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Escalofriante: así mataron al fiscal paraguayo Marcelo Pecci: SEMANA revela un video de 3 horas que es la prueba clave en la investigación. Los criminales se le cruzaban por el frente a su víctima
SEMANA revela en exclusiva el video del momento exacto del atroz asesinato del fiscal paraguayo. A través de horas de grabación se ve el minuto a minuto de los seguimientos y el homicidio a disparos a quemarropa.
El sicario tenía claro el objetivo, caminó rápidamente y, aprovechando que su víctima se agachaba a recoger una camiseta en el lugar donde estaba sentada su esposa, se acercó y a sangre fría, apenas a unos centímetros de su cabeza, le disparó en tres ocasiones con una pistola nueve milímetros.
SEMANA revela en exclusiva el video completo de la investigación que realizaron la Policía y la Fiscalía, en el cual se ve minuto a minuto lo que ocurrió el 10 de mayo pasado, y cómo el fiscal Pecci y su esposa, la periodista Claudia Aguilera, eran seguidos incluso en el mismo hotel donde se hospedaban en Barú, por los criminales que les respiraban en la nuca.
Todo quedó en video, no solo los seguimientos que les hicieron días antes por la ciudad de Cartagena, sino en especial lo que ocurrió el día de la tragedia. Mediante las cámaras de seguridad del hotel se reconstruyeron las últimas tres horas de lo que hizo la pareja desde muy temprano hasta el momento en que los sicarios lo asesinan.
El reloj marcaba las 9:44 de la mañana cuando sonaron los disparos, Claudia se cubre la cara y de inmediato se lanza al piso y abraza de rodillas en la arena a su esposo, el fiscal Pecci. El sicario corre a pocos metros, rumbo a la orilla del mar, donde lo espera su compinche en la moto acuática que parece encallada y no arranca, tiene que empujarla y finalmente se va colgado de ella. En esa maniobra, según los investigadores, se le cayó el arma y el proveedor fue recuperado en la escena.
Se escuchan gritos, los turistas están confundidos, asustados y apenas toman sus cosas para resguardarse. Al mismo tiempo, exactamente a las 9:45:15, en otra cámara se ve cómo los dos sicarios huyen con rumbo desconocido.
La pareja, que se había acabado de enterar de que iban a ser padres, dormía con el enemigo. Así lo hicieron durante varios días en los que fueron seguidos sigilosamente hasta el momento del homicidio, justamente cuando Pecci y Aguilera terminaban su luna de miel y estaban a pocas horas de tomar un avión que los llevaría nuevamente a Paraguay.
Madre e hijo, los campaneros
Esa mañana, el reloj marca las 7:19 cuando aparece la pareja en las cámaras. La primera en llegar es Claudia, quien vestida de rosado llega al restaurante del hotel a desayunar, seis minutos después aparece Pecci con una bermuda oscura y una camiseta negra. Toman el desayuno tipo bufete y se ubican en una mesa al fondo del lugar. Desde ese momento, los miembros de la banda, Marisol Londoño y su hijo Cristian Camilo Monsalve, hoy capturados y condenados, los observan y siguen sin perderlos de vista.
Llegan minutos después al mismo restaurante, él vestido con pantaloneta amarilla y camiseta negra; su mamá con vestido de baño y una gorra negra. Cumplen su función de campaneros, no comen, pero tampoco les quitan la mirada de encima. Merodean por el restaurante hasta que se ubican en una mesa donde los pueden ver de frente sin levantar sospechas.
Cuando Pecci y su esposa terminan el desayuno, se levantan y toman camino hacia la playa, en el video se ve cómo, al mismo tiempo, a las 8:03 de la mañana, los criminales, madre e hijo, hacen lo mismo, se retiran, pero se dirigen al lobby del hotel. Cristian se sienta en una silla y empieza a hablar por celular, la investigación demostró que estaba llamando a sus cómplices para informar los últimos movimientos del fiscal y disponer todo para el crimen.
El reloj marca las 8:10 cuando los recién casados van cogidos de la mano, salen del restaurante y se dirigen rumbo al lugar donde minutos más tarde Pecci encontraría la muerte. Se ubican muy cerca a la orilla, él se quita la camiseta, pone las toallas e incluso mueve la silla playera para estar más cerca al mar. El campanero no se les despega, se ubica a las 8:39 cerca de las piscinas, en un mirador desde donde no les pierde el rastro.
Van pasando los minutos y a las 8:56 el fiscal Pecci se levanta y deja a su esposa sola. Se pone las gafas y camina lentamente hacia un quiosco, momento que aprovecha el criminal para pasar apenas a unos metros de donde se encuentra Claudia Aguilera, la observa y pasa de largo, su mamá lo sigue unos metros atrás.
Hay un momento que resulta impactante. En el video se ve cómo Pecci, antes de regresar al lugar, se pone sus gafas, lleva las manos a la cintura, hace una pausa mirando hacia donde está su esposa. Parecen unos segundos de reflexión, de un hombre feliz, recién casado y que va a ser papá. La ironía se da de inmediato, cuando empieza a caminar y se cruza con Marisol, la otra campanera. En esa imagen se ven los tres.
La llegada de los asesinos Mientras Pecci y su esposa toman el sol, la pareja de campaneros, madre e hijo, no pierden el tiempo, caminan hacia el final de la playa. En el video en poder de SEMANA se ve a Cristian a las 9:02 de la mañana hablando por teléfono y entregando información detallada a sus cómplices, que ya habían alquilado la moto acuática en la que cometen el homicidio.
Cristian le toma una foto a su mamá en la playa mientras ella levanta las manos, parece una imagen normal de un par de turistas, pero era la señal clave para iniciar la operación criminal. Estaban demarcando el lugar por donde debía entrar la moto acuática con los sicarios y verificando que la zona fuera suficientemente profunda para poder llegar sin encallar.
Duran varios minutos haciendo el papel de turistas, hasta que llega la hora cero. Vuelven al lugar donde está el fiscal, en las imágenes se ve cómo a las 9:38 Cristian pasa al lado de quien sería su víctima y da aviso para ejecutar el crimen.
Justo a las 9:43 aparece en los videos la moto acuática con los dos sicarios. Entran por el lugar donde minutos antes sus cómplices habían estado simulando ser turistas y tomándose fotos.
La suerte ya está echada, Pecci se levanta de su silla y camina pocos pasos para arrojar algo en la basura. Ese es el momento, cuando el fiscal se agacha a recoger su camiseta, cuando lo asesinan por la espalda. Mientras el caos se desata, se ve a un hombre en el mar, acompañado de sus pequeños hijos, tratando de protegerlos. La moto acuática desaparece del lugar y parece consumado un crimen que no resultó tan perfecto.
Así cayó el último de los sicarios
Durante meses, un equipo especial de investigadores de la Dijín de la Policía, apoyados por investigadores de la Fiscalía, trabajaron sin pausa para llegar hasta los autores del crimen. Junto a Cristian y su mamá también fueron capturados y condenados a 23 años y seis meses Eiverson Arrieta y Wender Stil Scott por aceptar sus cargos. Francisco Luis Correa, también detenido, no reconoció su responsabilidad y está en etapa de juicio.
Pero faltaba una ficha del rompecabezas, Gabriel Salinas Mendoza, uno de los miembros de esta banda criminal que se había logrado fugar y cayó en medio de las fiestas decembrinas en Venezuela, su país de origen. La detención se dio en la que puede ser la primera gran cooperación efectiva entre Colombia y el país vecino.
Las autoridades nacionales empezaron a intercambiar información en videos y fotografías en las que quedó registrado que este sicario abandonó el país tres días después del homicidio.
Sobre esta captura, el director de la Policía, general Henry Sanabria, quien ha liderado las investigaciones de este asesinato, dijo que “esta operación demuestra el nivel de cooperación internacional alcanzado por la Policía colombiana. El caso del fiscal Pecci es uno de los más importantes resultados a partir del intercambio de información policial desde que se normalizaron relaciones con Venezuela. No hay refugio ni escondite para ningún delincuente”.
El intercambio de información fue tan contundente que la identificación fue plena, y se confirmó que formaba parte de la organización criminal del Tren de Aragua. El crimen parecía perfectamente planeado, pero gracias a las investigaciones y seguimientos de las autoridades terminó quedando grabado por cámaras de seguridad como una prueba irrefutable.