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Romaña, el cerebro detrás de las pescas milagrosas y la toma de Mitú

El comandante del Bloque Oriental fue el artífice de los secuestros colectivos en el país a finales de la década de los noventa.

7 de diciembre de 2021
Jorge Briceño con Romaña. Guerrilleros de las Farc. Foto:León Dario Peláez.  Ene 99
Jorge Briceño con Romaña. Guerrilleros de las Farc. Foto:León Dario Peláez. Ene 99 | Foto: León Dario Peláez

Detrás de los secuestros masivos que se registraron en las carreteras del país a finales de la década de los noventa en Colombia estaba Henry Castellanos Garzón, alias ‘Romaña’, el temido integrante del Secretariado de las Farc. Fue el artífice de la estrategia que sembró el terror en todo un país.

El plan consistía en realizar retenes ilegales para interceptar de manera aleatoria varios vehículos. Los pasajeros eran secuestrados y obligaban a sus familiares a pagar altas sumas de dinero para su “pronta liberación”. A esta práctica se le dio el nombre de “pescas milagrosas”.

En palabras del mismo ‘Romaña’, con esta práctica se buscaba lograr una financiación para las actividades de la guerrilla. Todo esto se hizo con el aval del Secretariado de las Farc.

El jefe guerrillero, quien siempre quiso intentar justifica sus actos basándose en la teoría del Robin Hood, es decir robarle a los ricos para dárselo a los pobres, aseguró en 2016 –cuando hacía parte de la delegación de las Farc en el proceso de paz que se adelantó en La Habana (Cuba)- que la guerrilla siempre supo “quien podía pagar y quien no”.

Sin embargo, no era la primera vez que lo hacía. En 1998, en medio de las conversaciones de paz que se adelantaban con el gobierno de Andrés Pastrana en San Vicente del Caguán, ‘Romaña’ –quien fue delegado como jefe de seguridad de los guerrilleros- justificó los secuestros masivos que se habían registrado meses antes en los departamentos de Cundinamarca y Villavicencio.

En su concepto, todo lo que ocurría en el conflicto armado tenía una justificación y los secuestros extorsivos eran una pieza fundamental en la búsqueda de financiación para la lucha subversiva. Dichas palabras demostraban –para muchos- el extremismo de ese jefe guerrillero que se caracterizaba por imitar la imagen de Ernesto ‘Che’ Guevara.

Varios analistas aseguran que fue gracias a esa radicalización en su postura que ascendió tan rápido dentro del organigrama de la guerrilla de las Farc. Con el aval de Jorge Briceño Rojas, alias el ‘Mono Jojoy’ fue designado porfa comandar el frente 11 de las Farc que delinquía en el centro del país.

En 1993, ya con una estrecha relación con Manuel Marulanda Vélez, jefe máximo de las Farc, recibió la comandancia del frente 53 de las Farc. Fue ahí donde empezó a ejecutar los secuestros masivos en las vías de Villavicencio, Cundinamarca y Boyacá. En medio de estas actividades ordenó el secuestro y asesinato de un italiano y cuatro estadounidenses a quienes acusó de espionaje.

En 2011, después que se salvara del operativo que terminó con la vida del ‘Mono Jojoy’, ‘Romaña’ fue promovido como integrante del Secretariado de las Farc. Esto pese a que su imagen e ideas no eran compartidas por muchos de los antiguos integrantes de la guerrilla de las Farc.

Toma de Mitú

‘Romaña’ estuvo detrás de la toma al municipio de Mitú en Vaupés el 1 de noviembre de 1998. En esa acción, fueron asesinados 16 policías, 14 militares y once civiles. Por orden del mismo comandante guerrillero fueron secuestrados 61 policías, muchos de ellos estuvieron en cautiverio por más de una década.

Entre los policías secuestrados se encontraban el teniente coronel, Luis Herlindo Mendieta; los capitanes Julián Ernesto Guevara y Enrique Murillo; los tenientes William Donato, Enrique Murillo, Javier Rodríguez y Javier Vianney Rodríguez; los sargento César Augusto Lasso y Arbey Delgado, el intendente Luis Fernando Peña Bonilla, el subintendente John Frank Pinchao.

Los policías eran vistos por ‘Romaña’ como un botín de guerra y la fuente clave para presionar lo que se llamó un “intercambio humanitario”, el cual consistía en liberar a los denominados secuestrados políticos –entre los que se encontraban dirigentes políticos y agentes de la Fuerza Pública- por guerrilleros que estaban privados de la libertad en las cárceles, varios de ellos a punto de ser extraditados.

Prontuario criminal

Al momento de la firma de la paz en 2016, ‘Romaña′ contaba con 82 órdenes de captura, 52 medidas de aseguramiento en centro carcelario, 50 sentencias condenatorios por diversos delitos entre los que se encontraban secuestro, desaparición forzada y homicidio agravado (entre ellas el asesinato de ocho agentes de la Fuerza Pública). Igualmente, tenía dos solicitudes de extradición por el asesinato de cinco ciudadanos estadounidenses y delitos relacionados con el narcotráfico.

Antes del inicio de las negociaciones de paz, la cuales tuvieron a ‘Romaña’ como uno de los delegados de las Farc, el Departamento de Estado de los Estados Unidos ofrecía 2,5 millones de dólares por información que permitiera su ubicación y captura. Era, sin lugar a dudas, una de las recompensas más grandes por uno de los guerrilleros más sanguinarios.