Ángel Gabriel Padilla
Patrullero Ángel Gabriel Padilla | Foto: Tomadas de redes sociales

NACIÓN

Se salvó de morir: el desgarrador relato de un policía a quien le propinaron 27 puñaladas en medio de disturbios

El uniformado duró al menos cuatro días luchando por su vida en una Unidad de Cuidados Intensivos en la Clínica de la Policía en Cali.

13 de junio de 2021

Desde que empezaron las marchas en Colombia, los fallecidos y heridos se han convertido en una realidad diaria, tras los fuertes enfrentamientos entre civiles e integrantes de la fuerza pública en varias regiones del país. Una situación que preocupa a los ciudadanos, teniendo en cuenta que, además de la violencia en los últimos días, el desabastecimiento de combustible, medicamentos y alimentos, empieza a preocupar a los hogares colombianos.

En medio de los hechos de violencia que se han presentado en medio del paro, un policía identificado como Ángel Gabriel Padilla, narró cómo logró sobrevivir a pesar del brutal ataque que sufrió el pasado 29 de abril en el municipio de Yumbo, Valle del Cauca. El policía recibió al menos 27 puñaladas y además fue atacado con patadas y objetos contundentes.

A través de un video, Padilla contó que el ataque por parte de un grupo de sujetos inició luego de que unos manifestantes gritaran que él era de la Sijín, porque iba en compañía de integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía Nacional.

“Estos manifestantes sin mediar palabra me abordan y comienzan a agredirme con arma corto punzante y con objetos contundentes. Logré salir a correr para refugiarme en una vivienda, donde estos manifestantes también llegaron y tumbaron las puertas de la vivienda y siguieron agrediéndome con armas corto punzantes y objetos contundentes. Luego de esto gritan que me saquen a la calle para que me termine de morir allí”, narró el uniformado.

Continuando con su relato, el uniformado dijo que aún herido trató nuevamente de escapar, pero las fuerzas no le ayudaron. “Otro manifestante se me acerca y me causa unas heridas en la espalda y pierdo el conocimiento. Luego de esto me levanto cuatro días después internado en una clínica intubado, con 27 puñaladas y con la pérdida del nervio auditivo del oído derecho en el 70 %”, contó Padilla.

El pasado jueves, en Vicky en SEMANA también se conoció la estremecedora historia del patrullero Ángel Campos, a quien un grupo de manifestantes intentaron quemar vivo en Bucaramanga en medio de las protestas llevadas a cabo en esa ciudad el miércoles.

En Vicky en SEMANA, el uniformado perteneciente al Esmad dijo estar bastante deprimido y afectado psicológicamente por lo acontecido contra su vida, pues no llegó a pensar que una situación de esas le fuera a pasar a él. “Esperaba que mi familia me esperara en mi casa, que hoy que estoy cumpliendo un año más de vida pudiera estar compartiendo con ellos”, dijo el uniformado, quien se recupera en un clínica debido a las quemaduras de grado dos que sufrió en el brazo izquierdo.

El uniformado narró que todo sucedió en la carrera 26 con calle 10 (Bucaramanga), en momentos en que él y sus compañeros del Esmad se disponían a retirarse del lugar, mientras personal de Derechos Humanos y de la Personería se disponían a hablar con los manifestantes.

“Nosotros decidimos retirarnos del sitio para que ellos intervinieran en el procedimiento y hablaran con los manifestantes. Cuando nos estábamos retirando del sitio, los manifestantes nos empezaron a atacar y nosotros para repeler el ataque tiramos algunos gases; luego nos lanzaron una bomba incendiaria, una molotov, y me cayó en la parte del casco, y luego se me incendió toda la parte del cuerpo (...) Gracias a Dios los compañeros tenían un extintor y lograron apagarme; mantuve la calma y busque refugió en ellos para que me auxiliaran”, contó Campos en Vicky en SEMANA.

Una vez notó que su cuerpo se estaba incendiando, Campos dijo que llegó a pensar en un desenlace trágico, mientras sus compañeros trataban de controlar las llamas. Les recordó a quienes le causaron esas quemaduras, que hay otros medios para manifestar, donde el diálogo puede predominar para solucionar los problemas.

Campos también manifestó que si bien no logró identificar puntualmente al manifestante que lo atacó con la bomba tipo molotov, sí alcanzó a apreciar que el artefacto provino de la multitud que empezó a atacarlos. “Cuando los compañeros comenzaron a gritar molotov, molotov, el artefacto ya venía y yo no alcancé a reaccionar porque todo fue en cuestión de segundos”.

Continuando con su desgarrador relato, Campos reveló en Vicky en SEMANA que una vez estaba dentro del Hospital Universitario en Bucaramanga escuchó que unas personas le gritaron “cerdo” y “resistencia”, mientras le tomaban los signos vitales. Según el uniformado, debido al dolor que estaba padeciendo en ese momento, no logró identificar quiénes eran las personas o funcionarios que le estaba gritando esas palabras.