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JUSTICIA

Senado decide si aprueba o sepulta la iniciativa de cadena perpetua a violadores

Entró a la recta final en el Congreso un proyecto para castigar con cárcel de por vida a violadores y asesinos de menores. La iniciativa ha naufragado once veces antes. ¿Qué tiene de distinto esta vez?

8 de junio de 2020

Este lunes la Comisión Primera del Senado definirá si le da la bendición al proyecto de reforma constitucional que propone cadena perpetua para violadores y asesinos de niños y niñas. De ser aprobado el proyecto pasaría a plenaria y sería ese el último debate para que la idea sea una realidad legislativa. 

El proyecto viende de la Cámara de Representantes donde fue aprobado hace dos semanas –134 votos de respaldo y 22 en contra–. El proyecto propone reformar el código penal para dar luz verde a la cadena perpetua a asesinos y violadores de menores. A primera vista el asunto parece un tema trillado.

Efectivamente, cada vez que los medios registran el crimen de un niño la propuesta salta al debate público y en los últimos tres años once iniciativas en el mismo sentido han sido presentadas en el Congreso. Pero una tras otra han naufragado en las primeras instancia de trámite. Nunca un proyecto había llegado tan lejos, al punto que solo faltan los dos debates en Senado para que convertirse en Acto Legislativo. 

La diferencia del actual proyecto está en los matices. La iniciativa plantea que se establezca la prisión perpetua “excepcional” y “revisable” para asesinos y violadores sexuales de niños, niñas y adolescentes en Colombia. La primer premisa apuntan a que los jueces tengan la posibilidad de castigar a los responsables hasta con cadena perpetua. Y esa opción dependería de criterios agravantes como la reincidencia o la sevicia.

De otra parte, el proyecto estipula que cumplidos 25 años efectivos de detención intramural el sentenciado tenga la posibilidad de solicitar la revisión de la cadena perpetua. Y los jueces podrían modificarla de acuerdo al comportamiento,  al trabajo o estudio cumplidos por el reo.

"Este proyecto, a diferencia de los anteriores propone una cadena perpetua revisable y excepcional": César Lorduy, representante ponente de la iniciativa.

“Esta medida contribuirá a salvar a miles y miles de niños y niñas de las garras criminales de asesinos y violadores. Estamos muy cerca de la meta para que el dolor y las lágrimas no sean nuestra la única respuesta”, dice el representante César Lorduy, uno de los abanderados del proyecto. El congresista insiste en que de acuerdo a las cifras de Medicina Legal cada día en el país se registran 70 casos de esa naturaleza, en los cuales el 75 por ciento de las víctimas son niñas menores de 15 años.

La iniciativa cuenta con el respaldo del gobierno, el presidente Iván Duque en varias oportunidades ha manifestado su convencimiento y la ministra de Justicia, Margarita Cabello, sigue de cerca los debates y el trámite que resta. Además hay concepto favorable del Consejo Superior de Política Criminal, una instancia del Ejecutivo que antes se oponía. 

Pero eso no significa que la recta final del proyecto será fácil. Tanto la Fiscalía como la Procuraduría se oponen a la iniciativa. "Este tipo de proyectos deben mirar a profundidad si existen relaciones de aplicaciones de prisión perpetua, prevención del delito y reducción de reincidencia, en el marco de la efectividad de la pena que está en el 5 por ciento de aplicación", dijo Francisco Barbosa en el debate de Cámara. El fiscal general también participará del debate en Senado este lunes donde se espera que reafirme su visión crítica sobre el proyecto.  

Para el Barbosa, de nada sirve la cadena perpetua cuando la impunidad ronda el 95 por ciento. En igual sentido el senador Gustavo Petro ya anunció que se opondrá pues considera que es una medida populista y que resulta mucho más eficaz anular la prescripción para que el niño pueda denunciar en cualquier momento, incluso siendo un adulto.

Desde el partido Verde, la representante Juanita Goerbertus reclama que el Consejo Superior de Política Criminal fue reconfigurado por el Gobierno y que hasta el año pasado este ente insistía en que la cadena perpetua era una medida inútil y desproporcionada.

En caso de salir avante del Congreso, la iniciativa tendría otra talanquera quizá más exigente: la revisión de la Corte Constitucional. Los magistrados deberán analizar si esa reforma a la carta magna riñe con otros postulados constitucionales como la protección de la dignidad humana, el sentido de la resocialización de las penas o la prohibición de castigos inhumanos.

Además esas consideraciones tiene un peso específico en la Corte Constitucional que lleva años condenando el deplorable estado de hacinamiento de las prisiones colombianas. Aunque a la propuesta aún le aguarda un trecho complicado, de momento es claro que la posibilidad de la cárcel perpetua nunca había llegado tan lejos.