencia fueron trasladados a un apartamento en el norte de Bogotá y que allí dispusieron computadores, escáneres y personal para copiarlos. Varias conversaciones entre Prieto y una mujer llamada Aracely hacen suponer a la Fiscalía que “documentos que estaban en Presidencia fueron trasladados al apartamento de Aracely (al parecer Aracely Rojas quien fue auditora de la campaña presidencial) para ser escaneados y allí Prieto está enviando recursos físicos y humanos para ese trabajo”.

Prieto se comunica también con otros contactos en Presidencia. A una mujer a quien llama Juanita le dice que está “salvando la institucionalidad” y le solicita que le preste personal para ocuparse del escaneo de los papeles. Prieto argumenta que no puede escanear eso con gente desconocida “ni por el putas”. Juanita se queja de que hay otras tareas pendientes y cuestiona por qué no empezaron eso desde el lunes, a lo que este responde que ha sido incompetencia de Enrique Rivera. El afán de Prieto por obtener la información se debe a que la próxima semana tiene diligencias en “Procuraduría, Comisión de Acusación y CNE”.

El ‘leproso’

En otra comunicación Prieto contacta a una mujer llamada Yolima, al parecer funcionaria de Presidencia. “Habla el leproso”, dice a modo de saludo él. Ella le recrimina que se trate así y le pregunta cómo van las cosas. Prieto comenta que el tema de Otto Bula se caerá en la Fiscalía, dado que se le dio credibilidad a la versión de los brasileños: “Ahí no pasa nada, en el tema del 2014 tampoco debe pasar nada y el tema del 2010 eso queda en una infracción y me toca a mí poner la cara porque los financieros son unos cobardes”.

***

En términos generales, se trata de conversaciones privadas que tienen mala presentación, pero que no agregan mucho sobre lo que se ha especulado hasta ahora. La cercanía entre Prieto y la familia presidencial era conocida desde hace años, pues al fin y al cabo Prieto ha sido uno de los colaboradores más cercanos de Santos de tiempo atrás. Fue coordinador de la campaña en 2010 y gerente en 2014. Inicialmente, se ve una solidaridad con el amigo, pero algo no le gustó al presidente cuando dijo la frase “Prieto me traicionó”, aunque no quedó claro en qué. No se sabe si fue sobre las maniobras financieras irregulares que salpicaron la campaña, pero es evidente que ahí sí había cosas para esconder.

La supuesta famosa encuesta de 1 millón de dólares pagada por Odebrecht a la agencia Sancho BBDO no es tan transparente como se ha presentado. También es claro que Prieto trató de coordinar su testimonio con la gente de Odebrecht para manejar una versión unificada sobre los aportes de esa multinacional a la campaña. Por otra parte, suena raro que se envíen documentos de un despacho de la Casa de Nariño a un apartamento, pero sería más grave que fuera para destruirlos que para fotocopiarlos. Ahí parecería que Prieto quería tener toda la información para su defensa.

En realidad con las conversaciones queda confirmado que en las dos campañas de Santos hubo aportes irregulares y violación de los topes. Eso ya había sido denunciado hasta por la propia Fiscalía, y esta semana el Consejo Nacional Electoral archivó la investigación contra el presidente por considerar que no hubo pruebas directas de que él estuvo al tanto de estas operaciones.

Pero como casi todo lo anterior ya era conocido, lo que más llama la atención son las conversaciones sobre la supuesta entrega de 1 millón de dólares de Bula a Prieto. Una y otra vez Prieto deja la impresión de que eso nunca sucedió. Hasta ahora prácticamente todo el mundo creía que la entrega de ese dinero era real, pero después de oír las conversaciones eso no queda claro.