ROMPIENDO EL SILENCIO

El presidente Betancur dio a la prensa internacional pistas sobre su Gobierno

23 de agosto de 1982

Después de un deliberado período de silencio de varias semanas, el Presidente electo Belisario Betancur, ha concedido una entrevista a la revista latinoamericana "Visión". En quince respuestas, las primeras desde el 30 de mayo, Betancur esboza lo que serán sus principales posiciones sobre temas que van desde su actitud ante los grupos guerrilleros del país, hasta el Mundial de Fútbol del 86.
En el terreno de las libertades ciudadanas y ante una pregunta sobre la amnistía, Belisario respondió que al asumir la presidencia el 7 de agosto, verá qué nuevas medidas son aconsejables para eliminar las causas subjetivas y objetivas de la subversión, luego de reconocer que el espíritu de convivencia ha llegado hasta los grupos que combaten el sistema institucional colombiano.
También fue claro en señalar que durante su mandato no habrá delitos de opinión. "Como demócrata y como periodista, no puedo sino defender a toda costa la libertad de expresión e información", añadió.
En relación con el alto déficit fiscal de 75 mil millones de pesos, que encontrará al asumir la presidencia, Betancur señaló que se propone reducir ciertos gastos de funcionamiento del Gobierno, especialmente los que admiten un aplazamiento, como los suntuarios, y revisar las tarifas del impuesto sobre la renta y patrimonio, al mismo tiempo que se esforzaría por luchar contra la evasión fiscal, que calificó de gigantesca, en los actuales momentos.
En el mismo plano económico, y ante una pregunta sobre la crisis de confianza que atraviesa actualmente el sector financiero, respondió que el escándalo del Grupo Colombia, lo consideraba como algo "aislado y excepcional" que, de todas maneras, servía para frenar el ímpetu especulativo generado por las teorías neoliberales que han hecho crisis notables en otros países.
Por otra parte, se mostró enemigo de apelar a expedientes, como la "emergencia económica", para encarar la difícil situación de la economía nacional, observando que su equipo de empalme, está haciendo un balance "para movernos, hasta donde ello sea posible, con instrumentos normales, idóneos y tranquilizadores"
Sobre el Mundial del 86, al que calificó como "una empresa comercial que como tal no puede privar sobre el interés público" declaró que su administración haría un estudio final, antes de decir la última palabra sobre ello.
"En todo caso, nos guiarán sólo nuestras posibilidades reales en el aspecto económico, en la cuestión de la soberanía nacional" después de lo cual hizo una frase que será recordada: "El Mundial en bien de mi Patria; no mi Patria al servicio del Mundial"
Su política exterior, en los aspectos más urgentes, fue resumida en sus respuestas sobre Cuba, Venezuela, Nicaragua y los países árabes. Ante el primer aspecto, descartó que conviniera a Colombia reanudar las relaciones diplomáticas con Cuba, así como rechazó atender el reclamo nicaraguense sobre el archipiélago de San Andrés y Providencia. "Se trata de algo no discutible, porque los derechos de Colombia son de una total claridad en el campo histórico y jurídico"
Se inclinó el Presidente electo por continuar las conversaciones con Venezuela "para que en algún momento se produzca el acuerdo" que favorezca a las dos partes.
Y ante los países árabes, dijo que tenían ellos y Colombia, mucho que ofrecerse.
El artículo 120 de la Constitución, mereció también una respuesta de Betancur. "En el Gobierno debe haber mayoría del partido al cual pertenece el Presidente" dijo, al admitir que su gabinete será paritario entre liberales y conservadores, lo que incluiría miembros del Nuevo Liberalismo. "Aunque ellos han dicho que no colaborarán en el Gobierno, yo espero que (...) acepten que haya representantes suyos" añadió.