NACIÓN
Bejarano se despacha contra Morelli
El exdirector del DAS Ramiro Bejarano estudia interponer una nueva denuncia contra la Contralora, esta vez por falsa denuncia.
A la pelea que vienen trenzando la contralora general Sandra Morelli y el fiscal general Eduardo Montealegre, se sumó un nuevo protagonista. Se trata del abogado y exdirector del extinto DAS Ramiro Bejarano, quien conoció los términos de la denuncia que Morelli tramitó en la Comisión de Acusaciones contra Montealegre, y decidió no quedarse callado.
Morelli, en su denuncia, reveló una presunta reunión privada entre el fiscal general y Bejarano en el despacho privado del abogado, quien ha sido el principal denunciante que la controlara ha tenido desde que fue escogida por el Congreso.
La contralora dijo que el 26 de mayo pasado, Montealegre fue a la oficina de Bejarano. Y que “coincidencialmente” pocos meses después la Fiscalía adelantó el allanamiento a la sede de la Contraloría, dentro de las investigaciones preliminares por la denuncia que el propio Bejarano le transmitió al presidente Santos, en febrero de este año, referentes a presuntas chuzadas ilegales que se estarían haciendo en la Contraloría en su contra.
Además, Sandra Morelli, insinuó que esa investigación era un convenio entre el fiscal y Bejarano para poder acceder a la investigación fiscal que adelanta la Contraloría sobre el desfalco a los recursos de la salud en la EPS Saludcoop, empresa de la que el fiscal fue abogado, y según la contralora, “al parecer lo sigue siendo”.
Bejarano, en diálogo con Semana.com, dijo que todo lo que escribió Morelli en su denuncia es “una absoluta falsedad”. “Ninguna cosa de la que está insinuando es cierta”.
Bejarano dice que “jamás” tuvo una reunión con el fiscal en la fecha que señala la contralora, el pasado 26 de mayo. Reconoce que se encuentra frecuentemente con el fiscal, pues comparten cátedra en la Universidad Externado, y que los temas de conversación son “puramente académicos”. “Con el fiscal tenemos discusiones sobre el acontecer nacional. ¿Pero qué hablemos de la contralora? Nunca jamás”.
Semana.com le preguntó a Bejarano si alguna vez el fiscal ha ido a su oficina, y su respuesta fue afirmativa, pero aclaró que hace más de año y medio fue la última vez que Montealegre fue a su despacho. “Pero de ahí a que la contralora suponga que estamos hablando de ella, es una auténtica paranoia”.
Además refuta a la contralora cuando insinúa el privilegio que ha tenido la demanda por chuzadas en la Fiscalía. Esa denuncia la puse en conocimiento del presidente de la República en febrero. “Han pasado seis meses para que se hagan las investigaciones y sólo se movió hasta septiembre. ¿De cuál celeridad habla la contralora?”, se pregunta el columnista de El Espectador, quien agrega “si ese cuento tan idiota fuera cierto, la investigación se hubiera abierto en mayo”.
Bejarano recordó que la denuncia por interceptaciones la interpuso cuando conoció, de boca de un propio funcionario de la Contraloría, que en la entidad le estaban haciendo seguimientos a sus comunicaciones. Y que estarían motivadas por las averiguaciones que como ciudadano, y mediante derechos de petición, ha hecho para establecer si Morelli está utilizando a una funcionaria del ente de control para que le organice algunos aspectos contables y tributarios de su vida particular. “Lo que pasa es que la contralora está furiosa por lo que estoy indagando”.
Al hacer referencia sobre la presunta reunión privada que tuvo con el fiscal, Bejarano dice que si la información proviene de un funcionario de la Contraloría que estaba en el edificio de su oficina, “demuestra que mantiene una obsesión por perseguirme”.
Bejarano también califica de “poco seria” la denuncia que Morelli puso contra el fiscal general porque todo lo que menciona se basa en rumores. “Solo dice al parecer. Quizás sea una estrategia para responder cuando tenga que enfrentar una denuncia por injuria y falsa denuncia”, dice el exdirector del DAS quien le dijo a Semana.com que estudia la posibilidad de presentar esa denuncia.
Pero el contraataque de Bejarano no termina allí. Aprovecha para decir que la contralora es la que tienen que responderle muchas preguntas al país. Si sobre reuniones privadas se trata –dice Bejarano- “que cuente las reuniones que ha tenido con Pablo Salazar de Heredia, uno de los accionista de la sociedad propietaria del edificio donde queda la nueva sede de la Contraloría, sociedad que tiene a unos de sus miembros en la lista Clinton por estar señalado de lavado de activos. Que responda eso. Que cuente que hablan en esas reuniones, si son en su casa o en su oficina”.
Para Bejarano, la denuncia que interpuso Morelli en la Comisión de Acusaciones se produjo cuando la Fiscalía “le ha encontrado la podredumbre que tiene ella en la Contraloría”. Y que en respuesta la contralora sale a recusar a todos los funcionarios que la investigan. “Ya tiene recusado al fiscal general, al vicefiscal Perdomo, a la auditora general. ¿Cómo así? Resulta que a la señora Morelli nadie la puede investigar. Eso demuestra la demencia de esa señora”.