Nación
Sargento del Ejército secuestrada por el ELN se despachó en contra del ministro Iván Velásquez, “nunca me llamó, me sentí juzgada”
La sargento Karina Ramírez, quien hace un año fue secuestrada junto a sus dos hijos de 6 y 8 años de edad por el ELN en Arauca, reveló que hoy vive una pesadilla dentro del Ejército.
En julio del 2023 el país se sacudió con la noticia que la guerrilla del ELN había secuestrado en Arauca a una sargento del Ejército junto con sus dos hijos menores de edad. La suboficial fue identificada en su momento como la sargento Karina Ramírez del Ejército.
El impacto de la noticia tuvo mucho más relevancia por las declaraciones que entregó en su momento el ministro de la Defensa Iván Velásquez, quien terminó responsabilizando a la militar del secuestro y no al ELN, pues dijo que la circulación de la suboficial por las vías de Arauca había sido “un acto imprudente”.
De acuerdo con la información que entregaron en su momento los familiares de la sargento, la uniformada se había para Arauca cumpliendo órdenes de la institución que la había trasladado para el departamento donde estaba su esposo.
Luego de un año de la traumática experiencia que vivió con el ELN y el secuestro de sus hijos y el de ella, la sargento Ramírez habló con SEMANA sobre el ministro de Defensa, Iván Velásquez, y el excomandante del Ejército, el general Luis Ospina, quien para el momento de los hechos era el comandante de la institución.
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Ramírez dijo que comparte las declaraciones del ministro de la Defensa Iván Velásquez, quien le echó la culpa de su secuestro cuando estaba cumpliendo con ordenes del mando que era su traslado. “Nunca, me llamó (Ministro de Defensa), ni siquiera el comandante del Ejército (general Luis Ospina). Ellos piensan que yo soy la culpable, ellos piensan que de pronto yo, pues no sé, me ofrecí o quién sabe. En ese momento me cuestionaba, pues me hacía esa pregunta y yo decía, pues no era mi culpa. Inclusive a la psicóloga le decía, doctora no entiendo qué es lo que en realidad está pasando”, dijo la suboficial.
Así mismo indicó que siente que el gobierno y el Ejército le dieron las espalda luego de su secuestro y que hoy solo recibe tratos machistas y persecución laboral. “Me da mucha tristeza porque me han tratado tan mal la verdad y yo en algún momento le decía a la doctora, a la psicóloga le decía, ¿Qué diferencia hay entre las personas que me secuestraron y las personas que portan el mismo uniforme que yo porto? Cuando me han tratado tan mal, cuando no hacen sino humillarme, culparme”.
Al ministro de la Defensa le digo que no fue un acto de imprudencia mía. “A la hora de la verdad todos los militares nos transportamos por nuestros propios recursos, el que tiene carro se va en carro y yo no tenía plata para los tiquetes aéreos, cada uno me costaba 800.000 pesos y eran por tres”, relató la uniformada a SEMANA.
“Empecé a llorar, corrían lágrimas por mi rostro y me sentí impotente, juzgada nuevamente. Yo decía, ¿Cuál fue mi culpa? ¿Cumplir una orden? Pues que digan de que fue un acto imprudente”, dijo al referirse a las declaraciones del Ministro Velásquez.
También dijo que su traslado por carreta a Arauca fue para cumplir las ordenes del mando. " No era fácil para mí que a mis hijos les pusieran una pistola en su cabeza y me dijeran, sargento, si usted no hace esto, ya inmediatamente le ponían a mis hijos la pistola en su cabeza o me la colocaban a mí.
“Porque fue tan bruta de dejarse secuestrar”,
La suboficial también dijo que le causó indignación un mensaje que le envío el entonces comandante del Ejército, el general Luis Ospina, a través de otro militar, quien le dijo que por qué había sido “tan bruta de dejarse secuestrar”.
“Mi sargento mayor Páez, efectivamente me dijo, vengo de parte del comandante del Ejército (General Luis Ospina) para decirle las siguientes palabras, “no entiendo por qué fue tan bruta dejarse secuestrar”. También dijo que en una llamada que le hizo un general de apellido Torres, el general Ospina dijo que no quería hablar con la sargento.
“Yo escuché cuando mi general desafortunadamente tenía todo el volumen en el celular, y mi general Ospina le decía a mi general Torres, hijueputa hermano, o se le quedó grande esta mierda, le quedó grande lidiar con la sargento, no entiende que no quiero hablar con ella”, manifestó la militar.
La sargento contó a SEMANA que hoy vive toda una pesadilla dentro del Ejército que la ve como victimaria y no como víctima. Aseguró que a raíz del secuestro le abrieron una investigación disciplinaria, tiene problemas de salud, tiene problemas de seguridad, sufre de revictimización constante dentro de las institución, hay persecución laboral en su contra y hoy no cuenta con respaldo del alto mando y ni del gobierno.
Además señaló que dentro de la institución molesta que tenga citas médicas por cuenta de las secuelas que le dejó el secuestro. “El hecho de que yo sea militar no quiere decir que yo no sea un ser humano, no quiere decir que yo no sienta, no quiere decir que yo no sea mamá. Porque eso lo he manifestado muchas veces en cuanto a las citas médicas porque me decían, sargento, ¿y qué?, y sus citas. Y yo sí, claro, pero es que tengan en cuenta que uno, fui secuestrada con mis dos hijos y aparte de eso tengo un niño en condición de discapacidad”.