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“Sería lo ideal, pero no me hago muchas ilusiones”: Santos le respondió a Timochenko sobre la propuesta de reunirse con Duque

En respuesta a una carta que le envió Timochenko, el exmandatario se mostró dispuesto a reunirse con el presidente Iván Duque para hablar sobre los Acuerdos de Paz.

12 de febrero de 2021
El expresidente Juan Manuel Santos. | Foto: Juan Carlos Sierra

El expresidente Juan Manuel Santos respondió este jueves una carta que le envió Rodrigo Londoño, Timochenko, exjefe de la extinta guerrilla de las FARC, en la que le pidió reunirse con el presidente Iván Duque para salvar el Acuerdo de Paz.

Presidente Santos, reúnase con el presidente Duque y con aquellos que generamos un acuerdo histórico. Hablemos de los desafíos dificilísimos que presenta. Unámonos”, fue el pedido de Timochenko, líder del partido Comunes, en una carta publicada el martes en redes sociales.

En su respuesta, el expresidente se muestra dispuesto a un encuentro con su sucesor, pero afirma que no se hace “ilusiones”. “Sería lo ideal, pero no me hago muchas ilusiones. Espero estar equivocado. Siempre he creído que cuando las circunstancias y la patria lo demanden, todos debemos dejar a un lado nuestras diferencias, prejuicios, posiciones partidistas y demás sentimientos que alimentan la polarización, para trabajar juntos por objetivos superiores. Es lo responsable. La paz es, sin duda, uno de esos objetivos. Así lo he repetido en sendas ocasiones. No tengo entonces problema alguno en tener esa reunión con el presidente. Lo haré con gusto”, expresa.

Sobre la realización de la reunión, el expresidente manifestó que se requiere “una señal del Palacio de Nariño” para solicitarla por “los conductos regulares”. Agregó, además, que al encuentro podrían asistir Humberto de la Calle, el jefe de las negociaciones, y el general Óscar Naranjo, exvicepresidente de la República, quien también formó parte de los diálogos con las FARC.

“Se me ocurre que podríamos ir acompañados de dos de nuestros negociadores. Por mi lado, serían Humberto de la Calle, el jefe de las negociaciones, y el general Óscar Naranjo, quien se encargó de negociar, junto con otros miembros de nuestras Fuerzas Armadas, el punto 3.4, y quien más conoce el tema de las garantías de seguridad establecidas en el acuerdo. Usted escogería los suyos”, expresa en la carta.

“El presidente, como anfitrión, estaría con quien él determine, por supuesto. Podríamos discutir la implementación de los acuerdos en general y el tema de la seguridad en particular. Se podría invitar a la ONU y a los garantes. Cualquier avance sería una bendición para la paz y para el país”, añade el expresidente.

En la carta, Santos reconoce que sus relaciones actuales con Duque “no son las mejores” y le hizo varias críticas al actual Gobierno: “Se ha dedicado a gobernar con un espejo retrovisor, pero un espejo de esos que distorsionan la imagen, de los que hacen ver a los flacos gordos y a los gordos flacos, y ha optado, extrañamente, por no mencionar mi nombre. En una especie de castigo orwelliano, o como una condena al estilo de los antiguos dioses de la mitología griega, para el presidente de la República este humilde servidor simple y llanamente no existe”, asegura.

Y agrega: “¡Qué curioso… y hasta chistoso! Por mi lado, he procurado quedarme callado sobre lo que hace o no hace este gobierno, porque no creo que al país le convenga que los expresidentes se dediquen a darles palo a sus sucesores. Y lo digo porque lo sufrí en carne propia y no le hizo ningún bien al país”.

El expresidente también afirma que se ha puesto a disposición del Gobierno para colaborar en varias ocasiones, entre ellas tras la devastación causada por el huracán Iota en la isla de Providencia, pero no ha recibido respuesta.

“En el empalme me puse a su disposición. Más tarde ofrecí mi modesto concurso para enfrentar la catástrofe de la pandemia, hice ofertas concretas para ayudar a Providencia y por varias vías y en varios momentos propuse al presidente que uniera a los colombianos alrededor de la implementación de la paz, con lo que por demás está obligado legal y moralmente, y que yo sería el primero en poner mi granito de arena si se requiriera. Nunca hubo el más mínimo eco”, señala.