Sacan a relucir “fracasos” del ministro de Hacienda designado, José Antonio Ocampo, en el gobierno de Samper

En las últimas horas, varios líderes de derecha, opositores al gobierno del presidente electo Gustavo Petro, han publicado algunas cifras con relación a la gestión de José Antonio Ocampo como ministro de Hacienda del expresidente Ernesto Samper.

Uno de ellos fue Enrique Gómez, líder de Salvación Nacional, quien resaltó algunas críticas a ese nombramiento. “Los fracasos de Ocampo en el Gobierno Samper fueron bien documentados. Las reformas que se vienen pasarán por una seguidilla de excesos en el gasto público, aumento desmedido de la burocracia y como no, de nuevo más desempleo”, cuestionó Gómez.

El documento que compartió el excandidato de Salvación Nacional es un detallado artículo científico del profesor César Jaramillo Londoño, publicado en la revista de la Universidad Eafit en 1997, titulado: “El fracaso de la política social de Samper”.

El análisis fue hecho cuando faltaba un año para que el expresidente dejara el cargo y evidencia, con datos y hechos, por qué el “salto social” que proponía en ese entonces Samper, y que lideró Ocampo desde la cartera de Hacienda, no logró los resultados esperados.

“La verdad es que la dramática realidad social de estos tres últimos años se ha encargado de demostrar el rotundo fracaso de la política social de este gobierno”, dice Jaramillo en su análisis.

En las conclusiones del texto, el profesor universitario habla que lo propuesto por Samper en varios frentes, como aumentar la inversión social, fomentar el empleo, modernizar la educación, proteger a los sectores productivos, entre otras promesas de campaña, que según él, tuvieron resultados “mediocres”.

Sobre Ocampo, concretamente, el profesor universitario detalla que el entonces ministro de Hacienda anunció que plantearía al Congreso una reducción de las transferencias a las entidades territoriales. Para ese momento, Samper había declarado una emergencia económica por el alarmante déficit fiscal que amenazaba las finanzas del país.

“La solución no es detener los aumentos graduales de las transferencias a los municipios. Por el contrario, la alternativa es reducir significativamente el tamaño del Gobierno Central, eliminando las tareas de ejecución que cumplen todavía los Ministerios”, recomendaba Jaramillo en 1997. Cuestiona que el gobierno de Samper incrementó de forma “desmedida” sus gastos y que por eso era responsable de la crisis de las finanzas del Estado para ese momento.

Llama la atención que ahora Petro también quiera crear nuevos ministerios, una idea que ha sido criticada por diversos sectores porque podría aumentar el gasto y la burocracia.

“Parece que el Ministerio de Hacienda, además de crearse conflictos innecesarios con los empresarios y los trabajadores con un alto costo político para el Gobierno, quiere esta vez entrar en disputa con los alcaldes”, señaló Jaramillo haciendo referencia a Ocampo.

Por su parte, la senadora María Fernanda Cabal, del Centro Democrático, fue otra de las que sacó a relucir las cifras de la gestión de Ocampo en el gobierno de Samper, cuestionando que en varios frentes no se logró lo esperado y lo propuesto en campaña.

“Estas fueron las cifras económicas del gobierno Samper, donde el Ministro de Hacienda fue José Antonio Ocampo, ahora Ministro de Petro. Ese Gobierno cerró con una inflación del 18,7 %, un desempleo del 15 %, un crecimiento de 0,6 % y un importante déficit fiscal”, aseguró la congresista uribista.

En la tabla compartida por la senadora se evidencia que la inflación anual en los cuatro años de gobierno de Samper, a cargo de Ocampo, disminuyó unos dos puntos porcentuales, pero quedó en 18,7 %.

El crecimiento anual del PIB disminuyó considerablemente, pasando de 5,2 % en 1995 a 0,6 % en 1998. Asimismo, el desempleo incrementó en gran medida, comenzando en 8,7 % y terminando en 15 %, aunque en 1997 alcanzó el 21,1 %.

En el caso del déficit de cuenta corriente, la cifra se mantuvo estable en un promedio de 4,8 % aunque en 1997 también incrementó a 5,4 % del PIB. El déficit comercial también se quedó en su promedio. Y el déficit fiscal subió, pasando de 2,3 % del PIB en 1995 a 4,7 %.