“Que no se repita el ciclo del odio”, el llamado de Santos ante la tensión política

Los asesinatos de líderes sociales que defienden la implementación de los acuerdos de paz de La Habana y los ataques a los candidatos del movimiento Farc -y a algunos del Centro Democrático-, sumado a la alta polarización que suscita el actual debate electoral, pueden ser la génesis de un nuevo ciclo de violencia en todo el país.

Las alarmas están prendidas por las consecuencias negativas que podría generar el panorama político y social que se está viviendo en Colombia. Desde la Casa de Nariño hasta los partidos políticos, pasando por centros académicos y otras instancias de investigación, están analizando la situación con mucha preocupación y buscando salidas para evitar otro conflicto armado.

Este análisis es el que hizo público este viernes el presidente Juan Manuel Santos, quien advirtió que una situación similar, también con un alto grado de polarización, ya se vivió en Colombia y fue lo que prendió la llama de un conflicto que tardó 50 años en ser resuelto. Eso, precisamente, es lo que se quiere evitar que se repita.

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“No repitamos la historia. Antes de que estallara la violencia política en el siglo pasado, se vivía un ambiente similar al de ahora: una aguda polarización, y agresiones verbales y físicas entre liberales y conservadores. Ese fue el preludio de una violencia que nos dejó cientos de miles de muertos. Que no se repita el ciclo del odio”, advirtió el Jefe de Estado.

Ese momento del que habla Santos fue el que le dio paso a la creación de guerrillas como las Farc y el Eln; la primera ya desmovilizada y la segunda aún cometiendo graves actos terroristas. Además, caso que también despierta alertas en Palacio, se puede presentar un escenario similar al que ensombreció al país en las dos últimas décadas del siglo pasado, cuando se cometió el genocidio de la Unión Patriótica.

En la actual contienda electoral los decibeles de la confrontación están muy altos. Tanto candidatos al Congreso como a la Presidencia se increpan con fuerza y muchas veces con adjetivos descalificadores. Y, por otra parte, el aspirante de las Farc, Rodrigo Londoño, Timochenko, ha sido agredido físicamente en varias de sus correrías. Esta semana también fue atacada la sede José Jaime Uscátegui, candidato del Centro Democrático a la Cámara.

A eso hay que sumarle que, dependiendo de la fuente, el asesinato de líderes sociales es cada vez más grave y van en aumento. La organización Somos Defensores lleva un registro de 18 casos solo en 2018; Indepaz, de 24; y la Fundación Paz y Reconciliación, de 17. Cifras que escandalizan por donde se les mire.

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Las investigaciones oficiales indican que, a la fecha, hay 68 casos esclarecidos y 116 personas capturadas por estos crímenes.

“Pusimos fin a un doloroso conflicto armado con las Farc. No podemos ni debemos reemplazarlo ahora por un camino de odio y de exclusión. Tenemos que demostrar al mundo, tenemos que demostrarnos a nosotros mismos, que somos capaces de avanzar hacia un mejor futuro y que no vamos a cerrar las puertas de la democracia a quienes están dispuestos a participar según las reglas del juego”, continuó Santos.

El mandatario sabe que en menos de 7 meses entregará el poder, pero lo que menos quiere es que su principal obra de gobierno y que le valió el premio nobel de paz, el acuerdo político con las Farc, se diluya en medio de una nueva ola de violencia. Y por eso, durante la entrega de títulos de tierras a víctimas de la violencia Mercaderes (Cauca), volvió a llamar a todos los sectores a rechazar con vehemencia la violencia política.

A esto hay que sumarle que la Defensoría del Pueblo, eso sí con el rechazo del Gobierno, alertó que 287 municipios de 29 departamentos tienen algún grado de riesgo de sufrir algún incidente violento durante el proceso electoral del 11 de marzo, cuando se elige al nuevo Congreso de la República.

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“Tenemos que acostumbrarnos, como colombianos, como hijos de una misma nación, a respetarnos las diferencias y a debatir sin violencia”, puntualizó el Jefe de Estado, quien anunció que está listo un decreto para fortalecer la protección de líderes sociales.

Lo cierto es que la violencia y la polarización están muy latentes en el actual debate electoral y, contrario a lo que se esperaría de los primeros comicios tras la firma de la paz, los decibeles de la confrontación tienden a subir. Las alarmas ya se prendieron y ahora el reto es evitar un nuevo y prolongado baño de sangre por cuenta de la violencia política.