Roy Barreras
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NACIÓN

Roy Barreras hace la misma de Piedad Córdoba: se aparta para evitar el escándalo de los ‘petrovideos’, ¿una farsa?

Este sábado, a raíz de las revelaciones, el congresista anuncio que se aísla “totalmente” de la campaña de Petro.

11 de junio de 2022

Si hay un protagonista de primer nivel en los ‘petrovideos’, revelados en exclusiva por SEMANA, ese es el senador Roy Barreras. Del uribismo pasó al santismo y ahora es uno de los principales alfiles del petrismo, en el Pacto Histórico.

En las últimas horas, Barreras, en vez de entregarle explicaciones al país por el escándalo, anunció que se aislará por completo de la campaña presidencial de Gustavo Petro, justo en el remate final, cuando faltan apenas 8 días para que los colombianos asistan a las urnas.

“A los medios de comunicación que amablemente me han ofrecido sus espacios, gracias, pero me aíslo totalmente estos últimos días de campaña para no seguir siendo usado como flanco de ataque contra @petrogustavo, un hombre bueno y transparente que gobernará a Colombia para bien”, anunció Barreras, en un mensaje en Twitter.

El congresista hizo la misma de Piedad Córdoba, apartarse, en ese caso por orden de Petro cuando se conocieron sus visitas a los extraditables en la cárcel a La Picota, a quienes, supuestamente, les habría ofrecido beneficios jurídicos a cambio de que votaran por el candidato presidencial del Pacto Histórico.

¿Qué busca Roy Barreras al marginarse? ¿Evadir dar explicaciones por los ‘petrovideos’ y todo lo que allí dice, en un plan calculado de guerra sucia y desprestigio y “destrucción” de los oponentes de Petro?

Desde que Roy Barreras llegó al Pacto Histórico no cayó bien entre el círculo cercano a Gustavo Petro. Más allá de su oportunismo político que lo llevó a saltar de su simpatía con el uribismo al santismo y ahora en el petrismo, los líderes del anillo más estrecho al candidato de la Colombia Humana lo vieron como una amenaza a su proyecto político por los escándalos que arrastraba y su tradicional manera de hacer política.

Barreras, el mismo que se acercó hábilmente a Petro, pero terminó relegado en los últimos meses, es hoy el principal villano del Pacto Histórico, el congresista que resultó más comprometido en los ‘petrovideos’ que reveló SEMANA y que develan cómo este hombre que posó, en su momento, de abanderado de la paz en Colombia, amasó jugadas oscuras y de desprestigio contra todo aquel que se atravesara al proyecto político del candidato de izquierda en las presidenciales de 2022.

Las revelaciones de las reuniones que sostuvo el senador caleño agitaron la campaña y le generaron a Petro una turbulencia política a escasos ocho días de la segunda vuelta presidencial, un momento crucial en el que cualquier error puede resultar costoso en las urnas.

En la más reciente encuesta de Invamer, Rodolfo Hernández aventajó en un punto a Petro y encendió las alarmas porque las cifras pueden ser peores, ya que no reflejan el impacto que puede generar el escándalo de los ‘petrovideos’.

Aunque Petro es el que menos habla en las grabaciones de zoom conocidas hasta ahora, en uno de los videos, en los que Roy Barreras planea los ataques contra la campaña de Alejandro Gaviria y Sergio Fajardo, el candidato progresista está a su lado, tranquilo, escuchando y sin oponerse al plan siniestro.

“Hay mucho nerviosismo. Yo soy el primero, lo dije hace ocho días, en definir que Alejandro Gaviria es una amenaza electoral y vamos a ocuparnos de desmontar esa amenaza”, dijo el controvertido senador en una de las filtraciones. “Tenemos dos cosas por hacer: o dividir ese centro aún más o hacer que el señor Fajardo, que tampoco es confiable, pueda sobrevivir para que divida la votación de centro (...) Inclusive de tratar de salvar a Fajardo y presionarlo para que acepte la invitación de Petro de hacer una competencia con nosotros o, todo lo contrario, porque Fajardo también es una amenaza. Es decir, de Fajardo nadie confía en él. Entonces, si no es esa la estrategia, lo que tenemos es que decidir irnos al ataque contra Alejandro Gaviria”, se le oyó más adelante.

Barreras, el más locuaz de todos los protagonistas de los ‘petrovideos’, confirmó en otras grabaciones que tenía en marcha un plan para desprestigiar la candidatura de Federico Gutiérrez. Consistía en la búsqueda de una declaración firmada por un narcotraficante que enlodara al excandidato del Equipo por Colombia.

La confesión del senador coincide con lo que anticipó Gutiérrez en medio de su campaña, y es que desde el Pacto Histórico buscaban a narcos en las cárceles para empañar su nombre y acabar con su aspiración.

“Acá tengo parte del material que mi equipo recolectó sobre Federico Gutiérrez y las declaraciones de Julio Perdomo, el narco que está preso, contra él, una serie de testigos a propósito de sus vínculos con la Oficina de Envigado, que no son nada extraño porque él fue candidato a la Alcaldía apoyado por Paola Holguín, quien viene de la Oficina de Envigado, y el propio narco Perdomo le dice a la Fiscalía eso”, anunció Barreras.

La confesión motivó a Gutiérrez a ampliar su denuncia contra Gustavo Petro por la supuesta persecución sistemática en su campaña presidencial ante la Corte Suprema de Justicia.

A medida que se conocían los videos, los planes oscuros de Roy Barreras quedaron más al descubierto. En una de las imágenes habló del diseño de una estrategia, a su juicio, muy dura para intentar “destruir al uribismo” y al “verde tibio” en la contienda de 2022. ”Mi primera expresión cuando le anunciamos al país que abandonábamos el desastre de la Coalición de la Esperanza y competimos en el Pacto Histórico con Gustavo Petro fue: no le tengan miedo a Petro, yo no lo tengo miedo a Petro, ténganle miedo al desastre, a Duque, a los paramilitares”, dijo.

“Mi equipo diseñó una segunda comunicación, con jubilemos a Uribe, era una cosa muy dura, con el número 6.402 y unas botas colgadas en las vallas”, manifestó el congresista, haciendo referencia a la cifra de víctimas de falsos positivos, según la JEP. Barreras tenía claro que si el enemigo político de la campaña ya no era Uribe, sino Alejandro Gaviria, la orientación estratégica de la campaña era otra.

De acuerdo con su criterio, Petro, el estadista, no podría trenzarse en una pelea con el exrector de Los Andes. “Alguien tiene que decidir a quién confronta, yo sigo en la destrucción del uribismo o cambio y me voy a la destrucción del centro verde; eso implica un mensaje diferente”, propuso.

Barreras no se guarda nada cuando habla con Petro. Menos durante los comités que organiza la jefatura de la campaña, en los que, en más de una oportunidad, mostró su descontento por la desconexión de Gustavo Petro con la opinión pública e hizo varias críticas en voz baja. Pidió, por ejemplo, que el líder de izquierda dejara a un lado su discurso complejo y recomendó que eliminara las ideas que dividen, entre ellas, el perdón social o el cupo en la JEP para narcotraficantes.

“Que no pierda tiempo en explicar propuestas complejas”, aconsejó. A renglón seguido, se quejó de los incumplimientos del candidato a citas que él consideraba claves.

Habló de la necesidad de una cercanía urgente entre Petro y la Embajada de Estados Unidos, que, según él, tiene buena relación con la derecha, la centroderecha y la centroizquierda, pero no con la izquierda. “Esos tipos tumban presidentes”, afirmó.

También dejó más de un interrogante en el aire, entre ellos, cuál era el interés suyo de dialogar con urgencia con el embajador de Suiza en Colombia ante un nuevo escándalo que estaba por estallar. La duda motivó a Hernán Cadavid, congresista electo del Centro Democrático, a enviarle esta semana una carta al embajador Eric Mayoraz en la que le pidió que le informara cuál es su relación con Roy Barreras, con Gustavo Petro y cuál es el tema urgente “que usted les habría ayudado a desactivar”. Los colombianos ―agregó el uribista― “exigimos una respuesta rápida”.

Roy Barreras aparentemente, según los ‘petrovideos’, conocía los ingresos de Piedad Córdoba a la cárcel La Picota para dialogar con los extraditables y negociar supuestamente la extradición. “Hay visitas a los extraditables de gente del Pacto Histórico ofreciendo la no extradición”, dijo Barreras en una de las filtraciones.

Sin embargo, no dio varias explicaciones, entre ellas, la supuesta financiación de Supergiros a la campaña. Lo que sí hizo fue defenderse y argumentar que la campaña fue chuzada e infiltrada ilegalmente.

Habló de guerra sucia, dijo que no había ningún acto ilegal ni algún plan extraño y solo existían conversaciones de estrategia, “analizando competidores, escenarios y acciones, como hacen todas las campañas en el mundo”.

Se mostró como víctima y le pidió a la Fiscalía investigar quién chuzó, quién los infiltró y con qué fin.

A Barreras no le pasará nada en el Pacto Histórico porque Petro acostumbra a proteger a sus escuderos, aun en sus más grandes escándalos. De hecho, sería impensable porque el propio candidato aparece en algunas de las filtraciones escuchando los planes contra sus adversarios.

Los ‘petrovideos’ dejan varias dudas sobre el ambiente y confirman que, más allá de las propuestas de Petro que generan miedo entre los electores, al candidato le hacen daño los políticos que lo rodean.

Así el Pacto Histórico se victimice y pretenda bajar la temperatura a las conversaciones, las estrategias de Roy Barreras ponen en entredicho el “cambio” que ha promovido el petrismo y confirman cómo la izquierda está dispuesta a hacer lo que sea con tal de alcanzar el poder en la Casa de Nariño. “La política del amor de Petro es quemar al que suponga una amenaza”, dijo el excandidato al Senado Carlos Fernando Galán.

También generaron una implosión interna entre los más cercanos a Petro. Gustavo Bolívar, fiel y leal al candidato presidencial, confesó: “Siento vergüenza… Hay gente que resta más de lo que suma”. Él hacía referencia a Barreras, con quien mantiene diferencias. En cambio, Iván Cepeda salió en su defensa.

El controvertido episodio de los ‘petrovideos’ tendrá a la campaña progresista ocupada durante la semana y llevará a Gustavo Petro a transitar los últimos días de la carrera presidencial entre la defensa, el ataque y la desconfianza, porque en el interior del Pacto Histórico no está descartado que una ‘garganta profunda’ esté detrás de las filtraciones.