Santos vuelve al ruedo político: ¿cuáles son sus razones?

Doce días antes de que Juan Manuel Santos dejara la Casa de Nariño, tras ser elegido Iván Duque, dijo de forma contundente: “Yo ya me voy, dejo de ser presidente de la República, me retiro de la política”. Y así fue durante dos años. El expresidente se dedicó a viajar, estar con su familia, pasar tiempo con sus nietos, entre otras actividades. No se pronunciaba sobre ningún tema en la opinión pública.

Pero desde hace unos meses eso cambió. Con la llegada de la pandemia sus planes se truncaron y el expresidente volvió a comentar sobre la agenda nacional. En abril de este año, cuando apenas comenzaba el confinamiento, decidió responder algunas preguntas a sus seguidores en redes sociales y allí surgieron varios temas.

En esa conversación reconoció que fue un error haber hecho el plebiscito y haber dicho que “ese tal paro, no existe”. También le envió un mensaje al expresidente Uribe diciéndole que ojalá algún día entienda que “la paz es mejor que la guerra”. Además de los mensajes, ese día dejó en claro que se mantendría al margen, aunque le ofreció su ayuda a Duque para el manejo de la pandemia.

Más allá de algunas otras conferencias que dicta a nivel mundial y que generaban algún pronunciamiento en algunos temas, no fue sino hasta julio en una entrevista con Roy Barreras que el expresidente volvió a hablar abiertamente de la política nacional y se refirió al Gobierno.

En esa ocasión criticó fuertemente a Duque, le dijo que debía recobrar la gobernabilidad y le dio algunos consejos para su mandato. “Si Duque quiere pasar a la historia como un presidente que no fue un total fracaso, la tabla de salvación es recobrar un poco de gobernabilidad (…) y la única forma como va a poder recobrarla es alrededor de un tema: la implementación de los acuerdos de paz”, dijo Santos en ese momento.

En esa entrevista también comentó que cuando ve que están “destruyendo ciertos legados” tiene la tentación de salir a hablar y concretamente se refirió a “la paz”. Criticó a Duque diciendo que todas las obras que se han hecho en este gobierno, él había dejado las bases. Tocó el tema de la política antidrogas y dijo que es un fracaso como se ha planteado.

Ante la pregunta de si volvería al ruedo para 2022, Santos respondió que un nieto venía en camino. Pero a los pocos meses, el exmandatario sacó su libro ‘Un mensaje optimista para un mundo en crisis’ y con ello opinó de nuevo de la realidad nacional.

Luego vino el jalón de orejas a los firmantes del acuerdo de paz. Les dijo que si no reconocían sus crímenes podrían perder todos los beneficios. Toda esta discusión ha desatado una tormenta porque las Farc reconocieron el secuestro, el reclutamiento y la violación de menores, así como el asesinato de importantes líderes políticos entre ellos Álvaro Gómez Hurtado.

Desde entonces es común ver al presidente haciendo pronunciamientos. Uno de los más recientes fue la alerta de que el Gobierno Duque supuestamente apoyó la campaña de Trump. “Y eso es muy grave, porque no solamente es ilegal, sino que eso genera una reacción del Partido Demócrata, que ya sabe que eso está sucediendo y va a romper la política bipartidista”, aseguró. Pero además de eso, culpó a su primo hermano y embajador en Estados Unidos, Francisco Santos, de ser el que estaba haciendo esos enlaces, lo cual generó la respuesta del embajador.

Sus denuncias generaron toda una disputa entre todos los sectores: miembros del Gobierno, políticos del partido de gobierno, la oposición, entre otros en que se cuestionaban o defendían la intromisión de Colombia en las elecciones estadounidenses.

El hecho fue tan discutido que la más reciente encuesta de Cifras y Conceptos arrojó que la primer preocupación de los colombianos en materia internacional es “recuperar la credibilidad de la diplomacia colombiana”, incluso por encima de las relaciones con Venezuela.

Pero sin duda su más reciente pronunciamiento ha sido el más contundente. Santos le respondió una carta a Timochenko diciendo que se debía cumplir lo pactado y seguir luchando por alcanzar la paz. Esto luego de que el líder de las Farc le mostrara su preocupación ante el referendo de Uribe que quiere derogar la JEP.

“Entiendo su preocupación por proyectos de referendo o de ley para ‘hacer trizas los Acuerdos de Paz’ mediante la derogatoria de la JEP. Yo no me preocuparía tanto porque ni los acuerdos ni la JEP (que hace parte de ellos) son derogables. Es un imposible categórico jurídico y político”, le respondió en la carta Santos a Timochenko.

El retorno de Santos puede estar enmarcado en una preocupación principal que él mismo la ha expresado y parece ser la más evidente: no dejar que se cercenen los acuerdos de paz, su máxima herencia. El expresidente dice que Duque no ha implementado lo pactado de forma contundente y que desde el uribismo quieren acabar con la JEP y quitarles las curules a los exguerrilleros.

En ese sentido varios se preguntan si para ello el expresidente está dispuesto a volver al ruedo político de lleno con el fin de salvar su legado. Hasta el momento Santos ha negado que esté volviendo a la política. Sin embargo con estas declaraciones quedan los interrogantes: ¿Hasta dónde está dispuesto Santos a mantenerse al margen? ¿Va a jugar un papel en las presidenciales del 2022?