BOGOTÁ
Secretario de Seguridad dice que hurtos disminuyen; víctimas sienten lo contrario
Guidany Betancourt y su hija mayor fueron atracadas el pasado domingo 11 de octubre en la ruta de TransMilenio Suba-Santa Isabel, a la altura de la Avenida Chile. Un hombre las amenazó con arma blanca para quitarles el celular. La niña resultó herida por defender a su mamá.
No lograron quitarle el celular, pero sí herirla. Lo que Guidany Betancourt y su hija vivieron fue un intento de asesinato. O al menos así lo sintieron, luego de que un hombre quiso clavarle un cuchillo para intentar robarle el celular en TransMilenio: “Un muchacho bien alto, sin mediar palabras, saltó al vagón y fue directo a mi pecho a apuñalarme. Mi hija, de 13 años, de una manera instintiva para defenderme, puso su mano y recibió dos puñaladas. Yo recibí otras dos en el antebrazo izquierdo. No pudo robarse el celular y fue atrapado”, dijo la mujer recordando los angustiosos momentos que vivió.
Guidany Betancourt es venezolana con nacionalidad colombiana. Según ella, el modus operandi que usaron los atracadores en el servicio de transporte público de la capital de la República, es el mismo que utilizan los dueños de lo ajeno en el país vecino: “Cuando empezó a atacarme y a insultarme, supe que el acento era venezolano. Hasta una camisa de Venezuela tenía. Mi hija lo notó desde el principio. Yo no fui tan observadora”.
El delincuente fue capturado, mientras que Guidany y su hija lograron identificarlo en el carro de la policía antes de dirigirse a urgencias médicas: “el tipo” para ese momento confesó que había intentado robar, pero no confesó el intento de asesinato; él nos trató de matar".
El atracador es un joven de 19 años. Supieron su identidad después de ir madre e hija a la Unidad de Reacción Inmediata de La Granja, donde el hombre les pidió perdón. Sin embargo, Guidany, que vivió en Venezuela por más de 20 años, no quiere que estigmaticen a los ciudadanos de ese país que están en Colombia por uno de ellos.
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La mujer también asegura que los ciudadanos que viajaban en TransMilenio se solidarizaron con ella y su hija y les ayudaron: “Uno de ellos, entre los gritos y todas las puñaladas, intentó meterse, pero el atracador tiraba a diestra y siniestra a chuzar al que intentara detenerlo. Tras el incidente, los pasajeros se bajaron al mismo tiempo que el atracador huye y más adelante lo atraparon”. En contraste con la colaboración de los ciudadanos, no recibió apoyo por parte del personal del transporte público más importante de Bogotá, según narra en SEMANA Noticias: “Referente al TransMilenio, no recibí información, ni ayuda, ni guía. Lo que yo más recuerdo es que el conductor salió con afán como a pedir ayuda del cuadrante. A nosotros nos tocó devolvernos a una estación para la identificación del joven y ningún trabajador nos preguntó o se interesó. Ni siquiera después de poner la denuncia, ningún funcionario se ha comunicado. Después puse una queja por escrito y me respondieron que usara otro mecanismo”.
Las lesiones que sufrieron madre e hija deben ser tratadas por un especialista por la profundidad de las heridas. Guidany finalmente confesó que sintió la muerte cerca aquel 11 de octubre. Por su parte, Hugo Acero Velásquez, secretario de Seguridad de Bogotá, argumentó que han disminuido los casos de inseguridad en la capital del país: “Quiero destacar la reducción en el hurto a personas, en el mes de septiembre y octubre, cuando se regresó a las actividades normales. Los atracos se redujeron en un 45 por ciento para septiembre y un 39 por ciento para el mes de octubre”.