POLÍTICA
Sergio Fajardo: ¿Qué pasará con su candidatura presidencial, tras el anuncio de imputación de la Fiscalía?
Estos serían los efectos políticos que tendría la decisión del ente acusador contra Fajardo, por un contrato firmado en el 2013, cuando se desempeñaba como gobernador de Antioquia.
La decisión de la Fiscalía de imputarle cargos al exgobernador de Antioquia Sergio Fajardo, por un contrato firmado en 2013, sacude el tablero de las elecciones presidenciales de 2022. La Fiscalía sorprendió este miércoles santo con la decisión de llamar a Fajardo a responder por su presunta participación en los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros agravado y contrato sin cumplimiento de requisitos legales.
Los hechos tienen que ver con un contrato firmado el 5 de diciembre de 2013 entre el departamento y el banco Corpbanca SA (ahora banco Itaú Colombia). El ente acusador considera que Fajardo, hoy precandidato presidencial, debe responder en su calidad de ordenador del gasto.
Los investigadores señalan que en el contrato autorizado por el exgobernador de Antioquia “no se habría realizado un estudio sobre la necesidad de suscribir un contrato de empréstito de moneda extranjera, y tampoco existió una proyección que advirtiera sobre la volatilidad del dólar ni se blindó la contratación con un seguro de riesgo cambiario”.
En el momento de hacer el desembolso en 2013, el dólar tenía un costo de 1.926 pesos. Dos años después, su valor superaba los 3.140 pesos. Por esa razón, como argumento en la imputación de cargos contra Fajardo, la Fiscalía considera que se habría originado un presunto detrimento fiscal por la devaluación del peso que, a corte de 2020, “ascendió a un monto estimado de 320.000 millones de pesos”.
Aunque el exgobernador no ha sido hallado culpable ni se ha evidenciado que se haya apropiado de recursos, ambos procesos, el del contrato del 2013 y el de Hidroituango, sí van a afectar la imagen anticorrupción que ha liderado Fajardo durante años. Por lo menos así será durante el fuerte debate electoral que se avecina y hasta tanto la justicia no se pronuncie de fondo.
Seguramente los defensores de Fajardo saldrán a decir que se trata de una persecución política a través de las vías judiciales. Sin embargo, es poco probable que la Fiscalía tome una decisión tan trascendental y de semejante calado sin tener evidencias suficientes para sostener la imputación ante la Corte Suprema de Justicia.
A primera vista, y aunque falta mucho tiempo y Fajardo pondrá en marcha su estrategia de defensa, esta decisión de la Fiscalía ya deja ganadores y perdedores. Es evidente que Fajardo tiene una base de apoyo grande entre sus seguidores más fieles, pero el anuncio del ente acusador revuelve el ajedrez político de una manera inesperada.
De acuerdo al gran estudio electoral de SEMANA, Sergio Fajardo está de segundo en la intención de voto, con el 12 por ciento, luego de Gustavo Petro (23 por ciento), y les gana a todos los demás competidores en los escenarios de segunda vuelta, incluido Petro.
Uno de los ganadores es precisamente Gustavo Petro, quien ha venido atacando a Fajardo por supuesta corrupción en el descalabro de Hidroituango, y quien ahora verá validada su postura. Este miércoles, Petro reaccionó a la decisión de la Fiscalía y dijo en su cuenta en Twitter: “A pesar de todo, espero que Fajardo salga bien librado de esta acusación. No suena bien que a meses de una elección presidencial la Fiscalía meta mano. La sustentación de la acusación debe ser mirada a profundidad por todos los abogados y abogadas demócratas del país”.
Pero una cosa es lo que Petro diga al calor del momento en sus redes sociales, y otra lo que puede venir en los próximas meses, pues es probable que decida agudizar aún más su discurso en contra del exgobernador de Antioquia. Además, dada la división que existe en la Alianza Verde y las dificultades que Sergio Fajardo ha tenido para lograr consolidar una coalición, el líder de la Colombia Humana aprovechará esta oportunidad para seguir atrayendo apoyos de ese sector.
Así mismo, Petro buscará recoger más votos de opinión y apoyos políticos ante la imagen golpeada de Sergio Fajardo. Pero no solo eso. Por el otro lado, la coalición de los exalcaldes Federico Gutiérrez, Enrique Peñalosa y Alejandro Char, ubicada en la centroderecha, también podría resultar beneficiada, ya que muchos votantes de Fajardo podrían inclinarse al final por Gutiérrez, Peñalosa o Char, al sentirse identificados políticamente con lo que ellos representan.
Gutiérrez, por ejemplo, podría crecer en la región de Antioquia y el Eje Cafetero, donde hoy tiene el 17 por ciento de apoyo electoral, según el gran estudio electoral de SEMANA. Es probable que el 18 por ciento de intención de voto que tiene Fajardo en esa región del país lo logre capitalizar Gutiérrez. Igualmente, en Bogotá, donde Fajardo tiene un 15 por ciento de apoyo, el impacto de la decisión podría aumentar el apoyo de Peñalosa.
En la Costa Caribe, Fajardo solo suma el 4 por ciento de apoyo, mientras Char tiene el 29 por ciento. En ese caso, Char no podrá crecer mucho porque allí se enfrentará por los votos con Gustavo Petro.
A raíz de lo ocurrido en las últimas horas, el sentido político de la coalición de los exalcaldes podría empezar a adquirir relevancia. Ante el revés judicial de Fajardo, los más beneficiados de forma directa en ese bloque serían Federico Gutiérrez y Enrique Peñalosa.
¿Qué se moverá en la centroizquierda?
La llamada Coalición de la Esperanza, que incluye a figuras como Jorge Enrique Robledo, Juan Fernando Cristo, Humberto de la Calle, Angélica Lozano y Juan Manuel Galán, y que se ha presentado como una alternativa de cambio y en contra de la corrupción, también resulta golpeada. No obstante, es posible que se jueguen la carta de la victimización y la persecución, pero no es claro qué tanto les funcione.
El impacto político de la decisión de la Fiscalía podría desatar una competencia en la segunda línea en esa coalición y la Alianza Verde por la nominación presidencial. Allí juegan fuerte personas como Jorge Enrique Robledo, Humberto de la Calle, Juan Fernando Cristo y Juan Manuel Galán. Ellos quedarían con opciones de llevar las banderas de la Coalición de la Esperanza, pero ninguno tiene la cifra de intención de voto de Fajardo. Además, se pondrá a prueba la lealtad en los integrantes de la coalición y se evaluará si los demás, excepto Fajardo, pueden tener chance de crecer electoralmente.
También se va a abrir la posibilidad de que un precandidato de la Alianza Verde pueda ser en últimas el candidato de la Coalición de la Esperanza. Todo eso se sabrá en la consulta de marzo de 2022.
Igualmente, la decisión sobre Fajardo también tendrá un impacto sobre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, así como su gestión en la ciudad viene repercutiendo en la viabilidad electoral de Fajardo a la Presidencia. Ambos son aliados políticos, fueron fórmula presidencial en el 2018 y Claudia López dijo que “Fajardo sería el presidente en 2022″, cuando él la acompañó a inscribir su candidatura a la Alcaldía de Bogotá.
Pero la Coalición de la Esperanza, que hace un año se veía fuerte, enfrenta hoy serios problemas no solo por esta decisión de la Fiscalía contra Fajardo, sino por la grave crisis en la gestión de Claudia López en la capital del país. La alcaldesa es noticia a diario por la creciente inseguridad, el desempleo y sus constantes salidas en falso, como la reacción aireada contra una vendedora ambulante que le pidió ayuda o sus declaraciones xenófobas contra los venezolanos.
Tampoco se puede descontar que el rector de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, vea este sacudón como una oportunidad para definirse y lanzarse al ruedo. Aunque ha dicho varias veces que no será candidato, fuentes le han dicho a SEMANA que sí es probable que se lance en el segundo semestre de este año. La situación de Fajardo le daría más argumentos para tomar la decisión.
Aunque Fajardo queda con su precandidatura herida y lesionada, es inocente hasta que se le pruebe lo contrario y no sea vencido en un juicio con todas las garantías. Pero una cosa es lo legal y otra la percepción que se genera ante la ciudadanía. Y, en ese sentido, se vienen días difíciles para la campaña del exgobernador de Antioquia.