| Foto: León Darío Peláez

CONGRESO

Senado archiva primer proyecto ‘antitaurino’

Por amplias mayorías, la plenaria rechazó el proyecto de ley que pretendía prohibir el uso de bienes y recursos públicos para corridas de toros, corralejas, riñas de gallos, y coleo.

13 de septiembre de 2016

Cinco días después de que el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, anunció que planea presentar un proyecto de ley ante el Congreso con el propósito de prohibir las corridas de toros en Bogotá, la plenaria del Senado pareció enviarle el mensaje de que su idea no cuenta con el suficiente respaldo.

Al menos eso parece indicar la decisión adoptada, por amplias mayorías, por el Senado colombiano en la noche de este martes. Se discutía un proyecto de ley del senador Armando Benedetti (Partido de la U) que aunque no buscaba la prohibición expresa de los espectáculos taurinos, sí pretendía ‘cortarles el chorro’, pues prohibía a alcaldías y gobernaciones invertir recursos públicos para la promoción o difusión de este tipo de espectáculos.

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El proyecto también pretendía restringir el uso de bienes públicos para el desarrollo de actividades como las corridas de toros, el coleo, las corralejas y las riñas de gallos, por lo que muchos congresistas coincidieron en que la iniciativa sería una "prohibición disfrazada”, como lo advirtió el senador Antonio Guerra de la Espriella (Cambio Radical).

En Colombia existen 67 plazas de toros fijas, que con el proyecto no podrían volver a ser habilitadas para espectáculos con animales. Por ejemplo, en el caso de la plaza de toros de Santamaría, que fue construida en 1927 con recursos privados pero que posteriormente pasó a la jurisdicción del Distrito, no podría ser habilitada para las corridas, aunque una sentencia de la Corte Constitucional del 2013 fijó un plazo a la Alcaldía de Bogotá para permitir los espectáculos taurinos, prohibidos durante la administración de Gustavo Petro.

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Aunque en su proyecto original Benedetti sí proponía la prohibición de las corridas de toros, fue modificado y se redujo exclusivamente a restringir la financiación de los espectáculos. Así superó el primer debate el pasado 18 de mayo.

Ahora, el senador Alfredo Rangel (Centro Democrático) fue quien propuso archivar el proyecto, y en su ponencia pidió a los congresistas ponerse en los zapatos de los cientos de pueblos en el país cuya única entretención son las corridas de toros de sus ferias patronales.

Como el proyecto no sólo se concentraba en las corridas de toros, sino en todos los espectáculos con animales, senadores de la costa caribe como María del Rosario Guerra, y de los llanos como Maritza Martínez, expusieron los graves riesgos que tendría en sus regiones restringir actividades avaladas por la Corte Constitucional en varias sentencias, como las corralejas y el coleo. El conservador Luis Emilio Sierra dijo que este proyecto podría cercenar la tradición de la feria de Manizales. Álvaro Uribe también levantó su mano para oponerse a la iniciativa.

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En el debate se presentó un hecho bastante curioso que tuvo como protagonistas a los senadores de Cambio Radical. Carlos Fernando Galán aprovechó para explicar la idea del alcalde Peñalosa de presentar un proyecto en el Congreso, por lo menos para morigerar el maltrato animal. Sin embargo, comprobó que en su propio partido no están sintonizados con la idea. Además de Guerra de la Espriella, el senador Juan Carlos Restrepo también se opuso a la iniciativa.

Armando Benedetti asumió su derrota, incluso antes de la votación. En el momento del reescrutinio comprobó cómo su iniciativa pasaba a ser archivada: 56 senadores votaron por su archivo, y solo 12 pidieron darle segundo debate.

Este era el primer proyecto de la llamada agenda antitaurina que había sido presentado desde el 2014. El pasado 20 de julio, el liberal Guillermo García Realpe presentó uno para prohibir el ingreso de menores de edad a las corridas, pero aún no ha hecho tránsito siquiera en comisión. De momento los taurinos cantan victoria, pero la batalla que libran los antitaurinos apenas comienza.