Secuestro del registrador del Chocó sería bajo la misma modalidad del caso del papá de Lucho Díaz; ELN habría subcontratado delincuencia común

El secuestro del registrador delegado del Chocó, Jefferson Murillo, el pasado fin de semana, evidenció una vez más la crisis de seguridad que hay en el país, en que las extorsiones y los secuestros están imparables.

Los motivos del plagio de Murillo son desconocidos. Fuentes de la Policía y el Ejército confirmaron que aún no se han comunicado los secuestradores para hacer alguna clase de exigencia para dejarlo libre. Por el momento, la hipótesis más fuerte que tiene la fuerza pública es que el registrador habría sido secuestrado bajo la misma modalidad que se utilizó en el caso del papá del jugador de la Selección Colombia Lucho Díaz, el Mane Díaz.

Para ese caso, el ELN subcontrató a una estructura de crimen urbano, que fue la encargada de realizar todo el planeamiento del secuestro de Mane Díaz durante casi medio año. Luego, bajo la supervisión de un integrante del ELN se ejecutó el plagio en el municipio de Barrancas, La Guajira.

Para el caso de Murillo, la hipótesis que manejan las autoridades es que posiblemente el secuestro lo habría cometido una estructura de crimen organizado conocida como Los Zetas, que se habría encargado de cometer el plagio para después entregar a la víctima a una estructura de mayor impacto como el ELN o el Clan del Golfo.

Fuentes de las agencias de inteligencia del Estado señalaron que en la zona donde se cometió el secuestro delinque la estructura Manuel Hernández del ELN y algunas estructuras del Clan del Golfo. Las mismas fuentes indicaron que hay que tener en cuenta que en el Chocó se han presentado varios eventos de parte del ELN en los que han desobedecido al Comando Central (COCE), que se encuentra en negociaciones de paz con el Gobierno.

En la zona del secuestro indicaron fuentes militares y de la Policía que se desplegó un amplio operativo con sistemas de detección de calor aéreo, uniformados en tierra y labores de inteligencia para ubicar al registrador secuestrado.

Para el caso del papá de Lucho Díaz hay que recordar que la estructura de crimen urbano infiltró a un allegado de la familia y lo convenció para que participara del secuestro. Para dicho caso, la red que planeó y ejecutó el secuestro es conocida como Los Primos.

Los capturados, en su momento, fueron identificados como Andrys Alcides Bolívar Bolívar, conocido con el alias de Andrys y cabecilla de la estructura criminal; Marlon Rafael Brito Bolívar, alias Marlon; Brayan Javier Morales Sanjuan, alias Brayan; Yerdinson Bolívar Bolívar, alias Arenca, este último fue el trabajador de la familia Díaz que los traicionó entregando las rutinas diarias del papá de Lucho Díaz.

Sobre alias Andrys, la Policía destacó que es el cabecilla principal de la organización conocida como Los Primos, la cual desarrolla actividades criminales en coordinación con el ELN. Este sujeto es hombre de confianza de alias Patricia, integrante del Estado Mayor del Frente de Guerra Norte, y alias Octavio, cabecilla de la comisión de finanzas de esta estructura de la guerrilla.

Indicaron las autoridades en su momento: “Es el encargado de orientar a sus integrantes en la observación criminal y la coordinación logística para la realización de los secuestros y posterior entrega de los secuestrados a integrantes del ELN”.