¿SE LANZA EL GENERAL?

Carta del general Landazábal a su colega Valencia Tovar causa revuelo y especulaciones sobre candidatura del ex ministro de Defensa.

19 de agosto de 1985

Año y medio después de perder su puesto como ministro de Defensa por haber afirmado que el país debía "acostumbrarse a oír a sus generales", el general en retiro Fernando Landazábal Reyes decidió que todavía era tiempo de que lo oyeran, o por lo menos de que lo leyeran. Eso es lo que parece deducirse de una carta supuestamente personal enviada al general (r) Alvaro Valencia Tovar desde La Haya, donde Landazábal acaba de presentar renuncia a su cargo de embajador, que ha sido interpretada como un globo para medir el ambiente de una posible candidatura presidencial suya. La carta no lo dice explícitamente y Landazábal se hizo el indignado ante el despligue publicitario que recibió la misiva. Alegando que la carta era privada, le colgó el teléfono a los periodistas de Caracol que el viernes en la mañana lo llamaron a La Haya. En realidad, el documento habia sido divulgado a los periodistas por un publicista llamado Alvaro Sánchez (no Mallarino), quien lo había enviado a los diferentes medios.
Sin embargo, no cabía la menór duda. Tanto por el tono como por el contenido, la carta no podía ser más política y menos personal. Después de notificar que ha renunciado a su cargo de embajador, Landazábal afirma que el país requiere "un alto" prácticamente en todo lo que está sucediendo en la actualidad y clama por un nuevo líder, cuyas características define ampliamente, dejando entrever que ninguno de los precandidatos en la palestra las tiene. En un gesto de lealtad con su antiguo jefe, logra el malabarismo de expresar que el país está acabado, exonerando al presidente Belisario Betancur de cualquier responsabilidad en el actual estado de cosas.
El ex mindefensa arremete contra el "bipartidismo, continuado sigilosamente", "el caciquismo de ayer y el clientelismo de hoy", "la malicia soterrada y dañina de ciertos sectores de la clase dirigente", y en general contra el residuo frentenacionalista con el que se gobierna en la actualidad. A su turno propone una serie de reformas audaces que incluye "apertura democrática", "reforma agraria... para favorecer al campesino desprovisto de hacienda", "participación política de las minorías", "descentralización administrativa", etc. Tangencialmente enfila sus baterías contra la subversión, para la cual, según él, debe buscarse "sin claudicar" una salida.
El estilo de la carta es retórico y en ella, el general deja aflorar su vena lírica, con frases en las que pide para sus compatriotas "un lugar para la noche, un alimento en la despensa, un himno de patria en el corazón, una convicción en el alma". En cuanto al contenido, este resulta relativamente de avanzada en materia social y económica y bastante moderado en lo que se refiere al orden público.
En esto último radica precisamente el problema de la eventual candidatura de Landazábal. Si bien algunos sectores de la población, desilusionados por la falta de resultados concretos en el proceso de paz y alarmados por la desinstitucionalización del país y el avance de la subversión, podrían ser receptivos a la candidatura de un general, preferirían a uno de los de "sangre y fuego" y sin veleidades reformistas. Teniendo en cuenta que la candidatura es estrictamente simbólica, pues no tiene posibilidad alguna de ganar, para los militaristas constituye mejor símbolo el general Bernardo Lema Henao. Por el contenido de su carta, Landazábal, un hombre estudioso y estructurado, acaba siendo de centro-izquierda y eso lo ofrece todo el mundo, sin la desventaja de haber usado charreteras. También juega en su contra, considerando que su candidatura es obviamente de protesta, que este sentimiento lo han capitalizado ya Luis Carlos Galán y, en menor grado, Alvaro Gómez. Por último, aunque las circunstancias eran diferentes, los 50 mil votos del general (r) Alvaro Valencia Tovar en una campaña que llegó a suscitar entusiasmo en 1978, constituyen un antecedente de los formidables obstáculos a que se enfrenta el general Landazábal si llega a lanzarse.