Homenaje

“Se nos va, se nos va”: Gitanillo de América relata el drama de César Rincón en Palmira

El torero colombiano llevó en sus brazos hasta la ambulancia a César Rincón, en el día de la cornada más grave de su vida, la de Palmira, que en 1990 lo tuvo entre la vida y la muerte.

22 de mayo de 2021
Gitanillo América
Gitanillo América | Foto: Gitanillo América

El destino cruzó las vidas de Gitanillo de América y César Rincón a comienzos de los años 80, cuando irrumpieron en España toreando festivales que eran retransmitidos para Colombia por el joven periodista Iván Parra (fallecido en 2020) del Grupo Radial Colombiano. Por aquel entonces los colombianos se aferraban al radio, y los domingo se oía ciclismo, fútbol y toros.

El público vivió una emoción durante toda la jornada, la cual expresaban sus innumerables gritos y aplausos al maestro. | Foto: León Darío Peláez

César se adelantó, tomó la alternativa en 1982, y Gitanillo lo hizo en 1986. Ambos se doctoraron en la Santamaría de Bogotá. Gitanillo desafió a Rincón que estaba por hacerse con el trono que dejó huérfano Pepe Cáceres, cuando el toro ‘Monín’ de San Esteban de Ovejas le atravesó el pulmón en la plaza de toros de Sogamoso, y le causó la muerte tras 16 días de agonía.

Pero Rincón no quería que nadie lo superara, y si Gitanillo ponía banderillas, pues él también lo hizo. Algo que seguramente no saben los aficionados españoles que se años después se rindieron a sus pies.

El 4 de noviembre de 1990, Rincón y Gitanillo fueron anunciados mano a mano en Palmira. El primer toro de la tarde corneó de gravedad a César. Gitanillo fue el primero en llegar a socorrerlo, lo levantó de la arena, lo cargó en su brazos hasta la ambulancia, y comprobó por las manchas de sangre que quedaron en su traje de luces, la gravedad del percance.

Gitanillo tuvo que matar los seis toros, triunfó, y se marchó al hospital para conocer el estado de salud de César. Allí, Ernesto González Caicedo, gobernador del Valle y ganadero de lidia, le dijo que se necesitaba sangre, porque “César se nos va”.

Pero César sabía que no podía irse. Se recuperó, al mes siguiente fue el triunfador de la feria Jesús del Gran Poder en Quito, y comenzó su racha de éxitos que lo condujeron en Madrid.

Y mientras Rincón conquistó España, Gitanillo conquistó Colombia. Toreó por todos los pueblos, a donde iba para hacer afición. Más de 1300 corridas lidió. Casi las mismas de César en su carrera en España.