¿Quién está detrás de los árboles de billetes que ‘brotaron’ en Bogotá, Cali y Medellín?
Varias pistan apuntan a que la cosecha de plata es un mensaje de El Profesor, el protagonista de la exitosa serie 'La Casa de Papel' cuya segunda temporada se estrena esta semana.
Temprano en la madrugada del lunes los transeúntes que pasaban por el cruce del parque El Virrey con la carrera 15, en el norte de Bogotá, se toparon con algo inaudito: un árbol cargado de billetes de 20.000 pesos, muchos al alcance de la mano, como la tentadora manzana de Eva. Luego, el martes, el “milagro” se trasladó al Mercado del Río, en Medellín. Decenas de afortunados paisas empezaron muy bien el día echándose al bolsillo un billete arrancado al frondoso árbol que allí apareció como por arte de magia. Y hoy el turno fue para los caleños que se toparon con un rico arbol frente al museo La Tertulia, los madrugadores se hicieron con frutos de papel de denominaciones de 20.00 y 50.000 pesos.
Los videos y fotos de la algarabía son furor en redes sociales. El objetivo inicial se logró: crear una gran expectativa. Y tras esto la pregunta que ya es comidilla: ¿quién está detrás de este suceso? La temporada electoral que vive el país ha llevado a muchos a concluir que se trata de una campaña política, algún candidato en apuros que quiere sorprender con un golpe de opinión inolvidable… Pero otras pistas llevan a pensar que el “cerebro” de la iniciativa está infiltrado en los hogares de los afortunados y desconcertados ante los árboles de billetes: se trataría del Profesor, el enigmático y bien plantado protagonista de la serie La Casa de Papel.
Como se sabe, esa producción española –para muchos la mejor que ha hecho el país ibérico– es un rotundo éxito en toda Latinoamérica donde se puede ver a través de la plataforma Netflix. Se trata de la historia del milimétrico plan para llevar a cabo el mayor atraco jamás perpetrado. El cerebro de la operación es El Profesor (papel por el que está siendo aclamado el actor Pedro Alonso) quien recluta, capacita y envía a un escuadrón de asaltantes a las entrañas de la Fábrica Nacional de Moneda de España. La estética de la serie se basa en enigmas, máscaras y billetes que flotan por el aire. Algo muy parecido con lo que se ha topado la gente en Bogotá y Medellín.
La primera temporada de la serie consta de 15 capítulos que están disponibles en la plataforma de televisión por suscripción. Esa primera parte dejó a su audiencia cautiva, el fenómeno Casa de Papel es furor y por tanto hay una inmensa expectativa por lo que falta. La buena noticia para los seguidores de la producción fue el anuncio de Netflix, hace unas semanas, cuando dijo que desde el 6 de abril estará disponible la segunda parte.
Un trino desde la cuenta oficial de Netflix para Latinoamérica también es indicio de que el florecimiento de billetes en Medellín y Bogotá podría ser el anuncio –muy al estilo de El Profesor– de la llegada de la nueva temporada de Casa de Papel.
Muy bonito el #ÁrbolDeBilletes, pero nosotros preferimos imprimirlos.
— Netflix Latinoamérica (@NetflixLAT) April 2, 2018
Atte. El profesor.
La publicación apareció además con la etiqueta #Árboldebilletes que está agrupando las miles y miles de reacciones e imágenes sobre el dinero aparecido. Y una estrategia de redes tiene posicionado al trino en la cabecera de tal etiqueta. Al inquietante trino de El Profesor se suma que Netflix ya antes se ha destacado por este tipo de campañas novedosas. Por ejemplo, cuando promocionó la serie Club de Cuervos, que cuenta la historia de un decadente equipo de fútbol mexicano, creó una pieza publicitaria en la que aparecía el propio James Rodríguez interrumpiendo un entrenamiento para sentarse a ver, en las gradas del estadio, los nuevos episodios de la exitosa serie futbolera.
Muchas otras personas deducen que la prueba reina de que tras la campaña de expectativa de los árboles de billetes no hay políticos en campaña sino una musculosa idea publicitaria es que los billetes que penden de los arbustos son genuinos, y no falsos billetes del juego del Tío Rico. Sea lo que sea, lo que es evidente es que la idea está funcionando. Como diría el Profesor, el plan en marcha se está cumpliendo.