“Sabíamos la clase de torero que era César Rincón”: Roberto Domínguez

César Rincón puede ser uno de los toreros que más enfrentamientos ‘mano a mano’ sostuvo en los ruedos del mundo. Dirán los historiadores que a Joselito El Gallo y Belmonte, en la segunda década del siglo XX, no hay quién los supere en ese rubro. Sin embargo, la mayoría de duelos que protagonizaban los dos diestros sevillanos era entre ellos mismo, aunque es preciso reconocer que ninguna rivalidad generó tanta polarización. España estaba dividida entre Gallistas y Belmontistas.

Pero el colombiano Rincón sí puede ser el torero que más veces se haya medido con toreros de diversas épocas y nacionalidades. Llegó a medirse en mano a mano con Palomo Linares, Manzanares, Pepe Cáceres. Y cuando estuvo a punto de perder la vida por la cornada de Palmira fue precisamente en mano a mano, con Gitanillo de América.

Roberto Domínguez, quien salió a hombros por la puerta grande Las Ventas el 26 de junio de 1989, tras matar en solitario seis toros de Victorino Martín, fue el gran rival de César Rincón antes de que el bogotano se consagrara máxima figura del toreo. En febrero de 1990, ambos se disputaron el trofeo de la Santamaría y la afición obligó a la empresa a que los enfrentara en mano a mano. Sucedió el domingo 18 de febrero. Domínguez fue el triunfador al cortar las dos orejas, pero tuvo un gesto de torería al negarse a salir a hombros y en cambio salir caminando junto a Rincón, que no había podido cortar orejas.

Domínguez sabía que Rincón tenía condiciones para alcanzar la gloria, pero nunca se imaginó la forma apoteósica con la que lo consiguió, como lo confesó en entrevista con SEMANA.

Aunque pudo recorrer todas las plazas del mundo sosteniendo enfrentamientos directos con Rincón, decidió retirarse de la profesión en su mejor momento, un año después del año del César de los ruedos. 30 años después es el apoderado del peruano Andrés Roca Rey, la máxima figura del mundo taurino, quien tarde a tarde suma en su intento por destronar al maestro colombiano como el mejor torero de la historia nacido en tierras americanas. “Eso solo está al alcance de los privilegiados”, dice Roberto Domínguez al admitir que 4 salidas a hombros consecutivas en Madrid, probablemente no se vuelva a ver.