NACIÓN
"Ni el éxito del proceso está garantizado, ni el riesgo de no retorno al conflicto ha desaparecido"
Esa fue la conclusión a la que llegó el Instituto Kroc después de presentar su segundo informe sobre la implementación del acuerdo de paz. La falta de garantías de seguridad y las demoras en el proceso de reincorporación de los excombatientes "son particularmente preocupantes", dicen.
A siete días de que se cumpla el primer año del desarme definitivo de las Farc, se conoce una radiografía completa sobre cómo avanza el aterrizaje de los otros cinco puntos del acuerdo.
"En general, el proceso avanza de manera constante, con más de la mitad de las disposiciones en progreso, y el 21 por ciento completado. Comparado con los otros 34 acuerdos en la Matriz de los acuerdos de paz a los 18 meses, el proceso de implementación en Colombia lleva un ritmo promedio de implementación", dice Instituto Kroc
Al Centro de Estudios Internacionales de Paz, adscrito a la Universidad de Notre Dame, con sede en Indiana, Estados Unidos, le fue encomendada la misión de monitorear la implementación. Por eso este jueves, después de que bajó el fervor de las elecciones con la posesión del presidente Iván Duque, se conociósu segundo balance.
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El instituto –que ha monitoreado 34 procesos de paz en todo el mundo desde 1989– tras leer el acuerdo detalladamente extrajo 578 disposiciones concretas de las cuales 353 (61 por ciento) están en algún nivel de implementación. Se trata de compromisos medibles en el corto, mediano y largo plazo, como, por ejemplo, la creación del Fondo de tierras, que es una disposición de largo aliento.
Bajo esos parámetros los últimos 18 meses de implementación se resumen en tres premisas, según el informe: 1) Cada mes, desde diciembre de 2016, el número de disposiciones que se han trasladado del nivel de no iniciación a los niveles de implementación mínima, intermedia y completa, ha aumentado. 2) El número de disposiciones que se encuentran en algún nivel de implementación, ha incrementado de 83 (14 por ciento ) en diciembre de 2016 a 353 (61 por ciento) en mayo de 2018. 3) El porcentaje de disposiciones que se han implementado completamente ha aumentado de 4 por ciento en diciembre de 2016 a 21 por ciento en mayo de 2018.
Tomado de: Instituto Kroc
Para medir la temperatura de lo que viene pasando con el acuerdo, cabe el adagio popular: ni tanto que queme al santo, ni tan poco que no lo alumbre. ¿La razón?, aunque hay procesos exitosos que mostrar y que se han completado casi en un 100 por ciento como la dejación de armas, hay otros ni siquiera han despegado. Por eso, para el instituto "esto no significa que el éxito esté garantizado o que el riesgo de retornar al conflicto armado haya desaparecido".
La falta de garantías de seguridad y las demoras en el proceso de reincorporación son particularmente preocupantes para el Instituto Kroc en este momento. El asesinato de líderes sociales, defensores de derechos humanos y excombatientes de las Farc (60) viene enrareciendo el panorama y los homicidios no paran. A largo plazo, sin embargo, lo que podría socavar el logro de una paz estable y duradera son la ausencia de una reforma rural integral y la sustitución de cultivos.
"El nuevo Gobierno debe seguir trabajando para lograr estos objetivos a fin de garantizar una paz y un desarrollo sostenible y crear una sociedad más democrática y equitativa en Colombia", advierten los investigadores. A pesar que problemáticas que encaran territorios como Tumaco y Catatumbo por la proliferación de grupos armados que se pelean el botín del narcotráfico, "la implementación del acuerdo colombiano continúa avanzando".
Esto, sin embargo, no significa que todas las comunidades de los territorios estén en un mismo porcentaje empezando a sentir los réditos de la paz. Menos cuando " se evidencia una serie de problemas que están obstaculizando el proceso y podrían dar lugar a retrocesos en los meses por venir". Por eso, entre los llamados que se le hacen al nuevo gobierno, el centro de estudios aboga por lograr la reforma rural, promover el desarrollo económico, promover y garantizar la participación ciudadana, reincorporar a los excombatientes, sustituir los cultivos de uso ilícito, abordar las preocupaciones de las víctimas y proporcionar mecanismos para la justicia transicional, "ahora (que el proceso) ha entrado en la fase más difícil".
Pero la discusión tiene tanto de largo como de ancho. A pesar que han sido casi homogéneas las críticas a la forma como se viene adelantando el programa de sustitución de cultivos, este jueves el nuevo ministro de Defensa, Guillermo Botero, anunció que "se acaba la erradicación voluntaria y vuelve la erradicación obligatoria".
Es la primera vez que se hace una verificación en tiempo real de los compromisos pactados en un acuerdo de paz. Y, comparativamente con el panorama internacional, Colombia sigue saliendo bien librada principalmente en relación a los compromisos a corto plazo como lo son a dejación de las armas, el cese al fuego y de hostilidades, y el establecimiento de mecanismos de verificación, entre otros que se cumplieron completamente. Frente a los avances verificados a mediano y largo plazo hay retos considerables.