CORTE CONSTITUCIONAL

Cristina Pardo y Carlos Bernal, nuevos magistrados de la Corte Constitucional

La ex Secretaria Jurídica de la Presidencia de la República y el académico fueron elegidos por el Senado para ocupar las dos últimas vacantes del tribunal constitucional.

3 de mayo de 2017
| Foto: Carlos Julio Martínez

Cristina Pardo, la secretaria jurídica de la Presidencia de la República del presidente Juan Manuel Santos, parecía elegida desde el momento en que fue nominada por el mandatario. Se enfrentó a dos candidatas que deslumbraron al Senado por sus conocimientos y trayectoria académica, Natalia Ángel e Isabel Cristina Jaramillo, pero la decisión estaba cantada. 

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Pardo, de principio a fin, contó con el respaldo de los congresistas y eso se tradujo en la votación. Se convirtió en magistrada de la Corte Constitucional con 46 votos (de 93). Ángel obtuvo 30 respaldos, mientras que hubo solo un voto por Jaramillo. La exsecretaria jurídica de Palacio tuvo el apoyo del partido de gobierno, la U, de la bancada del Partido Liberal, de los conservadores y de Cambio Radical. La Unidad Nacional en pleno.

Cristina Pardo reemplazará la plaza que ocupaba Jorge Pretelt. Su llegada al cargo no está desprovista de mérito. De todos los candidatos, la abogada es quien mejor conoce por dentro ese alto tribunal. Fue magistrada auxiliar durante 14 años con tres magistrados distintos y estuvo encargada de un despacho por cuatro meses. Cuando renunció al Palacio de Justicia para trabajar en la Presidencia era la funcionaria que más años llevaba en ese organismo. Pardo ha sido por años profesora de derecho constitucional en su alma mater, la Universidad del Rosario, en la que también dirige la especialización en esa materia.

Durante seis años y medio fue Secretaría Jurídica de la Presidencia, el despacho por el que pasan todos los decretos y leyes que van a revisión presidencial. En su trabajo revisó todos los decretos reglamentarios expedidos por la Casa de Nariño y compiló 1630 de estos en 24 decretos reglamentarios únicos. Quienes han trabajado con ella hablan de su disciplina en el día a día y de su rigurosidad con los temas jurídicos.  

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Aunque Pardo es una persona de bajo perfil y lejana a los reflectores, en las últimas semanas hizo una campaña diaria en el Congreso. Diseñó un folleto con su hoja de vida y se la entregó a cada congresista. A cada uno le dijo que era de tendencia conservadora en el sentido de que buscaba proteger la "moral y las buenas costumbres". Y frente a la crítica por venir del Palacio de Nariño, siempre respondió que cuando llegara el caso se declará impedida para tratar los temas que pasaron por su oficina. 

La elección que generaba mayor expectativa era la segunda de las ternas propuestas por el Presidente de la República, donde saldría el magistrado para ocupar la plaza de María Victoria Calle. Néstor Osuna y Carlos Bernal, ambos abogados del Externado y reconocidos expertos en derecho constitucional, llegaron a la elección con las mismas posibilidades de victoria, pues en las semanas que duró la campaña alcanzaron a sumar significativos respaldos.

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Antes de la elección, la bancada del Partido Liberal decidió respaldar a Osuna, aunque la senadora Viviane Morales había hecho una intensa campaña por Bernal, con quien comparte su condición de cristiano. El Partido de la U llegó dividido, pero Osuna alcanzó el respaldo de 12 senadores como Roy Barreras y los Ñoños. Cambio Radical se había comprometido a apoyar a Bernal.

Para sorpresa de muchos Bernal consiguió el respaldo de los conservadores y el del Centro Democrático, por lo que ganó el pulso que sostuvo con Osuna Finalmente, el académico tuvo 59 votos, Osuna obtuvo 32. María Margarita ‘Paca’ Zuleta, quien completó la terna, no obtuvo votación.

La elección de Bernal es una derrota para el Partido Liberal que había apostado por Osuna. El mismo ministro Cristo estuvo en la presentación de los candidatos toda la tarde, trascendió que su apoyo era para el ex magistrado. En el Senado se decía que el ex presidente Cesar Gaviria también le había dado la bendición a la candidatura de Osuna.  

¿Un giro en la Corte? 

Se anticipa que la llegada de estos dos magistrados producirá un cambio en la Corte Constitucional. El Alto Tribunal tiene una composición en que cada voto importa. De hecho, muchas de las grandes decisiones se toman de forma ajustada con un margen de 5-4.  Y como las tendencias ideológicas suelen estar parejas, un cambio en uno de sus integrantes hace la diferencia. 

Pardo se considera conservadora, pero entra a reemplazar a otro magistrado conservador, con lo cual el equilibrio de la corte no se vería afectado. Bernal Pulido se considera liberal, y entra a reemplazar a una magistrada de esa misma tendencia. Esa condición no es igual en relación con todos los temas. Los que más suenan en este tipo de debates son los que tienen que ver con las libertades fundamentales o con temas que generan algidas discusiones como los derechos de la comunidad LGBTI, el aborto o la eutanasia. 

Es díficil pronósticar hoy que en ese aspecto algo pueda cambiar pues la jurisprudencia de la Corte es bastante clara. Respecto a los derechos de la población LGBTI, se podría decir que esa comunidad ha logrado en el alto tribunal el reconocimiento de casi todos sus derechos. Los últimos, el matrimonio entre parejas del mismo sexo y la adopción son ya cosa juzgada, por lo cual es muy díficil que pueda darse un paso atrás.

El temor de esa comunidad tiene que ver con un punto específico: el referendo de Viviane Morales. El proyecto ha pasado con ventaja en los dos primeros debates en el Senado y se alista para ser votado en la Cámara. Si es aprobado, el análisis final iría a la Corte Constitucional. En el fallo del plebiscito, los magistrados ya mandaron un mensaje sobre la decisión que se podría tomar y es que los temas relacionados con los derechos fundamentales de los colombianos no pueden ser decididos por las mayorías.

Se anticipa que el proyecto tendría el voto en contra de Gloria Ortíz, Alberto Rojas, Alejandro Linares, Antonio José Lizarazo, entre los magistrados que están y faltaría ver que posición tendrán los dos recién elegidos y los dos que vienen de la Corte Suprema de Justicia. El voto de Luis Guillermo Guerrero es una incógnita porque aunque es conservador tampoco es predecible que apoye un referendo contra una sentencia de la misma corte a la que él pertenece y que tomó la decisión. En los temas de aborto y de eutanasia, la corte ya tiene una línea jurisprudencial definida, muy díficil de cambiar.  

Pardo se refirió varias veces a la necesidad de que la Corte entienda el país pluralista y Bernal fue claro en decir que considera que la potestad de reglamentar los derechos fundamentales está en el Congreso y que la Corte tiene que respetar esas decisiones. 

Hay otro tipo de temas en los que sí puede existir un giro claro. Tanto Bernal como Pardo criticaron duramente el "activismo judicial" que ha tomado la Corte Constitucional en los últimos años. Ambos se refirieron a la teoría de la sustitución de la Constitución que fue utilizada con gran prestigio para tumbar la segunda reelección de Álvaro Uribe, pero que luego ha sido usada para temas polémicos como por ejemplo revivir el Consejo Superior de la Judicatura.    

Los dos candidatos hablaron durante la campaña con los congresistas de la sostenibilidad fiscal que deben tener las sentencias, y ese es otro cambio que podrían impulsar dentro del Alto Tribunal. Es probable que se sumen al grupo liderado por Alejandro Linares y Luis Guillermo Guerrero, quienes han salvado el voto en sentencias que tienen un alto costo económico para el Estado o que resultan imposibles de cumplir por los montos que implica su ejecución. 

Pardo y Bernal, en todo caso, llegan con una gran experiencia en los temas de los que trata la Corte. Seguramente su presencia se comenzará a notar y muy pronto.