Nación
Se destinarán cerca de 27.000 millones de pesos para garantizar el suministro de agua en Cajicá
La Gobernación de Cundinamarca destinará de inmediato 2.000 millones de pesos para la compra de tanques y motobombas; luego se hará una millonaria inversión para la construcción del tanque de almacenamiento.
En medio de la emergencia que atraviesa la comunidad del municipio de Cajicá con relación a la falta de suministro de agua, el gobernador de Cundinamarca, Nicolás García, anunció la inversión de cerca de 27.000 millones de pesos para garantizar obras inmediatas y dar inicio a la solución estructural y definitiva con la construcción del tanque de almacenamiento de agua.
“Luego de una mesa de trabajo con el alcalde de Cajicá, Fabio Ramírez, hemos decidido realizar el giro directo e inmediato de 2.000 millones de pesos para que se destinen a la compra de tanques y motobombas para los sectores que lo necesitan en este momento para que pueda garantizarse el suministro de agua”, precisó el mandatario departamental.
Y agregó: “con relación a la solución definitiva, que es la construcción del tanque de almacenamiento de agua, informamos que en el mes de febrero estarán girados los 20.000 millones de pesos de la Gobernación, que se suman a los 4.500 millones de pesos que dispondrá el municipio”.
El gobernador García destacó que la totalidad de los recursos serán administrados por la Empresa de Servicios Públicos de Cajicá, entidad que deberá adelantar el proceso de licitación y ejecución de las obras, que le permitirán a todos los habitantes disfrutar del constante y óptimo suministro de agua.
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Vale recordar que habitantes de Cajicá realizaron el pasado domingo 29 de enero una manifestación en rechazo a las afectaciones de suministro de agua potable que se han registrado en los últimos años y que se habrían agudizado a finales de 2022.
Laura Castro, vocera de la comunidad, señaló que desde hace tres años hay problemas de desabastecimiento. Manifestó, además, que en los últimos meses el líquido llega en mal estado a las casas.
“Nos manifestamos de manera pacífica porque llevamos más de tres años con desabastecimiento de agua. En los últimos meses, el agua ha llegado supremamente amarilla, barrosa, negra, oscura”, dijo inicialmente.
“Tenemos ciudadanos, niños de primera infancia, de 0 a 5 años y adultos mayores de 69 que no han tenido la posibilidad de acceder a líquido vital para poderse bañar”, explicó.
Además —sostuvo—, “se nos está vulnerando el derecho a la salud porque no solo el agua ha llegado en un mal estado, sino que tenemos involucrado el derecho a la educación porque los colegios públicos entraban mañana. Como no tenemos agua, sería irresponsable enviarlos [a los niños] a estudiar”, dijo.
La mujer formuló un pliego de peticiones de la comunidad por la crisis. Entre las peticiones se encuentra la suspensión de licencias urbanísticas, la declaración de un estado de emergencia, la renuncia del gerente de Aguas de Cajicá y el no cobro de la factura de agua desde el pasado mes de noviembre, momento en que —asegura— se agudizaron los problemas con el servicio.
“Necesitamos que se intervenga la empresa de servicios públicos de Cajicá y verifiquemos porque aquí hay una afectación masiva. Ya tenemos adultos mayores y niños enfermos de gastroenteritis. Dentro de lo que estamos pidiendo de forma inmediata está la suspensión de licencias urbanísticas y la suspensión de obras que consumen agua y nos dejan sin líquido vital. Lo segundo es que se declare sí o sí el estado de emergencia. Lo tercero es que el gerente de Aguas de Cajicá renuncie o se declare la insubsistencia porque en tres años no pudo solucionar el problema. El cuarto es el no cobro de la facturación desde el mes de noviembre, cuando se intensificó el problema”, expresó.
Otros habitantes del municipio denuncian que llevan más de una semana sin suministro de agua potable. Otros aseguran que la presión del agua es mínima, “lo que ha causado que centenares de calentadores a gas se hayan dañado, generando que la gente, literal, se esté bañando a totumadas a raíz de la baja presión”.
Ante toda la problemática que se está viviendo en el municipio, la Alcaldía del municipio tomó la decisión de decretar emergencia sanitaria y calamidad pública.